fu incendiosUna sola fuerza contra los incendios forestales

Nuevas cámaras inteligentes, aviones fumigadores capaces de combatir incendios, una innovadora metodología de trabajo interinstitucional, sistemas de detección perfeccionados y decenas de horas de capacitación a personas dentro y fuera del rubro son algunas de las novedades que presenta el plan conjunto entre el Operativo de Protección Anti-Incendios Forestales (O-PAIF) de la SPF y organizaciones del Estado, como Bomberos y el Sinae, para enfrentar una nueva temporada estival.

Casi un año ha pasado desde que Uruguay viviera el peor episodio de incendios forestales de su historia. Aquellos sucesos, en los que 14.910 hectáreas de bosques comerciales fueron devoradas por el fuego a fin de año en Río Negro y Paysandú, marcaron un antes y un después en lo que a enfrentar estas emergencias se refiere. Hoy, 12 meses después, una nueva temporada estival está por comenzar y tanto actores públicos como privados se preparan exhaustivamente para encarar sus exigencias.

La gran lección aprendida de los incendios del año pasado fue la necesidad de mejorar la coordinación y articulación entre actores ante un evento de magnitudes enormes. En eso están de acuerdo el coordinador del Operativo de Protección Anti-Incendios Forestales (O-PAIF) de la SPF, Rafael Sosa; el director del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae), Sergio Rico; el comandante de los Servicios de Bomberos del Interior, Martín Bogao, y el jefe de prensa de la Dirección Nacional de Bomberos (DNB), Pablo Benítez. Al respecto, este último mencionó que “cada institución tiene su forma de trabajar, su forma de manejarse internamente y, cuando todo eso converge, hay dificultades. En los incendios pasados en Paysandú y Río Negro fue notorio que los inconvenientes más grandes no fueron por falta de recursos, porque recursos había, sino por la forma de gestionarlos, administrarlos e interactuar con todas las instituciones”.

Por eso, una de las primeras acciones con miras a la temporada 2022-2023 encaradas por el O-PAIF fue incorporar el Sistema de Comando de Incidentes como la metodología de trabajo que seguirán en la gestión de emergencias. Este es un sistema utilizado por gran parte de los respondedores a emergencias del mundo que, desde hace unos años, la DNB también aplica. “Justamente, es una metodología para la gestión de eventos complicados y de gran magnitud que pueden tener diferentes dimensiones y que implican que haya diferentes actividades y actores para tener un fin exitoso”, describe Sosa, de la SPF. “Se basa en un comando unificado, en una jefatura única y en la gestión de todo lo que son recursos y eventos periféricos”.

Para que las operaciones del sistema de protección contra incendios de la gremial se alineasen a la metodología de trabajo de Bomberos se capacitó, entonces, a 130 personas del sector forestal para actuar bajo este modelo. “Hoy hay muchos funcionarios de empresas forestales, incluso a nivel gerencial, que han sido capacitados en lo que es el Sistema de Comando de Incidentes. Eso es sumamente importante y positivo. Aunque parezca chico, es un paso gigante porque aquello que nosotros estamos trabajando a la interna de una institución pública logró permear al sector privado porque entendieron que era necesario”, valoró el vocero de Bomberos, Pablo Benítez.

CEREBRO CENTRALIZADO

En congruencia con la unificación de comandos, el O-PAIF pasará a tener una única central de despachos en Durazno. Antes, las tres bases donde estaban apostadas las brigadas helitransportadas (en Andresito, Tacuarembó y Lavalleja) tenían cada una su propia central de detección y despacho, y se gestionaban de manera local. Esto no seguirá siendo así. Para esta temporada, las tres bases seguirán existiendo (pues aseguran la cobertura de todo el patrimonio forestal, llegando en menos de 45 minutos a cualquier punto dentro de su área de influencia), pero el análisis y la detección de incendios se concentrará en Durazno.

