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Ferrer: “El BROU tiene que dar soporte a mantener los motores encendidos, no en el salvataje de empresas”

El nuevo presidente del Banco República, Salvador Ferrer dijo en entrevista con El País que la institución tiene que “en estas circunstancias” del coronavirus, jugar “el partido más relevante”.

Asumió como presidente del Banco República (BROU) en el medio de la pandemia del coronavirus, no viene con espíritu refundacional y de hecho planea profundizar algunas líneas del directorio anterior. Cree que el BROU tiene un “rol crítico” a jugar para “dar oxígeno” a las empresas y ayudar en la reactivación de la economía. Anuncia que habrá medidas para empresas medianas y grandes, además de las que ya se pusieron en prácticas para pequeñas y medianas (pymes).

A futuro quiere que el BROU crezca en el financiamiento a empresas y que sea “banco de desarrollo”, a la vez que innova en soluciones digitales para los clientes. Lo que sigue es la entrevista que el presidente del BROU, Salvador Ferrer, mantuvo con El País.

-¿Cuál ha sido el accionar del banco ante esta pandemia?

-Cuando empecé a encarar este honor y desafío a mediados de marzo, asumí el 2 de abril, tuvimos una transición relativamente acelerada con el directorio anterior con muy buen diálogo. Muchas cosas que se implementaron esas semanas me hago cargo 100% porque fueron conversadas.

Lo primero fue pensar en cuidar los empleados, se tomaron medidas de trabajar en forma remota, estamos volviendo en estos días a la nueva normalidad como la llamó el presidente (Luis Lacalle Pou).

En simultáneo se fueron implementando diferentes medidas tendientes a atender la emergencia. Si antes pensaba en hacia dónde podíamos ir a futuro, lo urgente se transformó en lo más importante en esos días y lo primero fue medidas de apoyo y alivio a empresas y familias.

A nivel de personas se dieron 90 días de diferimiento de cuotas a nivel del sector privado que era de alguna manera el directamente afectado y también se le dio la posibilidad de refinanciar sus deudas a los empleados del sector público y jubilados que podían no tener el impacto directo, pero a nivel de su núcleo familiar sí.

A nivel de empresas y siguiendo una muy buena medida del Banco Central que permitió no tener que recategorizar a los deudores, se dio seis meses de prórroga de forma automática a todos los pequeños deudores, es decir aquellos de menos de US$ 200.000, son más de US$ 200 millones de oxígeno a las empresas.

Con el resto de la cartera del banco, se definió una negociación caso a caso, pero siempre con el mismo espíritu de poder otorgar plazo, convencidos que el banco tiene un rol crítico en estas circunstancias de dar soporte de liquidez a empresas que pasan por serias dificultades. No tengo cifras de cuánto ha sido el monto total, pero se le ha dado muy buena flexibilidad a las empresas.

-Eso en refinanciaciones, ¿y en nuevos créditos?

-El siguiente paso fue salir con una línea de oxigeno adicional y ahí amparados en algo que se implementó de forma muy rápida que es ampliar el esquema del Sistema de Garantías con la Agencia Nacional de Desarrollo, dar medidas de apoyo a pymes. El nivel de colocación viene siendo muy bueno.

-Ese crédito tiene condiciones más flexibles y está atado a que se mantengan los puestos de trabajo.

-Sí, de alguna forma, la premisa fue que se tratara de empresas que sostuvieran la actividad, pero con condiciones muy favorables para la empresa: el crédito tiene seis meses de gracia y es a tres y cuatro años de plazo, dependiendo de la antigüedad de la relación con el banco, con tasas muy competitivas. Son seis meses de oxígeno, financiamiento adicional, está en el espíritu de pasar esta tormenta a la cual nos enfrentamos, inyectando liquidez a la economía.

-¿Cuántas empresas accedieron?

-El programa se puso en práctica el 20 de abril y en 10 días van más de 700 créditos otorgados bajo esta modalidad. Es una buena cantidad, porque habíamos identificado 7.400 clientes dentro del banco que podían acceder a este mecanismo, con más de 4.000 empresas de los sectores más directamente afectados. Seguimos trabajando, esto no se agota acá.

