El dinamismo de la economía uruguaya que crecería sobre 3% y el desafío que tendrá Orsi de cara a 2025
El PIB creció en el tercer trimestre 0,6% frente al trimestre previo y 4,1% respecto al tercer trimestre del año pasado. El nuevo gobierno tendrá varios desafíos respecto a la expansión económica.La economía uruguaya continuó su senda de crecimiento y recuperación frente a un 2023 que fue magro afectado por la sequía.
Según los datos del Informe de Cuentas Nacionales divulgados ayer por el Banco Central (BCU), el Producto Interno Bruto creció en el tercer trimestre 0,6% frente al trimestre previo y 4,1% respecto al tercer trimestre de 2023. De cara a 2025, el nuevo gobierno de Yamandú Orsi deberá lidiar con una serie de desafíos respecto a la expansión económica.
Además, el BCU revisó al alza los datos del trimestre abril-junio (esto suele ocurrir por la forma de medir el PIB). Ahora, en el segundo trimestre la economía creció 2,3% frente al primero (en vez del 2% estimado inicialmente) y 4% respecto a abril-junio de 2023 (en vez del 3,8% estimado anteriormente).
Los analistas consultados por El País coincidieron en que el crecimiento fue generalizado a nivel de sectores, que elevan levemente las proyecciones que tenían para 2024 (estiman entre 3,3% y 3,5%), pero que el 2025 se presentará desafiante por varios factores.
Con los datos de trimestre julio-setiembre el PIB nominal de Uruguay alcanza a casi US$ 80.000 millones (ver gráfico).
Para Giuliano Cantisani de CPA Ferrere, “el crecimiento del tercer trimestre estuvo en línea con lo esperado y lo que anticipaban los indicadores adelantados como el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE)”.
“Por el lado de la demanda, se destacó el aumento de las exportaciones y del consumo (ver aparte). Mientras que desde la perspectiva de la oferta la principal incidencia al alza estuvo en el sector Comercio, Alojamiento y Suministro de comidas y bebidas, explicado por una menor fuga de consumo hacia Argentina por menor diferencia de precios relativos. A su vez, también incidieron positivamente la Industria manufacturera, por la reapertura de la refinería de Ancap luego del cierre por mantenimiento, y Energía eléctrica, Gas y Agua, por la normalización post sequía”, agregó.
Por su parte, el economista jefe de KPMG, Marcelo Sibille dijo que el dato del tercer trimestre estuvo dentro de lo esperable. “Mantenemos la expectativa de crecimiento de 3,3% para el año 2024 que veníamos proyectando desde julio. El componente más dinámico fue la demanda externa, con las exportaciones que cerrarán el año con un alza en torno al 10% fundamentalmente por la celulosa y la soja atribuibles a la apertura de UPM 2 y finalización de la sequía, factores puntuales que no se replicarán en 2025. Por su parte, el consumo no mostró un crecimiento significativo”, afirmó.
En eso coincidió la socia de Exante, Florencia Carriquiry, quien indicó que el esperaban un mayor ritmo de crecimiento del consumo de los hogares “y estos datos no muestran un cambio de ritmo, pese a la suba del salario real y el empleo en los últimos dos años”.
El dato en sí del tercer trimestre, “no supuso mayores sorpresas, planteábamos un ritmo de crecimiento similar”, dijo Carriquiry y agregó que la revisión al alza del segundo trimestre “pone un piso más alto al crecimiento promedio anual”.
Si bien en Exante están revisando la proyección para este año, la misma se ubicaría “más cercana al 3,5%”, apuntó.
Respecto a qué puede pasar en el último trimestre del año, el socio de Vixion Consultores, Aldo Lema dijo que “los indicadores adelantados anticipan una aceleración adicional el crecimiento interanual del PIB de Uruguay, hacia una cifra en el entorno de 4,5%, tal como ya reflejó la producción industrial de octubre”.
“En particular, durante octubre, el IMAE volvería a crecer cerca de 4% interanual”, escribió en su cuenta de X (anteriormente Twitter).
Todo ello, “reafirma una expectativa de crecimiento del PIB cercana a 3,5% en 2024 y cercana a 4,5% en el año cerrado en marzo de 2025”, añadió.
En esa línea, Cantisani dijo que “es esperable cierto repunte de la actividad en el cuarto trimestre” por lo que el PIB en 2024 acumularía “un crecimiento levemente superior al 3%”.
“No obstante, dado el sesgo (al alza) reciente en las revisiones del PIB, es previsible que se den nuevas correcciones cuando se publiquen los datos de cierre de 2024, pudiendo implicar un crecimiento efectivo mayor al esperado”, agregó.
Sectores
Los sectores que más influyeron en el crecimiento del PIB en el tercer trimestre (respecto a igual período de 2023) fueron: Industria manufacturera y Comercio, Alojamiento y Suministro de comidas y bebidas, ambos explicaron 0,8 puntos porcentuales (cada uno) a la expansión de 4,1% del PIB.
