gas sayago fracaso el proyectoGas Sayago contrató masajes y gimnasia laboral después de que fracasó la regasificadora

La empresa también pagó maestrías, aguinaldos con “premio” y despidos especiales con fondos públicos.Esta semana el Directorio de UTE hizo públicos algunos de los resultados de la auditoría de gestión de Gas Sayago, la empresa estatal de derecho privado que estuvo al frente del fallido proceso de construcción de la planta regasificadora de Punta de Sayago.

Una parte del trabajo realizada por la consultora Price Waterhouse Coopers (PwC) aborda con detalle el pago por clases de gimnasia laboral y masajes para los empleados. Esas clases se extendieron durante tres años y se desembolsaron un total de US$ 7.302, según relata parte del informe realizado al que tuvo acceso El Observador.

En 2015 se pagaron $ 39.600 por las primeras clases, que tuvieron lugar entre octubre y diciembre. Ese gasto fue aprobado por la gerenta general Marta Jara. Un mes antes, en setiembre de ese año, se había concretado la salida de la firma adjudicataria GNLS. El acuerdo oficial se cerró el 16 de octubre cuando se dio por terminado el contrato y GNLS abonó a Gas Sayago una compensación de US$ 100 millones.

El 2015 fue también el último año con el proyecto en marcha. Las complicaciones había comenzado ya en marzo con la ida de la constructora brasileña OAS.

De todas maneras, la empresa conformada entre UTE y Ancap siguió funcionando en 2016. Y las clases de gimnasia continuaron y se extendieron por nueve meses más, entre enero y setiembre de ese año. En esa oportunidad se pagaron $ 142.804. En los primeros tres meses el gasto fue aprobado por Jara, y entre abril y setiembre por el gerente general adjunto Pedro de Aurrecoechea. Por ese entonces, el Directorio de la empresa había aprobado en su presupuesto anual una partida para el rubro “salud ocupacional”.

Las últimas clases de gimnasia y masajes fueron en enero y febrero de 2017, y tuvieron un costo de $ 32.061. En esa oportunidad el gasto lo aprobó la gerente de Seguridad, Alicia Silvera. En todos los casos el proveedor fue la empresa Fitness Corporativo. El informe de PwC aclara en este punto que no se pudo acceder a información relativa a solicitud de cotizaciones para la contratación.
“Sabemos que hay empresas que dan esos servicios a sus trabajadores, pero acá lo grave es que en 2015 ya se había rescindido el contrato. Además, todo esto pasó en una empresa privada 100% de fondos públicos y que, además, no produjo nada”, dijo a El Observador el representante del Partido Nacional en el Directorio de UTE, Felipe Algorta.

El proyecto de la regasificadora tuvo distintos intentos de reestructuración que se extendieron hasta 2018. Finalmente en abril de ese año el gobierno decidió no extender el memorándum de entendimiento que había firmado en 2017 con la multinacional Shell para la eventual construcción y explotación de una planta regasificadora de menor porte que la original en Punta de Sayago. Y eso le puso la tapa al proyecto.

También Shell argumentó que necesitaba más tiempo para tomar la decisión final de inversión, dado que todavía el marco regulatorio de la vecina orilla no le otorgaba certeza sobre la posibilidad de contar con empresas privadas argentinos como clientes. Ese punto era clave porque una futura planta regasificadora no podría sostenerse únicamente con la demanda del mercado uruguayo.

Capacitación y maestrías
Gas Sayago también destinó recursos para pagar capacitación de su personal en instituciones educativas nacionales e internacionales.

El trabajo de PwC explica que si bien los cursos de capacitación comenzaron en 2012, el Comité de Recursos Humanos de la empresa elaboró con apoyo de la consultora KPMG un proceso para gestionar la capacitación que tomó vigencia en setiembre de 2015. La fecha también coincide con la salida de GNLS tras la recisión por incumplimiento del contrato principal.


El objetivo de la capacitación era “asegurar” por medio de actividades de formación integral, el desarrollo de los conocimientos y competencias necesarias para el desempeño esperado en la función asignada, e  involucraba a todo el personal, según relata el informe de auditoría.

