Instituto de la Granja versus Apicultura
Digegra nos albergó como si fuera un refugio para personas sin techo. Ahora nadamos en un mar de dudas. Nadie sabe dónde vamos a ir a parar, si estaremos en algún lugar en la programación del flamante Instituto de la Granja ni como estaríamos representados.Christophe Lhéritier – Montevideo – TodoElCampo – La apicultura uruguaya está organizada de tal modo que debería funcionar de manera eficiente.
Si el mercado y el producto ayudan, en general, cualquier rubro se desempeña bien y crece. Si hay inconvenientes con el mercado y el producto, la organización lo sostiene.
Durante 30 años, desde los setenta, hubo apoyo y los distintos eslabones se fueron relacionando con la tutela del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) en el aspecto normativo. Fue un crecimiento sostenido.
Ya no crecemos, estamos estancados desde hace mucho tiempo.
Cuando se dejó de visualizar las distintas facetas positivas de la apicultura, el apoyo cesó y además surgieron inconvenientes que perjudicaron a la apicultura. Sin apoyo ni consideración de los gobiernos de turno y con la aparición del nuevo modelo productivo de la soja, se fue desmembrando el primer rubro exportador del sector granjero. En este momento tenemos apicultores con material usado en las colmenas, vehículos remendados y cada vez menos masa crítica.
La Dirección General de la Granja (Digegra) nos albergó como si fuera un refugio para personas sin techo. Ahora nadamos en un mar de dudas. Nadie sabe dónde vamos a ir a parar, si estaremos en algún lugar en la programación del flamante Instituto de la Granja ni como estaríamos representados. Probablemente desaparezca la Comisión Apícola, una linda organización teórica de la apicultura que no sirvió de mucho en los últimos 20 años, pero por lo menos teníamos donde dormir.
Hubo trabajo, asesoramiento al poder ejecutivo, casi sin recursos.
Allí se encontraron persistentemente ministerios de ganadería, de industria, gremiales de apicultores y comercializadores.
Cada vez parece necesario repetir que la apicultura potencia los otros rubros del agro, cuida la biodiversidad, es centinela del medio ambiente, trae divisas, mantiene gente trabajando en el medio rural y produce alimentos saludables. ¿No merecemos un sillón en el "edificio" que se está construyendo?