Hubo "factor humano" detrás del incendio en el Mirador de la Tahona
Bomberos trabajó todo el día de ayer para apagar el foco ígneo y hoy realiza guardias de prevención.Sobre la medianoche del pasado domingo, Bomberos asistió a un llamado en la zona próxima al barrio privado Mirador de la Tahona. Se trataba de un área forestal detrás, en el que un incendio se había desatado hacía pocos minutos .
Por Pablo Méndez
Oficiales se acercaron al lugar y comenzaron a mitigar las llamas, lo que lograron al poco tiempo. Una vez se retiraron de la zona, el viento sumado a las altas temperaturas generaron que se reanimara el fuego y se generara un nuevo foco ígneo con mayor rapidez de propagación.
Sobre las 9:30 horas de ayer, la situación se tornó incontrolable y Bomberos debió reforzar su labor para impedir que el fuego alcanzara a las viviendas cercanas.
Afectados
Las llamas se acercaban cada vez más, no solo al barrio privado sino a viviendas cercanas que se ubicaban a pocos metros y donde no existe un espacio de separación entre la vegetación y el avance del fuego.
Francisco, quien vive con sus padres en uno de los campos damnificados, cerró su negocio en Montevideo y se acercó al lugar apenas supo del incendio. Nació y vive en unas 12 hectáreas que utilizaba su familia para criar caballos y plantar lechuga.
Los primeros vecinos salieron ilesos, ya que fueron trasladados por los bomberos hacia la ruta, pero las plantaciones quedaron hechas cenizas.
Francisco recuerda que años atrás su familia tuvo que combatir contra las llamas, por lo que ya contaban con elementos para brindar apoyo al trabajo de Bomberos con bidones, botellas y baldes de agua.
“El incendio que arrancó anoche era chico, pero el viento cambió su fuerza y arrasó con todo. Por suerte fue casi campo en su mayoría”, explica Francisco en diálogo con El País.
El saldo negativo fue para los tres damnificados de la zona, conocidos como los De León, quienes perdieron sus viviendas y su único medio de ingreso: un desarmadero.
Se trataba de una familia de tres hermanos: Walter (79), Raúl (76), y Omar (69).
Ellos vivían en las viviendas afectadas, ubicadas en camino Eduardo Pérez, y solo uno de éstos se encontraba dentro de la casa en el momento en que se desató el fuego. El hombre padecía una discapacidad para caminar, por lo que personal de Bomberos debió trasladarlo en andas hasta un lugar seguro.
Una vez fuera de peligro, el hombre presentó dificultades para respirar, por lo que fue trasladado a un centro asistencial con un principio de intoxicación por el humo inhalado.
Según explicó Pablo Benitez, vocero de Bomberos, las casas eran de materiales como barro, chapa y paja, por lo que fueron consumidas casi al instante por el fuego que avanzaba a gran velocidad.
Uno de los hermanos -Raúl De León- explicó entre llantos que se encontraba bien de salud, pero lamentaba el haber perdido todo.
Lo hizo en diálogo con Canal 12, donde explicó que vivía en aquella zona desde que era un niño. Hoy a sus 76 años, no pudo aguantar las lágrimas al explicar que se trataba del sacrificio “de toda una vida”.
Los vecinos de la zona, se solidarizaron con los implicados y organizaron donaciones para intentar devolverle lo que las llamas le quitó a los hermanos.
Esta iniciativa solidaria permitió que se les entregara a los damnificados electrodomésticos, prendas de ropa y dinero en efectivo para rehacer su negocio.
Focos
Los diferentes equipos de Bomberos -que se acercaron desde Pando, Solymar, Parque del Plata, el cuartel Centenario, Las Piedras y Carrasco- junto al personal de la Intendencia de Montevideo, la Policía y la Fuerza Aérea, diagramaron un plan de acción que tuvo como primer objetivo reducir los daños en viviendas.
Los equipos de la comuna capitalina se acercaron al lugar con máquinas que permitieron generar cortafuegos para anular la propagación de las llamas.
Un helicóptero proporcionaba a Bomberos imágenes aéreas para identificar los focos y así repartir a las diferentes unidades en el terreno.
