Ferrocarril Central: la modificación a la obra que tuvo que hacer el gobierno por casas ocupadas
"Se generó una situación muy difícil con ocupaciones (...) que imposibilitaban generar la doble vía con los radios de curvatura adecuados a este proyecto ferroviario", contó el encargado del Ferrocarril Central.Estando al lado de la vía, basta con saltar una zanja para dar con los cerramientos de los ranchos que están a apenas unos metros.En ese tramo, de poco más de medio kilómetro, en forma curva sobre Máximo Santos que se abre de la línea que baja por la avenida Garzón y confluye como un "triángulo" en la Línea Minas de AFE.
Ahí estaban proyectados dos carriles del tren que llevaban hacia un taller para el mantenimiento de los trenes. Era una de las partes accesorias al Ferrocarril Central en Peñarol, el proyecto que conectará la segunda planta de UPM en Pueblo Centenario con el puerto de Montevideo."En el anteproyecto inicial pusieron doble vía. Cuando se evaluó la situación de los asentamientos, se valoró entre todas las partes, incluyendo AFE (Administración de Ferrocarriles del Estado) que no es imprescindible contar con una doble vía en ese tramo y que se maneja sin problemas el tráfico con una vía simple. De ese modo se evitó tener que intervenir en un realojo", explica a El Observador el ingeniero civil Luis Ceiter, encargado del proyecto.
A la izquierda están las casas sobre la faja, y a la derecha se abre la maleza, en un predio de AFE que a fines del año pasado concentró todas las miradas de las autoridades, con la aparición de cinco cuerpos en pocas semanas, en medio de un enfrentamiento cruento entre bandas que llevó a Peñarol a terminar como el barrio con más homicidios durante el año Ceiter, asesor directo del ministro de Transporte, José Luis Falero, había contado semanas atrás en Diputados que en el acceso al barrio tuvieron que "bajar de dos a una vía por los asentamientos, casillas y casas de AFE que están ocupadas", alegando que habitan allí exempleados del ente "a los que no saca nadie"."Se generó una situación muy difícil con ocupaciones (...) que imposibilitaban generar la doble vía con los radios de curvatura adecuados a este proyecto ferroviario", insistió, mientras contó que la Intendencia de Montevideo requirió para ese punto un "saneamiento asociado a la vía en la zona de Peñarol".
Las casas sobre la faja han traído varios dolores de cabeza, con expropiaciones para una vía de 273 kilómetros de largo que atraviesa cinco departamentos. "Tuvimos más de mil doscientas intervenciones entre expropiaciones, realojos y alquileres transitorios. Tuvimos que intervenir y dar solución a vecinos que, en algunos casos, estaban alquilando casas construidas irregularmente en la faja ferroviaria", planteó Ceiter.
Con un retiro de la casa cortado prácticamente al medio y un cerramiento metálico que suple un muro que por el movimiento de las máquinas tuvieron que sacar, para hacer a nuevo las tres vías que ingresan a Peñarol, el dueño de una de las casas del barrio sigue en vueltas con el seguro. "Me querían pagar por el muro, pero ¿qué hago con las cañerías que yo había puesto por fuera?", dice el hombre a El Observador. "No sabés lo que temblaban los vidrios y el piso. Y como yo, todos acá", sostiene en el pasaje sobre la calle Monterroso.
Las casas sobre la vías, más allá de la situación puntual del Ferrocarril Central, han estado en agenda de AFE –que administra el resto de las líneas ferroviarias– y llevan a su vicepresidente,Gustavo Osta, a achacarle al Frente Amplio que "son las bombitas que nos dejó".El deterioro de las vías y la preocupación de las autoridades quedó evidenciada en una sesión del directorio del 10 de junio del 2021, cuando ante un descarrilamiento a la altura de Manga y el socavamiento de otro punto sobre la Línea Minas llevó a Osta a plantear el cierre temporal de la vía.
El jerarca colorado acusó entonces que la acumulación de basura sobre los rieles habían llevado al descarrilamiento y que sucedió "porque no se tuvo la posibilidad de hacer lo que se tenía que hacer", lo que "podría haber sido un desastre por ser un centro poblado donde las casas se ven a dos metros y medio de la vía".La moción –dentro de una discusión que alertaba por la afectación de las crecientes lluvias sobre las vías– quedó entonces en minoría, bajo la premisa de que un cierre temporal desembocaría en el "camino lento hacia el final". El entonces gerente general Fernando Silveira –removido tras la asunción de José Pollack en la presidencia del ente– defendió que "la última responsabilidad es del conductor del tren, que si tiene tiempo frena".
"Si el conductor recibe la vía libre puede circular, pero eso no lo exime a él de que si ve algún problema en la vía, tiene que parar como ha pasado otras veces", indicó en aquella fecha.En Peñarol, mientras tanto, el polémico predio de AFE se mantiene incambiado. "Ahí hay que hacer algo", reclama la alcaldesa del Municipio G, Leticia De Torres, mientras el terreno,próximo al obrador del Consorcio Constructor del Ferrocarril Central, continúa a oscuras por las noches.