La nueva central en Durazno hará “todo lo que es el control de la detección, después lo que es el despacho de los recursos, además de la gestión de esos recursos en la propia emergencia”, señala Sosa. Todo esto, además, se realizará utilizando un nuevo software que combina una base cartográfica con las condiciones climáticas existentes por zonas. Así, por un lado, se verá el índice de riesgo de incendios forestales teniendo en cuenta temperatura, humedad y viento (datos que se toman de Inumet) y, por otro lado, se tendrá un mapa de riesgo basado en el combustible existente. “Este combustible se trata de los bosques y sus potenciales factores de riesgo en función de la edad, el manejo, la etapa de producción en la que se encuentran, el área ocupada, si existen bosques vecinos o no. Todas esas condiciones implican mayor o menor riesgo y esas son las cosas que estamos considerando para tener en el menú y despachar”, explica Sosa.

Además de conocerse las condiciones de cada bosque, con la base cartográfica también se podrá saber a detalle cómo llegar a cada predio, las rutas y caminos que lo atraviesan, así como el lugar donde están las tomas de agua y los recursos de cada empresa. Este, en definitiva, es un gran cambio para el sistema de detección y combate de incendios forestales, pues al contar con más información y vectores de datos a través del software, el despachador puede tomar decisiones más acertadas y planificar mejor las estrategias.

A partir de esta temporada, también, se han desarrollado modelos de despacho para el combate de focos. dependiendo del índice de riesgo y los recursos disponibles. De esta manera, existe un protocolo donde ya están predeterminadas ciertas respuestas ante una emergencia según sus características. La búsqueda de eficiencia y rapidez en la respuesta es lo que motiva este cambio.

Para esta temporada, el Operativo de Protección Anti-Incendios Forestales de la SPF incorporó el uso de cámaras inteligentes para la detección de incendios forestales en la zona del litoral.

LA INFORMACIÓN ES PODER

La colaboración entre Bomberos y la SPF durante estos meses también incluyó el trabajo alrededor de un plan de acción forestal enfocado en la respuesta consensuada ante las emergencias. En charla con Forestal, el comandante de los Servicios de Bomberos del Interior, Martín Bogao, comentó que una de las falencias constatadas en diciembre y enero fue la falta de conocimiento entre autoridades de las distintas instituciones reunidas.

El protocolo, que se ha estado desarrollando en el plan de acción forestal, define responsables y líneas de comunicación en empresas forestales, alcaldías, intendencias, Bomberos, Sinae, OSE, entre otras organizaciones. “Ese protocolo no solo marca quién es el encargado de cada área, también muestra las herramientas y recursos humanos, como brigadas u obreros, que tiene cada organismo”, menciona Bogao. “Por ejemplo, las alcaldías no tienen brigada, pero sí sabemos con cuánta gente dispondrá Piedras Coloradas, Algorta o Guichón en caso de que solicitemos apoyo. Sabremos si tienen exactamente uno o dos camiones, una cisterna o una pala. Ante una emergencia, no tendremos que salir a buscar qué es lo que tiene cada uno, sino que automáticamente estará establecido en el protocolo”.

A través de la Mesa de Trabajo de Piedras Coloradas, Bomberos también realizó recorridas a predios forestales de la zona donde fue posible identificar otros recursos útiles como, por ejemplo, cascos de estancias (en desuso o no). Saber que se dispone de esa infraestructura ‒con conexión eléctrica, agua, etc.‒ para colocar un punto de comando o apostar un contingente más cercano a la emergencia es una gran ventaja.

DESDE LAS ALTURAS

La cobertura aérea ha sido algo que caracteriza, ya desde hace unos años, la labor de detección y combate de incendios forestales en Uruguay. Desde el sector público con aeronaves de la Fuerza Aérea y de la Policía Nacional, y desde el ambiente privado con aviones de detección y helicópteros de combate gestionados por el sistema de la SPF. Ahora, para la temporada 2022/2023, se sumarán dos nuevos actores: la Armada Nacional y la Asociación Nacional de Empresas Privadas Aeroagrícolas (Anepa).

En el caso de la Armada, se hizo la compra de un bambi bucket o helibalde que permite hacer descargas de agua desde un helicóptero. Por su parte, la Anepa realizó una adaptación en algunos de sus aeroaplicadores (que comúnmente lanzan insumos) para que puedan contar con tanques de 500, 1.000 y 1.500 litros que descarguen agua durante el combate a incendios forestales.

