EVENTO
El nuevo plan del gobierno para apoyar empresas y las necesidades de dinero que identificó el BROU
El gobierno prepara un plan para empresas de gran porte como forma de mantener prendidos los “motores de la economía” uruguaya.El mensaje del gobierno y principalmente del equipo económico para atravesar la pandemia ha sido, según afirmó la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, “muy claro” en cuanto a la determinación de “mantener los motores de la economía funcionando aunque sea con un ritmo menor”.
En este sentido, en el marco de la conferencia “Aire para el sector productivo”, organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Arbeleche enumeró las medidas que desplegó el gobierno para apoyar a las empresas y personas durante la crisis provocada por el coronavirus, y enfatizó en la idea de que “los motores de la economía son el sector productivo”. Señaló que “ahí es donde el gobierno se ha jugado todo” y ha decidido dar un “empujón” porque entiende que es “donde se juega el partido para que la economía siga funcionando”.
En particular, la ministra de Economía resaltó que el foco del gobierno ha estado especialmente puesto en “inyectar toda la liquidez que sea necesaria para las empresas”, principalmente en las micro, pequeñas y medianas (mipymes), con el objetivo de que el problema de liquidez no se convirtiera en un problema de solvencia que llevara al cierre de firmas.
En este sentido, Arbeleche destacó la mejora y ampliación del esquema actual de garantías de crédito para las pequeñas y medianas empresas a través de la Agencia Nacional del Desarrollo (ANDE) con posibilidad de apalancar US$ 2.500 millones en préstamos y manifestó que el gobierno trabaja actualmente en el diseño de un nuevo esquema de garantías de crédito para las empresas de mayor porte, tal como había adelantado El País el pasado 15 de mayo.
“Observando hoy el tiempo transcurrido, vemos que falta un nicho de atención a estas empresas de mayor porte, esperemos en los próximos días (poder) estar dando los detalles”, explicó Arbeleche y mencionó que este esquema tendrá características distintas al que ya está operativo.
En relación al diagnóstico e interpretación de la crisis que provocó la pandemia, la ministra dijo que lo visualiza como “un shock agudo” pero también “transitorio”, por lo que adelantó algunas líneas de trabajo que el equipo económico analiza para que las empresas puedan enfrentar los desafíos pos pandemia.
“Más allá de la crisis -que por suerte ya estamos mirando el fin de la misma- hay desafíos que enfrentan las pymes” y algunas cuestiones estructurales “que todavía quedan pendientes”, dijo Arbeleche. Entre ellas destacó: el acceso al crédito en “épocas normales”, la mejora en la competitividad, la creación de una ventanilla única para trámites de mipymes, mejorar aspectos macroeconómicos como mantener la inflación dentro de la meta, tener “finanzas públicas más ordenadas” para que ese mayor gasto fiscal no redunde en una mayor carga tributaria para las empresas y mejores acuerdos comerciales para que los mercados de las mipymes “no se limiten” a las ventas a nivel local.
En esa línea, Arbeleche destacó como “avance importante” el diseño y la propuesta de la regla fiscal establecida en el proyecto de ley de urgente consideración, así como el cambio en la forma de facturación de las empresas que hoy están comprendidas en el Literal E para que “la facturación tenga una relación con los impuestos que se paguen, que se tribute de acuerdo a lo facturado”, señaló.
Impacto financiero.
Por su parte, el presidente del Banco República (BROU), Salvador Ferrer, destacó en la conferencia que a diferencia de otras crisis, la actual encuentra “al sector financiero en una situación muy distinta, con una muy buena capitalización y una amplia liquidez”, lo que le permite “ser parte de la solución y no del problema”. Al respecto, manifestó que el BROU tiene el objetivo de “dar un apoyo extraordinario para poder colaborar en mantener los motores encendidos de la economía”.
Con el objetivo de medir el impacto de la crisis en las empresas uruguayas, Ferrer brindó datos a partir de un estudio elaborado por la consultora Exante a pedido del BROU, en el que se afirma que se identificaron unas 32.600 empresas afectadas -excluyendo las micro-, de las cuales 1.600 entran en la categoría de grandes empresas (facturación por encima de los US$ 7,9 millones anuales) y el 95% del total son pymes.
