Hay agricultores que ya saben que este año perderán dinero con la soja
La sequía se extiende, hay varias chacras en las que se perderán muchos kilos por hectárea y algunos comenzaron a enfardar para rescatar lo que se pueda
Varios agricultores ya lamentan que este año tendrán pérdidas en el negocio que involucra la producción y comercialización de soja, según supo El Observador, considerando el déficit hídrico que tiene en jaque al cultivo en varias zonas del territorio nacional.
El ciclo productivo de la oleaginosa, el principal cultivo agrícola en Uruguay desde los primeros años de este siglo, está en un momento clave, en el que las plantas necesitan agua para concretar su desarrollo previo a la cosecha y ese recurso está faltando en todo el país, pero especialmente en la zona sur y en el bajo litoral oeste. Edgardo Rostán, presidente de la Cámara Uruguaya de Servicios Agropecuarios (CUSA), dijo que el panorama es de tal gravedad que hay algunos productores que comenzaron a trillar las chacras con soja para hacer fardos y destinar lo que recogen a la alimentación animal, “para al menos rescatar algo”. No pasa en muchos campos, pero es un recurso que algunos ya activaron. Además, estimó, tras puntualizar que “hay que ver zona por zona porque lo que ha llovido en los últimos meses es muy dispar”, la caída en el potencial de rendimiento es de 200 a 300 kilos en muchas chacras, con algunas aún no afectadas y otras con proyecciones de pérdidas mayores. Y, lo peor, es que la adversidad crece día a día porque hay jornadas de mucho calor, con muchas horas de radiación solar intensa. Para quienes pagan una renta por el campo en el que producen, considerando el conjunto de los costos, es necesario levantar al menos 2.750 kilos por hectárea para no perder dinero y eso, afirmó, “está seriamente comprometido en muchas de las empresas”. Un año previo con ganancias En la campaña pasada, la de 2018/19, el rendimiento promedio a nivel nacional fue de 2.970 kilos por hectárea, según un relevamiento oficial. En aquel caso, el grueso de los productores cubrió sus costos y obtuvo un margen de ganancia, al menos mínimo. Las sojas de primera, las que se sembraron antes, son las más afectadas. “La vienen peleando”, dijo Rostán, quien comentó que desde afuera de la chacra se observan zonas secas, con mucho impacto por la falta de agua, tanto que al ingresar se comienzan a ver abortos de hojas y de chauchas. En el caso de las sojas de segunda, “no están sufriendo tanto todavía”, porque al ser sembradas algunas semanas después las plantas tienen un tamaño menor y su demanda de agua no es tan elevada. “Hay muchos casos de situaciones críticas y lo peor es que no hay anuncios de lluvias hasta el 12 de marzo, muchas áreas con soja no van a soportar”, lamentó. En el caso de Ombúes de Lavalle, por citar una de las situaciones más complejas, hace dos semanas que no llueve y en el último episodio fueron apenas 18 milímetros, lo que no da para recargar el nivel de humedad adecuado en los suelos. Es más, en esa zona la última lluvia importante fue en octubre, recordó el empresario.
Caída en el área de siembra
Este año se producirá menos soja en Uruguay. A la merma productiva que deriva del escenario de sequía en buena parte de la zona agrícola en el país se añade que el área cultivada es menor en comparación con la campaña pasada.
La intención de siembra de cultivos verano para la zafra 2019/20 fue estimada en 1,074 millones de hectáreas (ha), área levemente inferior a la de la campaña de 2018/19, cuando se implantaron 1,105 millones de ha, según la encuesta “Primavera 2019” que divulgó la Dirección de Estadística Agropecuarias (DIEA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
Para la soja, el cultivo estrella de Uruguay, se estimó una intención de siembra de 910 mil ha, un 5,7% menos (56 mil ha) que en 2018/19 cuando se implantaron 966 mil ha.