Esto permitió un trabajo organizado, que fue reforzado por la presencia de helicópteros de la Fuerza Aérea. Estos aparatos, con dispositivos de carga y descarga de agua, se trasladaron a los diferentes puntos donde las llamas avanzaban arrojando agua, lo que permitía a los Bomberos en tierra ingresar con mayor facilidad a mitigar el fuego por tierra.
Con este panorama sobre las 17 horas, el incendio no estaba controlado, pero las llamas estaban lejos de las viviendas del lugar.
Entre los últimos focos se identificó un monte de eucaliptos, propiedad de Wilson García. El hombre explicó que pudo ver como los Bomberos combatían el fuego en la zona el día anterior y también como se tornaba “incontrolable en muy poco tiempo”.
Según lo que estimó el dueño dedicado a la forestación, 58 hectáreas suyas fueron afectadas por el incendio, aunque su preocupación era otra: “El viento complica mucho a la gente del barrio privado, porque vivieron momentos críticos con el fuego”.
Causas
Para Benítez, no cabe duda de que “este tipo de incendios suelen estar acompañados por un factor humano”.
Con esto, el oficial descartó que se iniciara por inclemencias del tiempo aunque advirtió que se debe esperar por lo que indiquen las pericias.
En esta línea, Benítez detalló una serie de acciones que pudieron llevar al trágico desenlace. “Ya sea una quema -que están prohibidas en estas fechas-, un trabajo o cualquier tipo de acción que realizaron personas en el lugar como punto de partida de las llamas”, agregó.
Mediciones
Sobre la tarde de ayer, se estimaba que la superficie afectada ascendería a más de 50 hectáreas. Sin embargo, al caer la noche, personal de Bomberos en el lugar confirmó a El País que el daño afectó a una cantidad superior y ya rondaba las 80 hectáreas. “Se trata de una cifra estimada, producto del recorrido que estamos realizando por el predio afectado en la noche, con la intención de detectar posibles focos nuevos y mantener la calma de los vecinos”, explicó Benitez.
Durante la última conversación con dotaciones en el lugar, El País supo que aún existía un frente de 40 metros aproximadamente con fuego, sobre la calle Luis Eduardo Pérez.
SABER MÁS
Cifras de incendios “crecen muy rápido”
El vocero de Bomberos, Pablo Benítez, explicó que el aumento de incendios en el último tiempo ha sido enorme y agregó que éstos “aumentan muy rápido”.
Este análisis lo hace tras un conteo primario e interno de Bomberos que supera las cifras publicadas en enero de 2023.
Entre los determinantes que llevan a esta realidad están las altas temperaturas registradas, la imprudencia del factor humano y las rachas de viento que una vez iniciado el incendio determinan la propagación de las llamas.
En el informe de enero se estipulaba que desde el 1° de diciembre de 2022 hasta el 20 de enero de este 2023 hubo 1.829 incendios forestales, los que provocaron pérdidas en más 13.000 hectáreas.
Según figura en el informe elaborado por la Dirección Nacional de Bomberos, esta cifra es mayor a la registrada en el mismo período de 2022, con incendios que aún continúan y condiciones ambientales que no cambian.
Las cifras recabadas equivalen en promedio a más de 35 incendios por jornada en un lapso de 51 días.
Según el Director Nacional de Bomberos, Ricardo Riaño, hubo un 24% más de intervenciones en lo que va de esta temporada que en 2022, pero se debe tener en cuenta que las condiciones no eran similares. “Solo el incendio de Río Negro y Paysandú afectó 22.000 hectáreas, este año tenemos una cifra menor en daños”, pese a que hubo más focos, dijo en aquel entonces el jerarca. En ese mismo lapso de tiempo, según Bomberos, en la temporada estival de 2022 se registraron 1.407 intervenciones y fueron dañadas 22.000 hectáreas. Esto se debió en gran medida al incendio en Río Negro y Paysandú -el más grande en la historia del Uruguay-.
Los departamentos más afectados por los incendios hasta el 20 de enero de 2023 fueron: Canelones con 581 focos ígneos, Montevideo con 447, San José con 186, Salto con 80, Rocha con 58, Colonia con 56, Maldonado con 47, Tacuarembó con 45, Rivera con 44, Florida con 43, Soriano con 43 y Artigas 41.