incendios forestales3La FAO hace llamado a priorizar medidas de prevención para enfrentar crisis por incendios forestales en AL

Un llamado a priorizar las acciones de prevención hizo la FAO durante su participación en la VIII Plataforma Regional para la Reducción del Riesgo de Desastres, celebrada en Punta del Este, Uruguay, donde compartió y facilitó información sobre experiencias desarrolladas en América Latina, para hacer frente a incendios y para gestionar desastres y mitigar los efectos del cambio climático.

El evento fue organizado por el Gobierno de Uruguay a través del Sistema Nacional de Emergencias, junto a la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) y contó con la participación varias agencias de la ONU, como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la FAO, entre otros.

Entre 1997 y 2017, uno de cada cuatro desastres en el mundo y 53% de las pérdidas económicas ocasionadas por eventos de origen climático, ocurrieron en América Latina y el Caribe, según UNDRR.

Durante la sesión de manejo integrado del fuego, los panelistas presentes destacaron la importancia de un enfoque holístico para prevenir y manejar los incendios forestales en la región. Pieter Van Lierop, Oficial Forestal de la FAO para América Latina y el Caribe, enfatizó que la simple tecnología de extinción no es suficiente para abordar el problema de manera sostenible y a largo plazo.

"Las agencias de Naciones Unidas a nivel regional están de acuerdo sobre la importancia de analizar el tema de manera integral, teniendo en cuenta las realidades históricas, socioeconómicas y ecológicas al planificar y aplicar estrategias de manejo del fuego que se da en zonas agrícolas para que no se extienda a áreas forestales. La FAO recomienda invertir financieramente más en entender las causas subyacentes, y en la prevención", sostuvo Van Lierop.

El experto agregó que se debe adoptar un enfoque sistémico, integral y holístico que incorpore los principios de las 5R (por sus siglas en inglés) para un manejo integral del fuego: revisión, reducción de riesgos, preparación, respuesta y recuperación. De esta forma, se podrán implementar soluciones sostenibles y a largo plazo para prevenir y mitigar los incendios forestales.

Alertas tempranas en América Latina

En otra sesiones de trabajo, la FAO reforzó la importancia de fortalecer los sistemas de alerta (SATs), y en basar las decisiones en datos concretos de afectación, como los que genera la plataforma de Datos de Emergencias de la FAO (DIEM, por sus siglas en inglés).

Una de las experiencias destacadas fue la de Bolivia que, en los últimos años, ha fortalecido el trabajo de gestión de riesgos frente a incendios y sequías a través de los SATs. Junto al Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea - ECHO y la Embajada de Suecia en Bolivia, se ha implementado una estrategia integral combinando cultivos tradicionales con bosques para que los ecosistemas sean más resilientes ante sequías e incendios. Con esto, se ha dado apoyo a los medios de vida de 17 700 personas con un enfoque de género y resiliencia en comunidades indígenas.

Metodología para gestionar daños y pérdidas

En Uruguay, según el Instituto Nacional de Meteorología, un 60% del territorio está siendo afectado por una falta extrema de lluvias y la emergencia agrícola fue declarada en octubre de 2022. El Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca estima que los daños y pérdidas causados por el déficit de lluvias supone un impacto directo total aproximado de 1 175 millones.

En ese contexto, el país cuenta con una metodología liderada por el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca, con apoyo de la FAO, para administrar y centralizar la información disponible y así calcular las pérdidas en diferentes rubros productivos. La herramienta, también está en proceso de implementación en Argentina, Colombia y Chile.

Sabiduría ancestral ante emergencias

La gestión del riesgo y la respuesta ante incendios y sequías debe ser sin dejar a nadie atrás. Según datos de la FAO, alrededor del 35% de los bosques de América Latina se encuentra en zonas habitadas por grupos indígenas. Pese a que las comunidades suelen ser más vulnerables por los niveles de pobreza, inseguridad alimentaria, falta de acceso a servicios, e incluso información, existe mucho conocimiento, cultura, tradiciones, que permiten a las comunidades indígenas anticiparse frente a emergencias.

Según datos de la FAO, casi la mitad (45%) de los bosques intactos que quedan (grandes áreas forestales no degradadas) en la cuenca del Amazonas está en territorios indígenas, ya que las comunidades se convierten en guardianas de los bosques.

"Es fundamental recoger las experiencias y saberes locales que surgen desde las comunidades para dar respuesta a las amenazas, y que son resultado del conocimiento acumulado a nivel local. Debemos seguir avanzando en integrar todo eso en la gobernanza y en los sistemas nacionales de gestión del riesgo de desastres de los países", explicó Marion Khamis, Especialista en Gestión del Riesgo de Desastres de la FAO para América Latina y el Caribe.

Justamente en esa línea en Colombia, la FAO y el Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia de las Naciones Unidas, presentó el trabajo con las comunidades de Chocó y Nariño para reconstruir y garantizar la seguridad alimentaria y los medios de vida tras el acuerdo de paz. En ese marco, y tomando como base sus conocimientos, se ha dado apoyo a 1 161 familias, y se han implementado 23 centros demostrativos de capacitación, así como huertos y sistemas de producción ganadera familiar con aves de corral, peces y cuyes.

UYPRESS - Montevideo - URUGUAY - 06 Marzo 2023