A 20 años del conflicto con Botnia: la gran oportunidad que perdió el sector forestal en Argentina
El problema generó un congelamiento de las inversiones en uno de los sectores con mayor potencial de generar riqueza, dólares y riqueza.
Brasil, Uruguay y Chile tuvieron un exponencial crecimiento en la actividad.Hace 20 años en la Argentina se suscitó un conflicto insólito por la instalación de una planta productora de pasta celulósica de origen finlandés: Botnia.
Se armó una polémica que hizo enfrentar a dos países hermanos como nunca, cortó lazos durante años y generó un congelamiento de las inversiones en uno de los sectores con mayor potencial de generar riqueza, dólares que nos faltan hoy más que nunca y trabajo en nuestro bendito país: el sector forestal.
En aquel entonces el vice gobernador de la provincia de Entre Ríos tuvo una frase premonitoria: “El problema no es contra Uruguay”, “es por la contaminación del Río y en defensa del Medio Ambiente”, tratando de justificar el rechazo de Botnia a su Provincia.
La realidad fue muy distinta: Botnia vino directo a la Argentina, pero se topó con el apetito de funcionarios locales, que no estaban dentro de su programación y sin más, de un saltito se fue a Uruguay.
Tenía razón el Vice, no era contra el Uruguay, era contra la Argentina. De éste lado del río hubo que fabricar un relato “para la gilada”, diría el General, a fin de justificar la salida de Botnia: contaminación, envenenamiento del río, pérdida del Turismo local etc. etc.
Como castigo a los vecinos uruguayos (que por supuesto aceptaron a Botnia “sin condicionamientos”) se cortó el puente Gualeguaychú/Salto por varios años. Increíble en cualquier país, salvo en la Argentina.
Debiera aclararse que sí hay, o había plantas contaminantes eran las antiguas, el error fue oponerse a todo tipo de planta celulósica como si todas fuesen iguales. Como previendo el futuro los forestadores entrerrianos se opusieron ala posición oficial.
Finlandia está en el primer lugar en el mundo en cuanto a cuidado medioambiental y no contaminación de su industria celulósica.
Ocurrió, como suele ocurrir entre nosotros, que los debates no son tales; el tema se transformó en una pelea donde se discutió lo accesorio, se escondió lo fundamental y lo menos importante fue la razón. Cuestión errónea de por si que se hace grave y costoso cuando la palabra oficial es la que hace punta hacia el lugar equivocado…
También debiera saberse, que no puede existir una forestoindustria sustentable sin las plantas celulósicas que son el sostén donde se basa todo el desarrollo forestal. . es como pretender hacer un edificio sin construir los cimientos y la planta baja. Imposible.
En una forestación no todos los individuos son iguales, hay árboles de buen fuste y otros que no lo son, el 40% aproximadamente deben ser eliminados – raleos- para que los mejores puedan desarrollarse y ser vendidos a los aserraderos como madera de calidad.
En cuanto a los primeros, el raleos de los malos ejemplares son vendidos a las Plantas de Celulosa -que hacen de “basurero forestales”- transformando árboles de muy poco valor en material celulósica de alto valor, o la las Fábricas de tableros.
Los aserraderos a su vez venden sus deshechos a las Usinas de Bioenergia o Secaderos de Yerba Mate haciendo rentables desperdicios que no tendrín otro destino que la quema, que sí contaminan enviando carbono a la atmósfera.
Sólo así se puede desarrollar la industria forestal. Aasí cierra el el negocio.
Ésta alquimia económica de vender a las celulosas árboles sin destino al aserrió, es materia prima para cientos de productos finales como pañales, insumos médicos, papeles de todo tipo, servilletas, papel higienico, papel para cheques, diarios, para envoltorios, cartones, cartón corrugado para el comercio online de alta demanda actualmente y a futuro etc. etc.
Todos están permanentemente en nuestros hogares, que si no lo producimos tenemos que importarlos pagando materia prima y salarios en el exterior.
Así lo entendieron e hicieron nuestros vecinos y se quedan actualmente con muchos, muchos dólares; mientras acá nos quedamos con el relato. Que sí contamina la cabeza de los argentinos mientras el país se hunde y la pobreza aumenta.
Los resultados veinte años después
A Botnia, que había venido directo a Argentina, lo corrieron con la coima, lo dijo el propio gerente Finlandés.
Acá para simular la causa real, inventaron lo del daño al medio ambiente, que Botnia evenenaba el río, espantaba el turismo y su rechazo era una “Causa Nacional”.
Se realizó un Acto Patriotico contra las “papeleras” el día de la Independencia en Tucumán encabezado por el Presidente Kirchner al cual adhirieron con su presencia Gobernadores (incluído el de Misiones siendo que la forestoindustria es el primer motor económico de la Provincia).
Puro maquillaje para tapar la causa real…
Como si fuese poco lo de Botnia; Arauco empresa chilena radicada en Misiones estaba por invertir millones de dólares para aumentar su producción, pero no lo hizo por dudosas razones (no pudo “poner rueditas” a su Fábrica, pero le puso a los dólares y los llevó al Uruguay para una Planta de celulosa y después a Brasil donde radicó la mayor fábrica de celulosa del mundo e implantó un millón doscientas mil has. forestales
Hoy las consecuencias son lamentables. La Argentina por décadas mantiene la misma producción y superficie forestada, De tres fábricas de Celulosa que teníamos, hoy quedan dos: la última inaugurada hace 40 años (la ex Alto Paraná, arrancó en 1982).
Nuestro país importa celulosa de fibra corta hecho con pasta de eucaliptus, sin embargo Entre Ríos, la provincia de mayor forestación de eucaliptus en la Argentina, fallida receptora de Botnia y cabeza de la rebelión anti pasteras, por falta de una plantan elaboradora, actualmente tiene que exportar- rollos en bruto – su madera a China. A eso se llama popularmente “escupir para arriba”.
Un verdadero crimen forestal y la cabal demostración de que la corrupción es una de las primeras causas de la decadencia argentina.
En el año de la “Causa Nacional Patriótica” (2003) es tas eran las superficies forestadas y sus externalidades
Brasil: 5 millones de hectáreas forestadas; 6 millones de empleos directos e indirectos; exportaciones por 6.950 millones de dólares.
Chile: 2,1 millones de hectáreas implantadas; 117 mil empleos directos y el 1,8 % de indirectos (casi en doble que los directos) y 2.200 millones de dólares de exportación; importación 103 millones de dólares.
Uruguay: 800 mil hectáreas, 100 millones de dólares de exportación; dos plantas celulósicas.
Argentina: 1 millón de hectáreas forestadas; 810 mil toneladas de producción. 600 mil empleos.
Actualmente, 20 años después de la “Causa Patriótica”
Brasil: 10 millones de hectáreas forestadas; exporta 8.400 millones de dólares
Chile: 2,8 millones de hectáreas forestadas; exporta 3200 millones de dólares
Uruguay: 1,1 millones de hectáreas forestadas; exporta 1500 millones de dólares (antes de Botnia, Arauco, Stora Enso… exportaba 100 millones)
Argentina: 1,2 millones de hectáreas forestadas, (200.000 en 20 años). Seguimos como hace 20 años, con 810 mil toneladas. Una verguenza.
Brasil ,Chile y Uruguay, pasaron en los últimos 15 años a ser unos de los principales productores de Celulosa del mundo, con inversiones que superan los 25 mil millones de dólares y producir más de 25 millones de toneladas de celulosa.
Argentina, con una dirigencia más generosa con su país y menos apetito, debería estar integrando ese ese polo mundial.