Paganini y ex jerarcas de UTE y el MIEM polemizan por gastos en infraestructura asociados al nuevo memorando de UPM
Según Ramón Méndez, el gobierno deberá pagar 200 millones de dólares adicionales; el ministro sostiene que el gasto ya estaba planificado.
El ex director nacional de Industria Ramón Méndez sostuvo que el nuevo memorando firmado entre el gobierno y la empresa finlandesa UPM implicará un gasto adicional de alrededor de 200 millones de dólares para el Estado uruguayo en obras de infraestructura en energía eléctrica.
Tal como anunció el gobierno el viernes 15 de mayo, el punto 2.1 del memorando menciona que la empresa finlandesa hará una “contribución” de 68 millones de dólares, que deberá ser usada para “financiar parcialmente las obras a ser ejecutadas por UTE ‘Cierre del anillo de 500 kv Tacuarembó-Chamberlain-Salto y sus interconexiones en 150kv’”. Actualmente existen dos líneas de 500 kv en el país, las de mayor tensión: una entre Montevideo y Salto y otra que une Montevideo, Tacuarembó y Melo.
Según Méndez, ese punto, sumado al “rigurosísimo anexo” en el que se detallan las obras, implica que el gobierno uruguayo asumirá la “obligación” de hacerse cargo de la construcción de la completitud del anillo, cuyo costo estimó en 200 millones de dólares.
El ex jerarca sostuvo el cierre del anillo “en algún momento se iba a hacer, pero no necesariamente ahora ni menos en este momento, porque no era una urgencia ni una necesidad para el Estado uruguayo”. “Este contrato nos obliga a hacerlo”, agregó.
El nuevo anillo proyectado es distinto al original, porque en vez de ir en línea recta desde Tacuarembó a Salto bajará hasta Chamberlain, donde se conectará con la futura planta de UPM. “Esto eleva los costos en 68 millones de dólares más, que es lo único que se compromete a pagar UPM, lo que implica llevarle la red a UPM directamente por el lugar”, dijo Méndez. Además, el ex jerarca observó que el desembolso de dinero de UPM se ejecutará por una única vez y una vez que se haya completado la obra, y “una obra de este tipo siempre se retrasa”. En definitiva, para Méndez Uruguay tendrá que conseguir 268 millones de dólares para poder llevar adelante las obras de infraestructura eléctrica.
En una misma línea, el ex presidente de UTE Gonzalo Casaravilla dijo este jueves al programa radial Fácil desviarse, de FM Del Sol, que la “novedad” del contrato es que obliga a la empresa pública a un determinado cronograma de obra para concretar el anillo. Estimó esa inversión adicional en unos 190 millones de dólares. Según Casaravilla, con el nuevo memorando “el Estado uruguayo está adelantando una inversión” que antes “tenía el grado de libertad de hacer o no”. “Uruguay estaba analizando cerrar el anillo y estaba encaminando eso, se estaba instrumentando la forma de cerrar esa obra, pero ahora si nosotros quisiéramos dejar de hacer esa inversión, estamos obligados [a hacerla]”. El ex jerarca, no obstante, dijo que esa obra implica “una muy buena red, con una calidad de servicio muy buena y que mejora la calidad de todo el sistema [eléctrico]” en el norte del país.
En diálogo con la diaria, el actual ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, reconoció que los 68 millones de dólares son para pagar el desvío de la red por Chamberlain, pero a diferencia de Méndez, aseguró que el gasto del cierre del anillo ya estaba previsto por UTE desde la gestión de Casaravilla, durante el gobierno pasado. “UTE ya tenía un plan para el cierre del anillo que iba directo desde Tacauarembó a Salto”, sostuvo el jerarca. “Durante el gobierno anterior UPM acordó con UTE que se iba a cambiar la trayectoria del anillo e ir por Chamberlain, y se estimó el costo de esa obra en 78 millones de dólares”, explicó el jerarca, y agregó que en uno de los documentos anexos al memorando de aquel entonces la empresa finlandesa se había comprometido a colaborar con diez millones de dólares para esa obra. Según Paganini, con los 68 millones en el nuevo memorando, UPM se hace cargo de la totalidad del cierre del anillo.
En el contrato entre UTE y UPM firmado en 2017 se establecía que “UPM tenía la intención de aportar a UTE el monto de U$S 2.000.000 [...] anuales a partir de la Decisión Final de Inversión, por un período de cinco años” para “cofinanciar las obras de infraestructura eléctrica que corresponden a UTE”, sin dar más detalles acerca de qué obra se trataba. Según Casaravilla, este dinero era para garantizar que funcionara la red de 150MW que se iba a conectar a la red de UTE, ya que “habían algunos sobrecostos para esa evacuación de energía”.
¿Para qué terminar el anillo?
¿Por qué a UPM le interesaría que se cierre este anillo de alta tensión? Según Méndez, una posibilidad es que UPM quiera venderle parte del excedente de energía a Brasil y Argentina. La línea que parte de Tacuarembó hacia el este tiene conexión con Brasil, mientras que “la otra se podría conectar con Salto Grande para venderle a Argentina”.
El contrato de inversión firmado por el gobierno en 2017 establece la obligación de UTE de comprarle el excedente de energía generado por la planta de UPM a un precio de 72,5 dólares el MW por hora, por un volumen anual de un teravatio por hora a ser generado por ambas plantas de la empresa. Superado ese monto, el contrato establece que la energía podrá ser vendida al precio de mercado o exportada. Según Méndez, es posible que UPM estime que “en algún momento le convenga venderle a Argentina o a Brasil en vez de venderle a UTE, porque en los países vecinos pueden pagar mejores precios”.