Los siguieron Salud, Educación, Actividades inmobiliarias y Otros servicios con 0,5 puntos porcentuales de incidencia, Energía eléctrica, Gas y Agua con 0,4 puntos y Transporte y almacenamiento, Información y Comunicaciones con 0,3 puntos.
Cabe resaltar que todos los sectores incidieron positivamente en este trimestre.
gobierno de orsi
Riesgos externos y el turismo en 2025
El gobierno de Orsi deberá lidiar en 2025 con “el desafío de impulsar el crecimiento, luego de una década que promedió un aumento de la actividad levemente superior al 1%. La agenda para estimular el crecimiento es clave para la credibilidad del programa de Gobierno y para financiar las iniciativas de inclusión, bienestar y convivencia”, afirmó Cantisani.
En CPA Ferrere, prevén para 2025 un crecimiento en torno a 2,5%. “Entre los principales factores que incidirían al alza se destaca una temporada turística que luce relativamente auspiciosa en comparación con los últimos años (por el cierre de la brecha de precios con Argentina, aunque la depreciación acumulada del real encarece relativamente a Uruguay frente a los brasileños). En contraste, el panorama internacional ha dado un giro luego del triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, volviéndose más incierto y desafiante de cara a 2025”, apuntó Cantisani.
“El dólar se fortalece a nivel internacional, en particular frente a monedas emergentes. Por otro lado, la amenaza de una guerra comercial empeora la situación de débil crecimiento en China. En suma, la débil demanda internacional y condiciones financieras restrictivas presionan a los precios de los commodities a la baja”, agregó.
Carriquiry dijo que en Exante no prevén una gran revisión de la proyección para 2025, que estiman en 2,5%. Señaló que el “contexto externo se ha vuelto más complejo” y sectores como el Agropecuario y el de Electricidad ya no tendrán tanto destaque en 2025 tras el rebote que tuvieron este año por la sequía de 2023. Recordó que la refinería de Ancap estuvo cerrada hasta mayo de este año, por lo que en 2025 tendrá un rebote en el primer semestre y es un “efecto relevante en la industria”.
A su vez, “el crecimiento de la actividad de Comercio y Servicios” debería ser otro de los motores en 2025, “aunque como venimos con un menor ritmo del consumo que el que preveíamos, no es una certeza”, concluyó Carriquiry.
Para Sibille “de cara a 2025, si bien habrá un menor dinamismo en las exportaciones de bienes por las razones señaladas, también hay expectativa de una gran temporada turística por la mejor relación de precios con Argentina. En los últimos meses del año, algunos indicadores adelantados de actividad muestran un panorama auspicioso para el consumo interno, como el alza en la recaudación de IVA e Imesi, el mayor consumo de bienes durables, y el aumento de la masa salarial en términos reales tanto por empleo como por salario”.
En cambio, “donde vemos el mayor riesgo es en el plano regional por el lado de Brasil donde aumentó la incertidumbre económica. Por el momento seguimos pensando en un escenario global favorable, con crecimiento para Uruguay y precios relativos más adecuados. Pero si persiste la tensión cambiaria vía contagio brasileño, puede transformarse en un dolor de cabeza por el riesgo de aceleración inflacionaria y afectación al consumo”, advirtió Sibille.
Ventas al exterior y consumo dispares
Del lado de la demanda, en el tercer trimestre el Gasto de consumo final creció 1,3% respecto al tercer trimestre de 2023. En particular, el Gasto de Consumo Final del Gobierno aumentó 3%, explicado principalmente por un mayor gasto en servicios de educación. También aumentó el Gasto de Consumo final de los Hogares 0,8%, explicado en parte por el gasto en servicios de restaurantes y hoteles y en vestimenta, farmacéutica, vehículos y otros bienes de consumo importados, lo que fue parcialmente contrarrestado por la reducción del gasto de turismo en el exterior.
En tanto, las exportaciones subieron 11,8% respecto a igual trimestre del año previo, principalmente por un incremento de las ventas de soja, de productos farmacéuticos, celulosa y energía eléctrica. Por el lado de los servicios, aumentaron las exportaciones de servicios empresariales y de tecnologías de la información.
La inversión aumentó en el tercer trimestre
El otro indicador clave del lado de la demanda es la formación Bruta de Capital, que bajó 8,6% en el tercer trimestre en su comparación interanual, explicado principalmente por una desacumulación de existencias (debido a los granos exportados asociados a la mayor zafra de cultivos de verano). En tanto, la Formación Bruta de Capital Fijo (la inversión) creció 1,4% en el tercer trimestre frente al mismo lapso de 2023, con una mayor inversión en edificios y en otras construcciones como líneas de energía y carreteras. A pesar del menor dinamismo en obras ferroviarias (por la finalización de la construcción del Ferrocarril Central) y de que la inversión en maquinaria y equipos se mantuvo en niveles similares al año anterior, la inversión logró aumentar.