Al analizarlo por facturación, Ferrer destacó que el 60% es explicada por grandes empresas y el 40% por el sector de pymes.
Dentro de las 32.600 empresas, el estudio identificó el tipo de impacto que había tenido cada una de ellas y las diferenció en alto, medio y bajo. En este sentido, las empresas con impacto medio o alto representan algo más de la mitad (17.800 empresas).
Sobre ese universo de empresas afectadas, el BROU dimensionó sus necesidades y concluyó que para empresas con afectación alta, el requerimiento financiero era equivalente a unas cuatro semanas de venta y dos semanas para empresas con afectación media.
“De todo ese análisis concluimos que las necesidades a nivel de ese sector son de US$ 1.500 millones” como estimación de máxima, es decir que “seguramente no termine siendo necesaria toda esa inyección de liquidez”, señaló el presidente del BROU y añadió que del total de los US$ 150 millones ya colocados en créditos durante este período, la participación de la institución (más la de República Microfinanzas) es la tercera parte del total del monto colocado.
Sobre este punto, la presidenta de ANDE, Carmen Sánchez, dijo que desde el 6 de abril al 12 de junio, el Sistema Nacional de Garantías Emergencia (SiGa Emergencia), ha otorgado 5.173 garantías por más de US$ 112 millones, lo que implica casi US$ 153 millones en créditos otorgados.
A modo comparativo, Sánchez indicó que en enero, previo a la pandemia, se garantizó a través de SiGa 167 operaciones. Además, señaló que en los 10 años que lleva funcionando SiGa, ha otorgado US$ 539 millones en garantías, mientras que en poco más de dos meses va casi US$ 112 millones.
Por último, el presidente de la Asociación de Bancos Privados y CEO de Scotiabank, Horacio Correge, destacó a Uruguay como ejemplo a nivel mundial en el enfrentamiento de la pandemia y coincidió con Ferrer en que el sistema financiero está hoy en una “situación sólida” con capital y “altos niveles de liquidez”.
El análisis de los protagonistas
CARMEN SÁNCHEZ
Presidenta de ANDE
La ejecutiva destacó a SiGa Emergencia y dijo que los indicadores “muestran que fue un camino acertado potenciar este sistema”. Asimismo, señaló que el destino de los fondos “está yendo hacia donde nos habíamos puesto como objetivo”. En este sentido, mencionó que el 75% de los créditos va para capital de trabajo, el 13% para reestructuraciones de deuda y el 12% para capital de inversión.
HORACIO CORREGE
Presidente de la Asociación de Bancos Privados
“El sistema financiero está muy sólido y está llamado a ser parte de la solución. (...) Una vez que se instaló la pandemia la primera preocupación fue asegurar la transaccionalidad de manera de garantizar la cadena de pagos. (...) Los bancos disponibilizamos muy rápidamente un ambicioso programa de alivio a clientes (...) como sistema disponibilizamos financiamiento en el orden de los US$ 2.000 millones”.
SALVADOR FERRER
Presidente del Banco República
“Si consideramos la expansión de crédito de US$ 1.500 millones para pymes y US$ 1.000 millones para grandes empresas, hablamos de US$ 2.500 millones. El crédito total en la economía es de algo más de US$ 9.000 millones, es una expansión de entre el 25% y el 30% del crédito, parece muy relevante pero se está en condiciones de ser solución”.
Los elogios del BID a Uruguay
Desde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Juan Ketterer y Matías Bendersky, destacaron a Uruguay como “un país muy avanzado” en comparación con el resto de la región y señalaron que eso posibilitó que se pudieran formular tecnologías y herramientas avanzadas para poner en práctica. Ketterer resaltó que el programa de financiamiento acordado con Uruguay es “muy bueno y avanzado” y manifestó que “va a ser bien implementado”.
Asimismo, el ejecutivo del BID dijo que “más allá del buen diseño, es un programa de futuro porque tiene la posibilidad de ser extendido y adaptado en el tiempo”, lo que calificó como positivo dado que se debería pensar en que la situación de pandemia se mantenga en el tiempo. “Debemos tener esa orientación futura, puede no ser tan transitoria”, concluyó.