Precisamente para afinar la coordinación entre los actores aéreos a raíz de la introducción de estos nuevos jugadores es que se planificaron dos ejercicios de preparación durante el mes de noviembre. El primero se realizó el miércoles 16 en el establecimiento Palo Solo, cerca de Orgoroso, y contó con participación de Bomberos, empresas forestales de la zona, Anepa, Sinae, el Ejército, la Policía, el Municipio de Piedras Coloradas, entre otros.

El otro simulacro se realizó en el Parque Nacional de Santa Teresa en Rocha, los días 22 y 23 de noviembre, y estuvo a cargo del Sinae. La idea era dotar de experiencia a los aeroaplicadores, luego de que siguieran cursos de capacitación con la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica en Melilla. “No es lo mismo aplicar un producto agrícola. Acá se van a enfrentar al humo y otro tipo de situaciones”, dice Rico, del Sinae. Se tuvo un “hipotético caso de un comando unificado donde se coordinan [las operaciones de] un helicóptero de la Armada, un helicóptero de la Fuerza Aérea y tres o cuatro avionetas agrícolas. Toda la coordinación del espacio aéreo es competencia de la Fuerza Aérea”. Por supuesto, también hubo acción a ras del suelo con la participación de Bomberos, intendencias, alcaldías y otras instituciones.

En ambos simulacros, otro de los grandes objetivos de los ejercicios fue poner a prueba el Sistema de Comando de Incidentes.

MIRADA INTELIGENTE

Pero el helicóptero de la Armada y los aeroaplicadores no son las únicas novedades en las alturas. Este año, el O-PAIF incorporará un sistema de detección por cámaras e inteligencia artificial. “Cerca de la quinta parte del área protegida utilizará este sistema; se trata de toda la zona del litoral: Paysandú, Río Negro y parte de Soriano”, detalla Sosa, de la SPF.

Las cámaras están colocadas sobre mástiles de 60 metros de altura y en dos minutos logran girar 360° y tomar fotografías de todo su entorno. Mediante inteligencia artificial, el sistema compara las imágenes recién capturadas con imágenes de archivo para identificar patrones que corresponden a posibles focos de incendio (como humo, fuego o luz, si es de noche). De ser el caso, el sistema lanza una alerta y el operador puede tomar control de la cámara y “hacer zoom” para ubicar el foco y conocer más de la situación. Sosa aclara que lo que se pretende con esta innovación es “detectar cuanto antes y actuar en consecuencia. Llegar lo antes posible es lo que hace la gran diferencia”.

Bomberos ya confirmó la utilidad de las cámaras en la detección de incendios en el país. Desde la temporada pasada son seis las cámaras instaladas en Maldonado y Rocha que advierten a la DNF de focos forestales. “Ha sido una alerta temprana muy efectiva”, dice Bogao.

OJO AL CLIMA

Algo en lo que se ahonda, tanto desde Bomberos como desde el Sinae, es en concientizar tanto a la población civil como a las instituciones en que es inevitable que los incendios forestales ocurran ‒por más trabajo que se dé en la prevención ‒. Por eso, es vital que se esté lo más preparado posible. “Hay que decir que esto va a pasar de vuelta”, aclara Benítez, “las condiciones meteorológicas para que sucedan incendios forestales van a estar. Va a haber mucha temperatura, baja humedad, vientos y, hoy en día, la vegetación en muchos lugares está seca y amarilla. El riesgo está”.

Este 2022, Uruguay atraviesa su tercera primavera marcada por el fenómeno de la Niña, una temporada seca que genera que se llegue a los primeros días de diciembre con condiciones extremas y un riesgo muy alto para incendios forestales. Teniendo esto en cuenta, el sistema de la SPF adelantó su inicio y comenzó las operaciones de detección aérea el 21 de noviembre. En consecuencia, el trabajo en las bases se inició el 5 de diciembre y se extenderá hasta el domingo de la Semana de Turismo (el 9 de abril). “Siempre terminamos el 31 de marzo, pero Turismo es un momento particularmente riesgoso por los campamentos, entonces vamos a extender las operaciones”, detalla Sosa.

