Forestación, perros y garrapatas
El “creciente avance de la forestación, producto de la implantación de plantas de celulosa con beneficios otorgados por el Estado que la producción tradicional no tiene, ha llevado a que se dé una competencia desigual por arrendamientos de campos, forestándose áreas que históricamente fueron agrícolas”, cuestionó la Federación Rural (FR) en su congreso realizado el viernes 26.
Ese planteo fue propiciado por la Sociedad de Fomento Rural de Cardona (Soforuca), que en el congreso denunció el avance de arrendamientos para forestar en esa zona que son autorizados no solamente en suelos superficiales que son aptos para la producción ganadera, sino también en algunos con “alto potencial agrícola”.
“Las grandes compañías forestadoras tienen ventajas impositivas, lo que les permite pagar rentas que son imposibles de alcanzar para los productores tamberos, ganaderos o agrícolas”, sostuvo.
La Soforuca presentó el caso concreto de un campo mixto de esa zona que se forestó y que tiene índice de productividad Coneat de 140 y 192 (el promedio nacional es de 100).
“Otro problema que trajo este crecimiento es el riesgo de incendios, con el difícil control que tienen, encontrándonos con situaciones de pueblos que no tienen cuarteles de bomberos y deben recurrir a otras localidades, como es el caso de El Carmen” (Durazno), se quejó la FR.
Una problemática que hasta el momento no tiene solución y que “preocupa” a la Federación es “la tenencia de los perros en forma irresponsable, que generan daños económicos y personales, sobre todo a pequeños productores en las cercanías de las ciudades y pueblos”.
“Tenemos la esperanza que la creación, a través de la LUC, del Instituto Nacional de Bienestar Animal, sea la herramienta adecuada para solucionar este creciente problema, pero para eso debemos preocuparnos y ocuparnos de que el gobierno dote de los recursos humanos y económicos necesarios para que esta sea efectiva”, reclamó.
En respuesta al pedido de una mejora en las políticas sanitarias y al control de algunas enfermedades, Uriarte admitió: “Estuve involucrado en un hecho al respecto y comprendí lo que viven los productores”.
Es que una reciente transacción de ganado salido de un predio que explota el ministro de Ganadería en el departamento de Cerro Largo quedó anulada, ya que tres vacunos de un lote de 72 reses registraron problemas sanitarios, específicamente de garrapatas (Búsqueda N° 2.075).
“Estamos en una emergencia sanitaria, vamos a tener una reunión con técnicos del MGAP para repensar lo hecho, sin culpar a nadie”, dijo. Opinó que “no hay ni culpables ni inocentes” y que en este tema “siempre hubo desprolijos, hay resistencia, hay gente que sabe mucho y otros que no saben nada”.