laguna del CisneOSE puede “sacrificar” la laguna del Cisne para resolver problema de abastecimiento, advierten Intendencia de Canelones y Udelar

Según expertos del Centro Universitario Regional Este, el trasvase de aguas instalado por el organismo en el arroyo Solís podría causar efectos ambientales graves.Si bien el desabastecimiento de agua potable no es un problema frecuente en la capital del país, la situación es muy distinta en la Costa de Oro (Canelones), donde hasta el día de hoy la población está expuesta a habituales cortes del servicio, sobre todo durante el verano.

Es por eso que para asegurar el suministro en la zona, la OSE se abastece de diversas fuentes, como el propio sistema metropolitano, la usina del arroyo Sarandí y fundamentalmente la laguna del Cisne, ubicada en la localidad de Salinas.

Sin embargo, la escasez de lluvias y las sequías determinaron que la empresa considerara necesario aumentar el volumen y los caudales de extracción disponibles en la laguna. Recientemente, la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental (Dinacea) autorizó a OSE a llevar adelante una obra que permitirá el trasvase de agua desde el arroyo Solís Chico hasta la laguna del Cisne, un anuncio que no cayó bien entre los vecinos de la zona y la comunidad académica. Es que a entender de los expertos que integran la Comisión de Cuenca —un equipo interinstitucional creado en 2014— la medida implicaría cambiarle toda la hidrología a la laguna, lo que podría producir un grave impacto ambiental en su ecosistema.

“Una inyección de agua clara en la laguna va a generar un detrimento de su calidad de aguas”, dijo a Búsqueda el investigador de Ecología y Rehabilitación de Sistemas Acuáticos del Departamento de Ecología y Gestión Ambiental del Centro Universitario Regional Este (CURE) de la Universidad de la República, Guillermo Goyenola. El experto afirmó que la obra, un caño de 5 kilómetros de longitud que parte desde el arroyo Solís Chico al costado de la ruta 8, comenzó a funcionar en noviembre y que la comisión no fue informada.

“Hubo cierto ámbito de negociación entre el Ministerio de Ambiente y la OSE para establecer cuidados de impacto ambiental en la obra, porque la empresa lo único que estaba considerando era el tener agua suficiente pero sin tener ningún tipo de plan de mitigación”, criticó Goyenola. En enero la cartera emitió una resolución, a la que accedió Búsqueda, en la que aprobaba la obra en función de que se cumplieran determinados requerimientos ambientales: que la solución fuera transitoria, que se redujera el período de trasvase en primavera y que OSE presentara ante la Dirección Nacional de Aguas un informe en el que justificara el proyecto, las precauciones que tomaría para evitar la introducción de material biológico desde un curso de agua a otro y un plan de vigilancia ante el riesgo de un “colapso ambiental” en la laguna del Sauce.

Sin embargo, Goyenola aseguró que estos criterios no fueron respetados y que la Comisión de Cuenca nunca tuvo acceso a esa documentación hasta ayer miércoles 8, luego de que la obra ya estaba en funcionamiento. “Con el trasvase consolidado, la OSE argumenta que es una prueba. Pero estuvo por lo menos 15 días funcionando y el agua del Solís Chico ya está en la laguna”, lamentó.

Consultado acerca de los posibles impactos ambientales de la obra, el biólogo Franco Teixeira del Departamento de Ecología y Gestión Ambiental del CURE dijo a Búsqueda que se podrían distinguir tanto efectos hidrológicos como biológicos. Los hidrológicos se deben a que al ingresar agua que drena de un territorio significativamente más grande del que drena a la laguna del Cisne, se estaría “agrandando el territorio de la laguna”, además de que se permitiría el ingreso de nutrientes y plaguicidas provenientes de esa nueva área.

“Se pasaría de una cuenca que tiene 50 km2 a una que tiene 465 km2”, agregó por su parte Goyenola.

En cuanto a los impactos biológicos, Teixeira aseguró que existen riesgos “imperceptibles” sobre los que ni siquiera se tienen datos previos, como la modificación de comunidades bacterianas. Pero también podría darse un posible ingreso de especies exóticas invasoras como la carpa o el mejillón dorado, “que ya implican un manejo complejo para la OSE” a escala nacional, o incluso la introducción de especies nativas de un curso de agua a otro.

“El problema es que todo esto del trasvase puede cambiar el funcionamiento del sistema, entonces es imposible predecir qué puede pasar. Eso es lo que más preocupa. Pero hay un montón de cuestiones que por principio precautorio no se deberían hacer porque podrían jugar en contra de la calidad del sistema actual”, explicó Teixeira. Según el especialista, algunas de ellas estarían vinculadas por ejemplo al aumento de las floraciones algales al tratarse de un sistema “sumamente fertilizado”, ya que la cuenca es actualmente la toma de agua superficial para potabilización de OSE con mayor nivel de fósforo del país.

Sacrificio
Para Goyenola “es claro” que hay una crisis de suministro de agua potable. Sin embargo, opinó que “el asunto es ver cuáles son los reparos ambientales que se toman al respecto”.

“En el sur de Canelones la crisis de agua es muy intensa y la perspectiva es que esta problemática se intensifique a corto, mediano y largo plazo. Pero el trasvase establece un elevado riesgo de pérdida significativa de calidad ambiental y cambios ambientales negativos irreversibles en el sistema”, cuestionó, por lo que, a su entender, esto podría incluso empeorar el escenario hasta llegar a la pérdida total de la fuente.

Consultado sobre la puesta en marcha del proyecto de OSE, el director de Desarrollo Ambiental de la Intendencia de Canelones, Leonardo Herou, dijo a Búsqueda que para la comuna la prioridad es cuidar la calidad del agua en la laguna del Cisne. Y si bien dijo coincidir con la empresa en la necesidad de buscar alternativas para resolver el problema del abastecimiento de aguas en la zona costera, reconoció que distintas áreas de la Udelar plantearon sus reservas debido a los posibles impactos negativos del trasvase.

“Y tenemos que extremar los cuidados para que una solución de corto plazo no nos hipoteque un recurso natural en el futuro que venimos cuidando hace muchos años”, opinó Herou.

Actualmente, tanto la Dirección Nacional de Aguas como la propia secretaría de Estado y OSE buscan otras soluciones a la problemática. Una de las opciones que se manejó (y que fue recomendada por la Dinacea) fue llevar el agua directamente a la usina de potabilización de la laguna del Cisne, pero desde la empresa afirmaron que era imposible por una cuestión de tiempos. Sin embargo, en el documento presentado por OSE ante los requerimientos del organismo, al que accedió Búsqueda, la empresa se comprometía a terminar este año el proyecto ejecutivo de una tubería hasta la usina de la laguna del Cisne (de unos 16 km), además de “contar con la disponibilidad presupuestal para su ejecución” antes del próximo verano, algo que no llegó a concretar.

“La real limitante está en un problema de financiación y plazos. La OSE en función de sus posibilidades económicas ha optado por esto y por renunciar a determinados aspectos ambientales. Hay disposición a sacrificar la laguna del Cisne con tal de resolver el problema a corto plazo”, cerró Goyenola

BUSQUEDA -Montevideo - URUGUAY - 09 Diciembre 2021