Claramente, queda un sector muy importante de medianas y grandes empresas que también necesitan alguna forma de apoyo adicional y estamos trabajando en diseños de ese tipo de soluciones.

La premisa es que son empresas que tienen una vida económica por delante, que antes del COVID-19 tenían una situación de balance muy saludable y que hoy están enfrentando problemas muy fuertes de liquidez, por diferentes razones.

El banco tiene un rol critico en estas circunstancias para apoyar al mercado y a diferencia de otras crisis que hemos pasado en este país, por recordar 2002 y 2008, al sector financiero lo agarra en una situación muy distinta, pudiendo ser un contribuyente bien importante a la solución.

La relación del Banco República con Aebu
-Ha tenido rispideces con el sindicato criticando algunas medidas, ¿qué relacionamiento espera?

-Tuve una muy buena reunión inicial, constructiva, con el sindicato. Espero mantener ese diálogo a lo largo del período. Creo que cada uno tenemos nuestros roles a jugar. Pero, no siento una situación de puntos encontrados. Se trabajó muy bien para que el banco pueda trabajar de forma remota, pero manteniendo la prestación de servicios, que es clave. Hoy atendiendo a que la actividad está normalizándose, precisamos más gente en las sucursales. Hemos tratado de adaptarnos a las necesidades de la sociedad, creo que en buen diálogo con el gremio, atendiendo que hay cosas muy importantes para trabajar en forma conjunta. Ya llegará el momento de dilucidar nuestras diferencias que existen en algún aspecto.

-El CEO de Scotiabank y presidente de la Asociación de Bancos Privados, Horacio Correge decía en entrevista con El País que los bancos tienen un rol para jugar, ¿qué rol adicional tiene que jugar el BROU que es prácticamente la mitad del sistema?

-Antes de meternos en esta emergencia, trataba de pensar más estratégicamente y considero que el BROU tiene un rol crítico a jugar en cuanto a asistir al crecimiento de la economía en el financiamiento a empresas en particular. Tenemos un muy buen desarrollo de lo que es el financiamiento a familias, pero tenemos un espacio importante para crecer en el financiamiento a empresas. Ese es parte del partido que tenemos para jugar y en estas circunstancias lo entiendo más significativo.

El sistema financiero está muy sólido, con una muy buena situación patrimonial y de liquidez, con lo cual salir a apoyar la economía no es una dificultad. El gran problema es quién corre los riesgos en estas circunstancias, porque cuando enfocamos estos programas de pymes que comentaba, hay un muy buen mecanismo de garantías con el SiGa, pero cuando pasamos a otro tipo de empresas ya el desafío pasa a ser más importante y hay que poner un poco de creatividad a la solución. Estamos trabajando en buscar soluciones que se puedan amparar en ese esquema, mirando mucho lo que se ha hecho en otras partes del mundo.

Los países que estaban en mejores condiciones frente a esta situación, de alguna forma ya tenían fondos de garantía para este tipo de empresas más grandes que permiten que al sector financiero inyecte liquidez en la economía. Lo que hicieron estos países es reforzar esos fondos de forma sustancial.

Uruguay lamentablemente no tenía esa comodidad previa, con lo cual hay que poner un poco más de creatividad a las soluciones. No estoy en condiciones de adelantar cuáles, pero estamos trabajando porque entiendo que hay mucho más por hacer que lo que ya se hizo.

-Se habló de fondeo por US$ 50 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el BROU para que diera más crédito.

-Lo del BID es un esquema interesante porque nos permite ir a más largo plazo. Es un tema de todo el sistema financiero uruguayo, que tenemos pasivos a muy corto plazo porque tenemos básicamente depósitos a la vista y entonces el financiamiento a largo plazo tiene algunas restricciones, no por un tema de liquidez, sino por descalce de plazos. Soluciones con el BID, organismos internacionales, pueden ayudar mucho en el tema del plazo, no es un tema de liquidez.

-¿La idea es explorar con otros organismos créditos de este tipo?

-Estamos analizando, ese es uno de los caminos en los cuales se está trabajando, tenemos líneas pre-existentes ya aprobadas, pero estamos buscando también otros tipos de mecanismos que nos permitan una actuación relevante.

