colillas playa duraznoEl destino final de las colillas de cigarrillos: Un problema “invisible” y grave para el medio ambiente

En ediciones pasadas se informó sobre la iniciativa del Senador suplente Dr. Juan Straneo que presentó a nivel del poder legislativo, en el que se establece la obligación de que en los espacios y edificios públicos cuenten con lugares de disposición final para colillas de cigarrillos.En dicha iniciativa también se contempla que existan multas para quienes arrojen colillas de cigarrillos en la vía pública, cuyo valor lo determinará el Ministerio de Salud Pública, siempre y cuando este proyecto sea aprobado.

Esta iniciativa tiene como uno de los principales actores a las intendencias departamentales quienes cumplirán un rol importante en la recolección y disposición final de las colillas, lo que, además, deberá ir de la mano con una intensa campaña para “educar” a los fumadores para que depositen las mismas en los recipientes especialmente destinados a tal fin.

Costos económicos y consecuencias para la salud
Si bien en el uso de la libertad que cada individuo tiene, uno puede optar por fumar o no, nuestro país, sobre todo en los dos períodos de gobierno que encabezó el hoy desaparecido físicamente Dr. Tabaré Vázquez, se hizo hincapié en una política anti tabacalera, donde, por ejemplo, se prohibió fumar en espacios cerrados de uso público, se incrementó el peso de los impuestos en la comercialización de cigarrillos y en las cajillas se incluyen imágenes de las consecuencias que puede traer para la salud de las personas el hábito de fumar.

Si lo medimos desde el punto de vista económico, una cajilla de veinte cigarrillos, en promedio en nuestro país tiene un costo de 150 pesos, multiplicado por treinta días representan 4500 pesos mensuales, cifra para nada despreciable en la economía doméstica ya que, si se multiplica por un año, alcanza los 54000 pesos.

En cuanto a la salud, el consumo de tabaco trae graves consecuencias para quienes fuman, pero también para aquellos considerados “fumadores pasivos”, es decir, quienes están expuestos al humo de tabaco. La nicotina produce dependencia y puede provocar enfermedades como distintos tipos de Cáncer como de esófago, pulmón, de tráquea, gástrico, de colon, páncreas, de mama, ovario, próstata, enfermedades del tipo vascular periférica, trombosis, accidente cerebro vascular, infarto agudo de miocardio, enfermedad pulmonar obstructiva, conocida como EPOC.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, por año, a causa directa del consumo de cigarrillos fallecen cinco millones de personas en todo el mundo y si no se toman medidas, este número puede elevarse a los ocho millones para 2030.

A lo antes mencionado hay que sumar los costos económicos que representan los distintos tratamientos en el ámbito de las instituciones públicas y privadas de la salud.

Un problema “invisible”
Existe otro aspecto, y no menos importante, y que seguramente sea uno de los argumentos del espíritu del proyecto presentado por el Senador Juan Straneo, es el de la contaminación ambiental que provoca cada colilla de cigarrillo arrojada en la vía pública, como por ejemplo en la playa, donde cada colilla contamina cincuenta litros de agua dulce, esa misma agua que luego consumimos o utilizamos para baños recreativos.

Si a esta cuenta la multiplicamos por la cantidad de cigarrillos que una persona fuma durante su estadía en la playa El Sauzal y a ese resultado lo multiplicamos por la cantidad de personas que fuman y a su vez se multiplica por los últimos treinta años, el resultado seguramente nos alarmaría sobre la cantidad de agua que se ha contaminado simplemente por la acción de arrojar las colillas en la arena.

Más allá de las campañas educativas y acciones que se tomen desde el gobierno nacional y departamental, es fundamental la conducta de cada individuo, concientizar de que hay que poner un poquito de voluntad de cada uno, si fumamos o generamos basura en la playa no nos cuesta nada arrojarla en las papeleras y si están llenas hay contenedores en el camping o me llevo y tiro en el dispositivo inicial de residuos más cercano que tengamos.

Las colillas de cigarrillos que las personas arrojan en la arena, por un tiempo van a permanecer allí hasta que a la primer creciente del río Yí, las mismas sean absorbidas acelerando el proceso contaminante del agua donde una sola colilla tiene la capacidad de contaminar cincuenta litros de agua dulce, en el mar es bastante menos porque se amortigua bastante por las sales, pero la verdad es que contamina directamente la composición del suelo, la arena, el agua y por supuesto los animales que viven, ya sean micro invertebrados que habitan en las orillas del río en este caso, también animales más grandes como algunos reptiles, aves y peces que no disciernen que es una colilla, que no es un animal que figura siendo una presa.

Durante 2020, en una jornada de limpieza y concientización sobre el tema, se recolectaron de la playa El Sauzal miles de colillas de cigarrillos y se colocaron recipientes especiales para la disposición final de las mismas. Este tipo de campañas deben de mantenerse en el tiempo involucrando a toda la sociedad para que no queden en esfuerzos aislados y esporádicos.

También es oportuno destacar, el trabajo que en su momento realizaron en nuestra ciudad las brigadas de jóvenes voluntarios que integran la Fundación “Mapeko Uruguay”, quienes llevaron a cabo jornadas de recolección de colillas de cigarrillos en diferentes puntos de la capital del Yí, como el Parque de la Hispanidad, las diferentes avenidas y también el microcentro. Esas colillas luego se derivaron a Montevideo donde se trabaja en un proyecto de reciclaje de las mismas.

Indudablemente que son demasiada cantidad de colillas que encontramos a diario en las calles de Durazno, en el camping, playa, plazas, parques y la gente en general no toma conciencia del impacto ambiental que ello representa.

Es imprescindible la sensibilización a la población sobre el cuidado del medio ambiente ya que de la conducta que tengamos cada uno de los seres humanos dependerá la subsistencia del planeta que habitamos al que contaminamos todos en mayor o menor medida. No solo la aplicación de químicos en la agricultura, los vertidos de las industrias en cauces de agua, la tala indiscriminada del monte indígena y tantas otras, deterioran el medioambiente.

Cada individuo con sus acciones, puede contribuir a revertir esta situación o a empeorarla aún más. De la responsabilidad ciudadana que tengamos, dependerá el resultado del impacto que provoquemos en el mundo que nos rodea, para nuestra generación que somos quienes lo habitamos hoy, pero por sobre todas las cosas, para las generaciones que vendrán.

EL ACONTECER - Durazno - URUGUAY - 01 Febrero 2023