Protegiendo la biodiversidad del país
La diversidad de flora y fauna que se encuentra en el área protegida Esteros y Algarrobales del Río Uruguay (EARU) la hacen un sitio muy especial en el país. Como propietario responsable de la tierra, UPM Forestal Oriental promueve activamente la protección de la vida silvestre que vive en el lugar.
UPM comenzó las operaciones forestales en Uruguay hace casi 30 años. Desde el comienzo, la empresa ha desarrollado métodos para proteger la biodiversidad existente en los predios dedicados a las plantaciones de Eucalyptus
En una primera etapa, a comienzos de los 90s, UPM realizó relevamientos biológicos para conocer las especies presentes en las regiones en las que operaría, actividad que se mantiene hasta el presente.
“En ese relevamiento descubrimos que la flora, la fauna y algunos ecosistemas del predio forestal Mafalda[1] eran muy especiales. Por lo tanto, mantuvimos esa parte del predio sin plantar para crear un área de conservación y desde entonces este ha sido uno de los sitios más importantes en nuestros esfuerzos por la conservación en Uruguay”, explica Iván Grela, Coordinador de Biodiversidad y Conservación de UPM Forestal Oriental.
Aumentando las áreas protegidas
UPM tiene como objetivo conservar y proteger las especies y ecosistemas más importantes presentes en los lugares donde opera, a través del “UPM Biodiversity Programme” en particular en Uruguay se conservan áreas con bosques nativos, bañados, y campos naturales, a través de una Red de Áreas de Conservación que actualmente consta de 24 áreas que abarcan más de 11.000 hectáreas y albergan cientos de especies nativas, de las cuales EARU es la más extensa y diversa. Todas las áreas tienen planes de manejo y monitoreo.
El área bajo protección de EARU ha aumentado desde las 1.000 hectáreas iniciales hasta 1.550 hectáreas que tiene en la actualidad.
Como parte de los aportes a la conservación acordados con el Estado Uruguayo, UPM propuso al Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) incorporar este predio al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP). Este acuerdo entre UPM y el MVOTMA finalmente se concretó en octubre de 2016 y el área pasó a denominarse oficialmente Esteros y Algarrobales del Rio Uruguay (EARU)
“UPM se convirtió así en el primer (y hasta el momento el único) actor privado en incorporar y gestionar un área dentro del SNAP. Otros sectores industriales, como la agricultura o la ganadería, no han implementado medidas de este tipo previamente. De esta manera, UPM permanece como propietario del predio, pero también se hace responsable de manejar el área protegida”, comenta Grela.
“Para nosotros, EARU también es un caso ejemplar para demostrar que es posible proteger la naturaleza y mantener operaciones forestales exitosas en la misma zona. En una parte del predio estamos cumpliendo con los altos requerimientos y estándares de conservación, mientras que mantenemos la producción de madera en otra parte. Y este tipo de arreglos es algo que las personas no suelen conocer.
El trabajo de conservación en la práctica
Previamente este sitio de gran valor natural era utilizado para la producción agrícola y la ganadería, detectándose importantes signos de degradación principalmente por sobrepastoreo.
“En la primera fase, tuvimos que cesar este tipo de operaciones en una zona del sitio para permitir que los ecosistemas se regeneraran y cesara la degradación del suelo. A los 10 años, el área estaba recuperándose muy bien, por lo que pudimos continuar con los trabajos de restauración”, explica Iván Grela.
Aproximadamente 700 especies de plantas han sido registradas en la zona, lo que representa alrededor del 25% de la flora que puede encontrarse en todo el país. “Este es un porcentaje muy alto concentrado en una pequeña área de tierra, lo que resalta el valor que tiene esta zona ya que valores similares se detectan para otros grupos como aves o mamíferos”, comenta Grela.
“A lo largo de los años hemos monitoreando las poblaciones de flora y fauna para mejorar la información sobre los valores de biodiversidad del área”, añade.
Adicionalmente se ha realizado el monitoreo y control de especies leñosas exóticas invasoras, como Gleditsia amporphoides (Acacia negra o Espina corona) como parte de las medidas de conservación.
UPM también promueve una nueva cultura de trabajo en el país colaborando con grupos de interés y ONGs conservacionistas para gestionar las áreas de conservación en forma profesional con el aporte de los expertos en el tema vinculados a dichas organizaciones.
“Desde 2011 trabajamos con Vida Silvestre Uruguay para mejorar el plan de manejo y los programas de monitoreo de la región. Vida Silvestre Uruguay es una ONG conservacionista muy respetada en Uruguay.”
“En UPM Forestal Oriental estamos orgullosos de la gestión que hacemos esta área tan relevante para la conservación de la biodiversidad del Uruguay desde hace 25, cuyos resultados se puede percibir en el mantenimiento y en algunos casos aumento de los valores presentes en la misma”