-En 2006 el BROU inició licitaciones para financiar empresas en inversiones a largo plazo, en los últimos años quedó un poco de lado, ¿piensa retomarlo?

-Me encantaría. Creo que el banco tiene que tener un rol un poco más activo en la generación de crédito. No es que se haya dejado de lado, sino que desde 2015 la economía entró en un ciclo de enlentecimiento y cayó mucho la demanda por financiamiento para este tipo de proyectos, que era uno de los dinamizadores bien importantes que tenía el banco en su generación de negocios y de apoyo a la economía.

Ese es un camino que está abierto, nos interesa reactivarlo, pero no es un camino de voluntad solo del banco, sino que tiene que estar la demanda para estos casos. Este tipo de cosas va a ser importante en la salida de esta situación. El banco tiene un rol importante en dar liquidez a las empresas para pasar esta tormenta, pero ya estamos pensando en el paso siguiente que es la reactivación económica.

-¿En crédito al consumo ven algo similar en términos de menos demanda?

-El banco tiene el esquema de crédito social y de una cartera de 500.000 clientes, unos 116.000 ya utilizaron la refinanciación extendiendo plazos, en algunos casos tomando montos adicionales. No ha sido tan significativa la toma de montos adicionales, como la extensión de plazos. Ojalá que esto empiece a reactivarse a corto plazo como una señal de que la economía está con los motores bien encendidos.

Perfil: 25 años en la banca privada y tradición familiar en la política
Salvador Ferrer, es economista por la Universidad de la República, tiene 49 años de edad y fue director de Banca Corporativa del banco estadounidense Citi en Uruguay entre diciembre de 2012 y diciembre de 2019. Estuvo 25 años en esa institución y participó por el Citi en la estructuración del canje de deuda de 2003 y en la emisión del gobierno uruguayo del primer bono en moneda nacional en el mercado global.

Mientras era estudiante de Economía, ingresó al estudio económico-financiero Caumont-Cola-Santo y permaneció allí durante tres años (hasta que ingresó al Citi), como parte de su trabajo se encargaba de los indicadores de Mercado en el diario El País.

El gen de la función pública y la política está en la familia. Es que Salvador Ferrer es nieto de Salvador Ferrer Serra, quien fuera diputado y senador por el Partido Nacional, embajador en Brasil, presidente del club Welcome y ministro de Hacienda en 1963, cuando falleció. Es hijo de Quena Carámbula, que fue prosecretaria del Senado durante 10 años y que integra el instituto Josefa Oribe del Partido Nacional.

-En la opinión pública hay diferentes visiones sobre el BROU: que tiene que ser banco de desarrollo, que tiene que ser eficiente y dar ganancias, pero cuando esto pasa se plantea que debería ganar menos y abaratar los créditos porque es del Estado. ¿En cuál ubicaría al banco?

-Hay algo de cierto en todas ellas. Creo que el banco tiene un doble rol, de banco comercial y de banco de desarrollo. Un banco comercial con mucha competencia en diferentes sectores y tenemos un rol crítico a jugar. Pero sin duda también considero que tiene que tener un rol de banco de desarrollo del país, que está definido de alguna forma en la carta orgánica, y eso es más crítico en circunstancias como las actuales. Porque la banca privada naturalmente va a mostrar cierta retracción en situaciones complicadas porque está en su forma de funcionar, esto no es una crítica, vengo de toda la vida en la banca privada.

El BROU tiene que ser en estas circunstancias el que juegue el partido más relevante, en cuanto a dar soporte al mantenimiento de los motores encendidos. No es que el banco tenga que jugar un rol de salvataje de empresas, que es lo que en algunos momentos se ha confundido.

-El año pasado el banco tuvo ganancias récord de US$ 504 millones, ¿tienen que ser esas las ganancias o deberían ser menores que la banca privada para ser “más barato”?

-En la primera charla que tuve con el comité gerencial, dije que apunto a un banco enfocado en la generación de negocios a nivel de empresas, personas y desarrollo, eficiente, sólido y rentable. Precisamos un banco rentable para cumplir con todos sus mandatos. ¿Más o menos rentable que la banca privada? Dependerá de que tan eficientes podamos hacer las cosas. Ojalá podamos ser más rentables, ojalá podamos ser más eficientes.