Así fue que entre 2012 y 2016 la empresa Gas Sayago desembolsó US$ 246.690 para cursos de capacitación. En ese rubro se destaca un monto de US$ 68.447 que se destinó específicamente a pagar maestrías y posgrados.

El informe de PwC detalla entre los principales gastos, el pago de un MBA en la Universidad de Montevideo por $ 674.000 a la funcionaria Verónica Lizarraga, que se desempeñó primero como jefe técnico, luego como jefe de operaciones, y después como gerenta general de la empresa.

También se pagó una maestría en gerencia de energía en la Universidad Católica por $ 342.600 al funcionario Adrián Lutz, y un master en Finanzas en la Universidad de Montevideo al funcionario Enrique Fabini por $ 317.900.

En la lista también figura un curso PAD –Programa de Alta Dirección– en la Universidad de Montevideo, que tuvo como beneficiario al gerente técnico Ariel Álvarez, y para el que se destinaron $ 182.000. Además, hubo posgrados en Contrato de Seguros e Impuestos, todos dictados por la Universidad de Montevideo.

En otro punto del informe, se señala que en 2016 el Directorio de UTE junto con la gerencia general de Gas Sayago decidió “racionalizar” los recursos tomando en cuenta la situación financiera que atravesaba la empresa.

En ese contexto, la presidencia de Gas Sayago propuso suspender las actividades de capacitación que estaban previstas para el  último trimestre de 2016, y el 2017. Finalmente se resolvió finalizar las capacitaciones que estaban en curso en 2016, y suspender las previstas para 2017. 

Otros rubros de capacitación al personal incluyen cursos técnicos (US$ 39.376), gestión de proyectos (US$ 10.053), capacitación de conductores de vehículos livianos (US$ 4.344) y curso de software (US$ 2.773). También se incluyen conferencias y congresos (US$ 29.050), que tiene asociado un monto de pasajes y viáticos  (US$ 17.355).

Este miércoles El País había informado algunos gastos como cursos de inglés (US$ 22.723), cursos de habilidades blandas (US$ 21.540), cursos de supervivencia personal (US$ 5.266), (libros US$ 1.644), emergencias y primeros auxilios (US$ 1.428), cursos de manejo y libretas de conducir (US$ 553), y una membresía de piano (US$ 110).

Aguinaldo especial
La empresa otorgó en 2013 gratificaciones extraordinarias (premio y reconocimiento) por montos equivalentes a medio aguinaldo cada una, y que totalizaron $ 671.700

Y en 2015 junto con la liquidación del aguinaldo de junio, se otorgó un aguinaldo especial para el cargo de gerente de medioambiente por un monto aproximado a un 25% del medio aguinaldo.

Despidos especiales
En 2018 se acordó el egreso de buena parte de los trabajadores de Gas Sayago, y se pagaron despidos por unos $ 19,3 millones. Según PwC, en esa oportunidad para las indemnizaciones por despido se estableció una fórmula de cálculo “superior” a lo establecido por ley. Así la empresa abonó a los funcionarios salientes una partida adicional de $ 89.425, otra partida equivalente a dos salarios totales nominales, e IRPF correspondiente a las partidas mencionadas.

Viajes y traslados    
Entre 2011 y 2020 se destinaron US$ 235.600 a gastos de traslados. Unos US$ 125.500 se efectuaron dentro del país, US$ 64.600 en viajes a Europa, y el resto se distribuye en viajes a Argentina, Brasil, Chile, Japón, Corea del Sur y EEUU. Todos esos viajes insumieron gastos de estadía y alimentación por US$ 54.220.
Recién en el año 2016 la empresa elaboró un procedimiento para regular los gastos por viajes de personal y formalidades como tramitación, justificación y liquidación. Entre algunas de las condiciones fijadas estableció que los pasajes aéreos debían ser en clase económica.
El trabajo de PwC dice que la auditoría no tuvo acceso a las constancias de justificación y aprobación de todos los viajes por parte de la gerencia general. Tampoco a  reportes de rendición aprobados.

Diario EL OBSERVADOR -Montevideo - URUGUAY - 10 Junio 2021