Polémica por nueva normativa en supergás: “El intercambio de garrafas no es el problema”, ¿qué efecto tiene?
Megal solicitó que las normas de intercambio de envases de supergas fueran más flexibles y evitar así quiebres de abastecimiento, pero otra empresa del sector dice que ese no es el problema.
La Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) publicó la resolución No. 478/024 el pasado 6 de agosto en la que acepta la solicitud de Megal de flexibilizar el intercambio de envases de garrafas de supergas 13 kilos GLP entre las distribuidoras del sector. Esto fue autorizado por la Ursea y comenzará a funcionar.
Pablo Cardelino, gerente de Operaciones de Megal, en diálogo con El País, había dicho que dicha resolución va a facilitar la operativa entre las empresas, lo que evitaría que se den ciertos quiebres en el suministro del producto a los hogares en invierno cuando hay mayor demanda.
En tanto, una fuente de otra de las empresas del sector de supergás se comunicó con El País para señalar que "la operativa ha venido funcionando bien", así como el suministro al cliente final –salvo en algunas ocasiones en las que, por ejemplo, hubo paro sindical-, pero no por el sistema de intercambio de envases entre las plantas.
“Sistemáticamente las empresas del sector que no realizan las inversiones suficientes en garrafas necesarias para poder envasar normalmente supergás, son las que le atribuyen fallas al sistema de intercambio, en vez de corregir sus propias deficiencias operativas y niveles de inversión, que no resultan adecuados para operar en el sector del supergás”, agregó la fuente que prefirió mantener su anonimato.
Según la fuente, la variación de la cantidad de garrafas de otros sellos, acumulados en cada planta, fluctúa en función de los cambios de participación de mercado de cada marca, pero no ha influido en el abastecimiento a la población.
A su entender, la excepción realizada en la normativa mencionada, ha permitido a Megal solucionar su situación puntual, “originada en sus decisiones comerciales de no realizar las inversiones correspondientes y adecuaciones operativas”, insistió.
Sobre la acumulación de garrafas que tendrían las empresas, reafirmó que es normal que esto ocurra.
Agregó que, en todo caso, la presión operativa que tiene Megal “se debe a sus decisiones comerciales en cuanto a que se presentó a una licitación de envasado del 70% de Ducsa sin evaluar previamente los efectos operativos de esa decisión”.
Cabe sañalar que el 30% restante del envasado de Ducsa es llevado a cabo por Acodike.
Por otro lado, el ejecutivo de Megal argumentó que tanto su empresa como Ducsa han aumentado su participación en el mercado últimamente, mientras que Acodike disminuyó levemente, y ese cambio en el market share ejerció presión en la operativa de envases, que no tiene que ver con inversiones ni adecuaciones operativas de la empresa.