“No se puede analizar la reforma del mercado de combustibles, solo pensando en Ancap”
En su cuenta de Twitter @LuisMatonte, publicó un hilo en el que señaló que “a nivel político solo se habla de cuánto perdería Ancap si se desmonopoliza”, pero “no analizan cuánto ganarían los sectores productivos con combustibles más baratos, y el derrame en resto de la economía”.“No se puede tratar de reformar el mercado de los combustibles pensando solo en cuidar a Anacp”, escribió el técnico agropecuario José Luis Matonte al analizar el precio de los combustibles en Uruguay.
En su razonamiento esboza lo que muestra la imagen principal de esta nota y que implica las siguientes interrogantes a responder: ¿Cuánto gana Ancap por su actividad monopólica?, ¿cómo están perdiendo los sectores productivos por el sobreprecio’, ¿cuánto perdería Ancap si compitiera?, y ¿cuánto ganarían los sectores productivos con combustibles a precios regionales? Dicho de otra forma, Ancap no puede ser el ombligo del debate.
En su cuenta de Twitter @LuisMatonte, publicó un hilo en el que señaló que “a nivel político solo se habla de cuánto perdería Ancap si se desmonopoliza”, pero “no analizan cuánto ganarían los sectores productivos con combustibles más baratos, y el derrame en resto de la economía”, y puso algunos ejemplo para ir aclarando y explicando la situación.
El primer dato es que las naftas dejan, por año, U$S 38 millones en los países vecinos: “Por diferencia de precios, en los departamentos de frontera se venden menos combustible que en el resto del país. Solo en naftas, se dejan 38 millones de dólares por año en los países vecinos”, comentó.
Respecto a la industria, recordó que desde “hace años” a “alertado por la pérdida de competitividad, y una de sus causas son los altos precios del gasoil y el fueloil comparados con países de la región”. Hay que tener en cuenta que la industria es “un sector que rápidamente puede volver a generar empleo”, agregó.
Aquí cita declaraciones del presidente de la Cámara de Industria Gabriel Murara realizadas en marzo de este año, quien se refirió a la “mucha incidencia” que tienen las tarifas entre ellas las de energía. “Lo que pretendemos es tener tarifas competitivas con la región y el mundo”, reclamo pocos días después de la asunción del Dr. Luis Lacalle como presidente.
ARROZ, FORESTACIÓN Y GRANJA.
Los ejemplos que José Luis Matonte puso sobre el sector agropecuario refieren al arroz, forestación y la granja.
El arroz que “consume en toda la cadena más de 220 Lts/Ha de gasoil, por lo que el precio es clave” para un sector que “genera 48 empleos (chacra e industria) cada 1.000 Has. y en los últimos años disminuyó 50.000 Has.” de lo que se deduce que también cayó la mano de obra. El arroz “tiene todo pronto para volver a crecer rápidamente, si le dan los números”.
En la producción forestal “predomina lo logístico, y el transporte es muchas veces el costo principal” lo que “limita el desarrollo de alternativas para agregar valor a la madera y las posibilidades de exportación”, expuso.
La granja también está afectada, es un sector que “genera mucho empleo” y que “puede utilizar hasta 400 litros/Ha de gasoil, y muchos productores pequeños no descuentan IVA”. A ese sector “se le hace imposible competir con productos importados o transportar de zonas alejadas”.
TRANSPORTE.
El último ejemplo propuesto por Matonte es el transporte: “Si bien traslada los sobreprecios del combustible a sus tarifas, como consecuencia de la menor actividad del resto de los sectores tiene menos fletes para hacer”, apuntó y aclaró que “hay muchos más casos” de sectores afectados negativamente “como el turismo interno, la lechería, el comercio, la ganadería y la industria frigorífica”. En todos ellos “repercute el alto precio de los combustibles” y el que “puede lo traslada al resto de la cadena, y el que no, pierde competitividad”.
“Todos se pueden imaginar lo mejor que le iría en su actividad si el gasoil costara 29 pesos por litro y la nafta 37, y cómo multiplicarían los beneficios hacia el resto de su cadena. Todos generarían más exportaciones, más empleo, más recaudación tributaria. Por todo eso, no se puede tratar de reformar el mercado de los combustibles pensando solo en cuidar a Ancap. En la balanza hay que poner todo”, concluyó.