CRUZÓ LA BAHÍA
¿Vuelve el “vaporcito” del Cerro”? Nuevo capítulo de una novela montevideana
La idea de un ferry entre el Cerro y el Centro va y viene como -precisamente- un ferry. Un proyecto privado entró a Presidencia.Aunque hoy pocos lo recuerdan, el transporte fluvial entre el Cerro de Montevideo y la zona céntrica de Montevideo a través de la bahía, fue antaño real y cotidiano.Este medio de transporte gozó de popularidad desde fines del siglo XIX, y fue especialmente útil en tiempos de auge del Frigorífico del Cerro. El “vaporcito del Cerro” fuer perdiendo fuelle con el tiempo y entró en franca decadencia para fines de los años 30.
Ya en la década de 1950 las frecuencias se habían discontinuado y el transporte -en lanchas de escaso porte- estaba limitado a paseos de fin de semana.
Pese a que hace largo tiempo que el ferry no cruza la bahía, su fantasma todavía navega por el imaginario montevideano y periódicamente amaga con resurgir, tal como los atestiguan iniciativas recientes, planteadas en 2018, 2019 y 2020.
Ahora, según informa el Semanario Búsqueda, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas está en conocimiento de una iniciativa privada de un inversor uruguayo radicado en el exterior para instalar un servicio de ferry dentro de la capital.
De acuerdo con el citado medio, el director de Transporte, Pablo Labandera, señaló que dicho barco trasladaría pasajeros desde el Cerro al Puerto de Montevideo. Esto ofrecería una alternativa ágil y rápida a los servicios de ómnibus que implican un trayecto más largo y “muy complicado” sobre todo en algunas horas del día. La idea sería implementar una modalidad de trasbordo, para que el pasajero pueda usar el mismo boleto del ferry para continuar su viaje en bus.
El informe de Búsqueda destaca que el proyecto ingresó formalmente en Presidencia y fue derivado a otros organismos involucrados como la Administración Nacional de Puertos, la Intendencia de Montevideo y el Ministerio de Transporte. Labandera dijo que veía de manera “favorable” la iniciativa, aunque todavía debe ser analizada al detalle su factibilidad.
Un poco de historia
En sus tiempos de apogeo, en las primeras décadas del siglo XX, el servicio era cubierto por embarcaciones a vapor de diversas características. Las más pequeñas podrían transportar unos 40 pasajeros, mientras que las mayores tenían capacidad para unos 250.
En aquel entonces la travesía insumía entre 15 y 20 minutos, tiempo que probablemente podría reducirse con las tecnologías de hoy en día.