Con el alargamiento del período de trabajo, por supuesto, también aumenta la inversión que los asociados al Operativo de Protección Anti-Incendios Forestales deben realizar. Los años anteriores la inversión era de alrededor de dos millones y medio de dólares cada verano, este año se calcula que se aproximará a los cuatro millones.

El sistema de la SPF trabaja con data proporcionada por Inumet, y una fórmula conocida para quienes se desempeñan en el O-PAIF es el popular 30-30-30. “Si se tiene más de 30 °C de temperatura, más de 30 km/h de viento y menos de 30% de humedad relativa, las condiciones están dadas para que pase cualquier cosa”, explica Sosa, de la SPF, “nuestro clima es absolutamente impredecible, todos los años ocurren cosas diferentes”.

Pero Inumet, luego de lo ocurrido la temporada pasada, también ha puesto manos a la obra con el objetivo de mejorar la detección anticipada de incendios forestales. Así se encuentra trabajando, hoy, en el perfeccionamiento del índice de incendios forestales nada más y nada menos que con la NASA. Así lo confirmó el director del Sinae, Sergio Rico, a Forestal. Desde setiembre “llevamos teniendo reuniones con la NASA, ya que nos están ayudando a mejorar el sistema de detección de incendios forestales. No va a ser rápido, nos va a llevar tiempo, pero ya tuvimos una charla si se quiere más política, pasamos a lo técnico-político y, en estos momentos, están reunidos los técnicos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, de Inumet y del área de información del Sinae con técnicos de la NASA”.

JUNTOS ES MEJOR

Si bien se han desarrollado iniciativas para mejorar la preparación contra incendios en aquellas instituciones, públicas y privadas, que combaten directamente estas emergencias, lo cierto es que los eventos de fines de 2021 también generaron una gran avidez en la población civil por estar mejor preparados.

En el marco del Grupo de Piedras Coloradas, Bomberos realizó capacitaciones en escuelas y liceos (tanto urbanos como rurales) y centros de la UTU en todo el eje de la Ruta 90 y la Ruta 25 (como Piedras Coloradas, Orgoroso, Pandule, Algorta, Paso de la Cruz, Paso de los Mellizos, Grecco, etc.).

“Los incendios que ocurren en forma espontánea o porque cae un rayo o sucede un accidente son los menos. La mayoría son porque alguien los inicia, entonces poder concientizar a la gente y que se entienda que todos podemos contribuir a que no sucedan estas cosas es importante”, aclara Pablo Benítez. Para el vocero de Bomberos, un buen ejemplo de esto se ve en la costa este del país. Hace unos años “empezamos a trabajar con la gente para aumentar el nivel de concientización y de esa manera bajar las incidencias. En Rocha y Maldonado vimos el fruto el año pasado: no hubo incendios complejos y los que hubo se controlaron rápidamente. Ha sido un trabajito de hormiga donde se fue a diferentes comunidades, hicimos limpiezas, hicimos cortafuegos y un trabajo muy a fondo con cada comunidad, y resultó”. El anhelo es recorrer el mismo camino con las comunidades y organizaciones forestales del norte del país.

PROTECCIÓN EN CASA
Además de los cambios e incorporaciones al Operativo de Protección Anti-Incendios Forestales (O-PAIF) de la SPF, algunas empresas forestales decidieron agregar equipa – miento de manera particular. Entre los recursos de mayor porte adquiridos están, por ejemplo, equipos pesados como camiones de bomberos y equipamiento antiincendios que puede adaptarse a forwarders. “Muchas empresas también han sumado equipo liviano como mochilas y firechiefs que te ayudan en la primera respuesta y que son los que hacen la diferencia si llegás rápido a un foco pequeño”, dice Rafael Sosa, coordinador del programa contra incendios de la gremial.

REVISTA FORESTAL - Montevideo - URUGUAY - 06 Enero 2023