Estudio realizado en la Argentina identifica gran cantidad de basura plástica y microplásticos en el Río de la Plata
La investigación en torno a la basura plástica y los microplásticos (MPs) en zonas costeras/marinas ha generado un gran interés por parte de la comunidad científica y los organismos tomadores de decisiones, debido a los alcances globales que presenta este tipo de contaminación y al aumento casi constante la presencia en el medio ambiente, señala el estudio titulado «Residuos Plásticos en Argentina.
Su impacto ambiental en la economía circular»; publicado en diciembre del 2020 por la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales que estudió el Río de la Plata.
El estuario del Río de la Plata recibe las aguas de los ríos Paraná y Uruguay aportando caudales aproximados del orden de los 17.000 y 6.000 m3 /seg, respectivamente, siendo el colector final de la cuenca del Plata. Este ecosistema presenta una superficie de 35.000 km2 , una profundidad media de 5 m y una máxima de 25 m en la desembocadura, advierte el estudio.
Teniendo en cuenta su geomorfología y dinámica, se lo divide en dos sectores: uno interior y otra exterior, separados por una barrera geomorfológica denominada Barra del Indio (que se extiende a lo largo de una línea que une Punta Piedras con Montevideo. La isohalina de 0,5 UPS (1000 µS/cm) y la Barra del Indio constituyen el límite entre el agua dulce, que ocupa el 37 % de la superficie del estuario, y la zona salobre.
La región interna tiene un régimen fluvial y una fuerte influencia de las mareas, mientras que la región externa es principalmente mixohalina. Este estuario es considerado un importante recurso hídrico que brinda diferentes servicios ecosistémicos para la provincia de Buenos Aires y el país. Entre ellos se reconocen la regulación del clima, de la calidad del agua y de los sedimentos, la provisión de agua, alimentos y materiales, transporte y actividades recreativas, entre otros.
La ruta del plástico en la costa argentina del Río de la Plata
De acuerdo con estudios realizados por Acha y colaboradores, a partir de muestreos del lecho de la desembocadura y en el sector costero del frente salino se constató que las bolsas plásticas y otros tipos de productos plásticos fueron los principales residuos encontrados en ambas zonas.
En el área costera, los plásticos representaron el 44 % del total de los residuos pesados, mientras que las
bolsas plásticas el 30 %. En tanto en el fondo del estuario, en el sector del frente, el 55 % fueron bolsas plásticas y 22 % otro tipo de productos plásticos. La concentración de basura encontrada aguas arriba del frente de salinidad de fondo (Punta Piedras – La Plata) fue significativamente superior a la hallada aguas abajo del mismo (Punta Piedras – Punta Rasa); demostrando que el frente de salinidad de fondo actúa como una barrera de acumulación de residuos.
Asimismo, se ha señalado que una buena parte de esos residuos plásticos, por acción de las mareas y los vientos, se acumulan en las playas del sector ribereño que se encuentran aguas arriba del frente (entre Punta Piedras y La Plata). La presencia de residuos en la línea de costa en este último sector también fue evaluada por Gómez y Cochero en un estudio de carácter cualitativo, el cual reveló residuos tales como plásticos, vidrio, metal, papel, tela, goma, desechos orgánicos domésticos y de higiene personal, entre otros.
Por otra parte, los autores advirtieron que las modificaciones de la zona ribereña suelen favorecer los procesos de acumulación de los contaminantes y de la basura. Entre las principales causas mencionan el desmonte para establecer rellenos costeros, áreas de recepción de residuos domiciliarios y para el avance de la urbanización. Estudios recientes también han demostrado la correspondencia entre el deterioro del hábitat costero y la concentración de MPs (microplásticos).
El estudio concluye que los principales cursos fluviales en una lista que incluye en el primer lugar al Río de la Plata demuestran cantidades significativas de microplásticos en sus aguas, por lo que es necesario activar los procesos participativos entre Estadociencia – Sociedad y Empresas, para establecer censos, mapas temáticos de desechos, establecimientos de áreas en peligro para cuantificar y mitigar los efectos de microplásticos en sus aguas y desembocaduras.