DÍA MUNDIAL DEL MEDIOAMBIENTE
El tema de este año y motivo de preocupación del mundo es la biodiversidad
El Día Mundial del Medioambiente se celebra desde 1972. Ese día ciudadanos de todo el mundo organizan diferentes actividades: limpieza de barrios, playas, acciones para combatir delitos contra la vida silvestre y plantaciones de bosques que fueron destruidos, entre otras.
En 2020 el tema es la biodiversidad. Algunos hechos que ocurrieron recientemente, como los incendios forestales en Brasil, California y Australia, la invasión de langostas en una región de África y la pandemia de COVID-19, demuestran la relación que existe entre los humanos y la vida que nos rodea. La naturaleza parece estar enviando un mensaje.
Ideas para celebrar un día muy especial
Pensá qué podrías hacer de positivo por el medioambiente y cuántas formas diferentes hay de disfrutar la naturaleza.
Te hacemos algunas propuestas:
. Ir al parque más cercano a tu casa para disfrutar del aire libre y observar la vegetación. ¿Hay algún animal (que no sean mascotas) en ese parque? ¿Podrías sacarle una foto?
. Ser un científico ciudadano. Cada vez hay más aplicaciones que ayudan a registrar, por ejemplo, las observaciones de especies y conectarse con personas que pueden identificarlas. ¿Has encontrado algún animal que no conocías?
. Disfrutar con todos los sentidos. En la conexión con la naturaleza pueden participar todos los sentidos.
. Los que viven en la ciudad también pueden conectarse a la naturaleza, ya sea visitando los parques que actúan como pulmones verdes o haciendo algunas actividades. ¿Qué tal si ayudás a reverdecer el entorno urbano sembrando algo en un sitio abandonado o plantando en una maceta en la ventana?
La naturaleza y las personas que trabajan en el campo
Miles de millones de personas en las zonas rurales de todo el mundo pasan sus días de trabajo "conectados con la naturaleza" y entienden perfectamente cómo dependen de los suministros naturales de agua y qué importante es el suelo fértil. Esas personas están entre las primeras que sufren cuando los ecosistemas se ven amenazados por la contaminación, el cambio climático o la sobreexplotación.
Los bienes de la naturaleza son difíciles de medir en términos de dinero. A menudo, como en los casos del aire limpio o el agua potable, no nos damos cuenta de su valor hasta que se vuelven escasos