Es cierto que el banco viene de algunos años de buena rentabilidad, también es cierto que parte de la misma se explica por el efecto cambiario. Los bancos en su esencia de funcionamiento en Uruguay son muy parecidos a un exportador: generan ingresos en dólares y tienen una parte sustancial de sus costos en moneda local.

-El banco envía parte de esas ganancias a Rentas Generales y ahora se agregó que otra parte vaya al Fondo Coronavirus.

-El banco tiene por definición de su carta orgánica que tiene que volcar el 50% de los dividendos generados a Rentas Generales y desde hace unos años se permite al gobierno pedir un 30% adicional de esos dividendos para la conformación de fondos, que en su momento dio origen al Fondes y otros. Lo que estamos haciendo este año de alguna forma es eso. Se hizo un adelanto hace un par de semanas, porque todavía no tenemos el balance auditado completo.

-¿De cuánto fue?

-Del entorno de US$ 150 millones. Parte va a Rentas Generales y parte va al Fondo Coronavirus. Y seguramente va a haber una contribución adicional durante el resto del año. Tener un banco que genere resultados en este momento para el gobierno es una buena noticia y apuntamos a que así sea también para adelante.

"El BROU tiene que ser en estas circunstancias el que juegue el partido más relevante"
-Pero, ¿el banco tiene que ofrecer créditos a tasas de interés menores que sus competidores porque es del Estado como se plantea a veces?

-Por ejemplo en este programa para pymes con garantía del SiGa ofrecimos tasas muy competitivas, seguramente estamos liderando en el mercado en cuanto a tasas. Pero, los mercados funcionan, entonces si el BROU es más barato la competencia lo va a igualar o mejorar para hacer el negocio también.

No creo que sea un tema de posiciones teóricas o ideológicas sobre cuál es el esquema. Imagino un banco competitivo, muy agresivo comercialmente, es donde tenemos un ajuste para hacer: al cliente lo tenemos que ir a buscar, se acabó aquellos tiempos que los negocios llegaban solos al banco. Tenemos una muy buena red de sucursales que tenemos que aprovecharla en este sentido.

En los números iniciales, si se mira el indicador costo sobre ingreso, no veo problemas de eficiencia, la escala nos ayuda mucho. Pero no quiere decir que estemos satisfechos y no tengamos que seguir buscando mejorar nuestros niveles.

Ahí hay una apuesta muy importante a la digitalización de procesos, pensar modelos innovadores para nuestros clientes. El banco ya viene haciendo esta transformación intentando que el cliente tenga una transaccionalidad más bien digital y la sucursal sea un centro de generación de negocios. Pensamos profundizarla.

-¿Tienen futuro las sucursales en 20 años?

-En el mundo hay de todo, tenemos bancos puramente digitales, incluso en la región. El BROU es el banco país y tiene un modelo establecido hace muchos años, que no estamos pensando en reconstituirlo ni nada por el estilo. Tenemos un modelo establecido, funcionando y lo que tenemos que tratar es ver cómo sacar el mejor provecho de esas sucursales con este rol que mencionaba.

-¿Cómo ve el proceso de inclusión financiera?

-Hemos hablado mucho de inclusión financiera en estos tiempos y lo que hemos tenido es un gran proceso de bancarización, en el sentido que se ha incorporado una cantidad sustancial de clientes al sistema financiero, en el caso del BROU fueron unos 500.000 en los últimos cinco años.

Pero todavía tenemos deberes para hacer en materia de inclusión financiera propiamente dicha, en materia de llevar a nuestros clientes, como nuestra carta orgánica dice, mejores soluciones, más accesibles y ahí es donde hay una apuesta muy importante a toda la eficiencia y al mundo digital. Ahí tenemos camino para seguir recorriendo.

-El directorio anterior tuvo un foco en promover el ahorro con distintos productos, ¿cree que hay que profundizar esa línea?

