¡Felices 30!
Tuvimos la suerte de conocer aquellos nuevos investigadores, hoy muchos de ellos con reconocimiento mundial. Fuimos testigos de sus éxitos.
Horacio Jaume – Montevideo – TodoElCampo – Reviso mi correo electrónico y me encuentro con la noticia, o mejor dicho el recordatorio, de que el INIA cumple años.
Podríamos decir que formamos parte de su historia, y eso sería una irreverencia, ya que simplemente colaboramos en determinados momentos. Pero sí podemos decir que fuimos testigos desde el día en que asumió la primera directiva con José Miguel Otegui como presidente, acompañado por Roberto Saymonds, Marcial Abreu y Jean Pierre Hounie. Fue el 19 de mayo de 1990 en La Estanzuela, durante la presidencia de Luis Alberto Lacalle Herrera y con Álvaro Ramos al frente del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Alguien, por esos tiempos, me dijo que no sabía si José Miguel Otegui iba a ser el mejor presidente del INIA, pero de lo que sí estaba seguro es de que tenía que ser el primero.
De sonrisa fácil, era un ventarrón, proponía, empujaba y rompía con paradigmas. Llevó las ovejas a Las Brujas, hoy estación Wilson Ferreira Aldunate, donde puso un tambo ovino y creó la invernada de vacunos para pequeños productores.
Se fueron abriendo distintas estaciones en Tacuarembó, Treinta y Tres y Salto que se sumaron a Las Brujas y a La Estanzuela. Con el director general de aquella época, el ingeniero Eduardo Indarte, fuimos acompañando las inauguraciones en algunos casos y reinauguraciones en otros. Durante esas actividades pasaron por los micrófonos del Diario Rural, nuestro programa en radio Rural 610 AM, los directores de todas las estaciones para contarnos sus planes y sus sueños.
Las cosas se fueron poniendo en su lugar y fue al ingeniero Mario Alegre a quien le tocó una tarea muy importante cargada de simbolismo. Debía trasladas desde Colonia hasta la Estación La Estanzuela los restos del doctor Alberto Boerger, el lugar elegido por éste para descansar en paz.
Aquel alemán, que había sido contratado por Batlle y Ordoñez y que fue "el padre" de la investigación en nuestro país, se le había negado hasta la jubilación en su tiempo.
El ataúd de Alberto Boerger fue llevado a pulso desde la entrada de La Estanzuela hasta el lugar exacto que él había elegido. Ese día yo fui con mi padre.
Tuvimos la suerte de conocer aquellos nuevos investigadores, hoy muchos de ellos con reconocimiento mundial. Fuimos testigos de sus éxitos.
El INIA nos dio la posibilidad de recorrer el país con el Ing. Jaime Rovira durante casi 5 años, escuchándolo disertar sobre manejo de ganado de cría. Todas las charlas desembocaban en el mismo mensaje, aunque nunca eran iguales, un verdadero maestro. Hay muchas anécdotas pero más que nada se desparramaba conocimiento por todo el país.
Guillerom Pigurina, Carlos Mas…no quiero nombrar a nadie en particular porque sería injusto y todos nos ayudaron en lo que pretendíamos hacer y nos hicimos amigos.
Hoy es una institución solidificada capaz de sobrellevar algún tropezón que les haya tocado vivir, pero le queda mucho por hacer, y si Dios quiere, seguiremos siendo testigos de lo que suceda.
¡Feliz cumpleaños INIA!