-Es el tercer mandato de la carta orgánica, promover el ahorro. Todo lo que sean productos y soluciones en promover el ahorro son bienvenidos y vamos a seguir impulsándolos. Sí decía que desde el punto de vista de foco de gestión, hoy pondría más énfasis en esos dos aspectos que tienen que ver con un banco más activo con un portafolio de crédito más significativo y en llegar a nuestros clientes con soluciones más atractivas para hablar de una verdadera inclusión financiera.

Esto no va en desmedro para nada del ahorro, pero el sistema financiero en Uruguay tiene una situación de liquidez muy holgada y lo que está faltando es un mayor desarrollo del crédito y de soluciones financieras.
-Hay cambios a la ley de Inclusión Financiera en el proyecto de urgente consideración, ¿va a haber un efecto de que las personas dejen de tener cuentas porque se elimina la obligatoriedad de pagar sueldos por esa vía?

-No, sin preocupación. Soy partidario de la libertad, creo que los cambios apuntan a darle libertad al usuario de elegir. Soy de los que prefiero solamente usar el teléfono para pagar y el día que pueda hacer mis pagos sin tener que salir con la billetera o la tarjeta, voy a ser feliz.

Es el mundo digital al cual en algún momento vamos a avanzar, es el futuro. El trabajo nuestro tiene que ser ofrecer a los clientes soluciones tentadoras para que elijan este tipo de caminos, no necesariamente forzados.

-¿Cómo ve la competencia con las fintechs?

-Trataría de no pensar en competencia y pensar en cómo desarrollar sociedades de alguna forma. De forma muy teórica, visualizo que hoy las fintechs tienen una capacidad de desarrollo de soluciones y de innovación que obviamente supera la capacidad de los bancos y los bancos tenemos nuestras fortalezas como la base de clientes, el conocimiento de clientes.

Entonces a lo que apostaría es a soluciones de complementariedad entre ambos negocios, en busca de la mejor solución para el cliente. Estoy convencido que si no encontramos ese equilibrio, estas cosas van a pasar igual. El beneficiario al fin del día tiene que ser el cliente, persona física, empresa, obviamente cuidando los intereses de la institución que me toca representar.

Relación con las fintech: "apostaría a soluciones de complementariedad entre ambos negocios, en busca de la mejor solución para el cliente"
Las filas en las sucursales y el trabajo el 1º de mayo
“Es una preocupación permanente y seguimos buscando como mejorarlo. Mucho de esto tiene que ver con una situación de idiosincrasia. Cada mes pagamos unas 500.000 jubilaciones. Toda esa población tiene una cuenta y tarjeta de débito, podría no ir a buscar su dinero y operar con la tarjeta, pero hay una parte importante de esa población que sigue teniendo preferencia el día que tiene los fondos acreditados, en ir al cajero y retirar todo. No soy quién para criticar eso, la libertad es que si quiere tener el dinero en efectivo el primer día de cobro lo puede tener. Pero, genera esta aglomeración los días que se liberan los pagos. Este mes inclusive se trabajo el 1º de mayo para poder adelantar los pagos al sábado 2 y domingo 3 de mayo, siempre es el segundo día hábil, pero este mes estuvieron antes para retiro por cajero y 120.000 usuarios retiraron fondos entre sábados y domingo, con lo cual descomprimimos sucursales. Buscamos innovar en cómo hacerlo mejor, pero al fin del día es un tema de preferencia del usuario de cómo disponer el efectivo”.

La aplicación como ejemplo de solución digital:
“La aplicación de TuApp dio una solución al Ministerio de Desarrollo Social, que nos planteó la dificultad que tenía de cómo hacer la entrega de canastas. Era una aplicación que estaba en desarrollo entre el BROU y Antel, y apareció la oportunidad de ponerla en práctica en tiempo récord y ha sido una solución fantástica. Hasta hace una semana iban 120.000 canastas entregadas, más de 2.000 comercios adheridos. Se trabajó muy bien con Cambadu para que los comercios pequeños se sumaran.

Ir hacia ese tipo de soluciones, es lo que imagino en lo digital, que tiene que ver con billeteras electrónicas y otro tipo de cosas, y el banco tiene que ser motor en el desarrollo de ese tipo de esquemas”.

Diario EL PAIS - Montevideo - URUGUAY - 10 Mayo 2020