COMERCIO EXTERIOR
El "efecto coronavirus" golpeó a las exportaciones uruguayas en abril
El “efecto coronavirus” pegó fuerte en las exportaciones del mes de abril que registraron una caída interanual del 22,7% , explicado principalmente por menores ventas de carne y celulosa.
Los efectos económicos producidos por el coronavirus volvieron a quedar reflejados en los datos de exportaciones de abril, al registrarse una caída interanual del 22,7%.
Si bien las cifras están en línea con lo previsto por analistas en comercio exterior, hubo algunos acontecimientos sorpresivos como el desplome de lo exportado a Brasil, el óptimo desempeño del arroz y el aumento de ventas a destinos no tradicionales como Panamá, Perú y Egipto.
Según los datos publicados ayer por el Instituto Uruguay XXI, las solicitudes de exportación (incluyendo lo exportado a través de zonas francas) totalizaron US$ 668 millones, un descenso del 22,7% frente al mismo mes del año pasado. En el primer cuatrimestre del año, las ventas al exterior cayeron 14,8% respecto a igual período de 2019, para un total de US$ 2.459 millones.
Por producto, “hubo sensibles retracciones” en las exportaciones de carne bovina, celulosa, lana y subproductos cárnicos. Mientras que el arroz, la soja, los productos farmacéuticos y los cítricos fueron los que tuvieron un desempeño positivo en el mes.
La carne bovina fue el segundo producto con mayor caída (-41,8%) -detrás de subproductos cárnicos (-49,8%)-, con exportaciones por US$ 96 millones en abril, lo que implicó “la cifra más baja” desde agosto de 2014, según los datos oficiales. Esto está explicado por una reducción de cerca de 30% en las ventas hacia China y una retracción del 77% a la Unión Europea, los dos principales mercados para este producto.
El arroz fue el producto con mejor desempeño en la incidencia del mes de abril, y se ubicó como el cuarto producto exportado con ventas por un total de US$ 54 millones, cifra que “prácticamente triplica” las ventas del mismo mes de 2019, indicó Uruguay XXI.
En diálogo con El País, Marcos Soto, socio de Cibils-Soto Consultores y director de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica, dijo que el arroz permitió exportaciones a destinos no tradicionales como Panamá, Egipto, Perú y México (este último volvió a activarse tras haber estado cerrado desde el año pasado por un problema fitosanitario ajeno a Uruguay).
La venta a estos “destinos sustitutos” es algo “positivo” según Soto dado que “diluye la concentración” de mercado que Uruguay tenía principalmente con China y Brasil lo que generaba “riesgos adicionales”.
Esto “podría” implicar una mejora en la diversificación de los destinos de exportaciones uruguayas en el futuro, “si se logra dejar la puerta abierta de más países”, afirmó.
La soja fue el otro producto con incidencia positiva y fue el principal producto de exportación en abril con ventas por US$ 160 millones, un 16% más que en abril del año pasado. Los productos farmacéuticos y los cítricos también registraron un buen desempeño, con aumentos interanuales del 30% y 161%, respectivamente.
Si se analizan los datos por destinos de exportación, en abril hubo una caída significativa de Brasil. Las ventas a este destino totalizaron US$ 32 millones, lo que implicó que disminuyeron un 62%.
Según Soto, “el desplome de Brasil llama la atención” si se tiene en cuenta que su gobierno fue uno de los que menores restricciones tomó debido al coronavirus y si se considera que a este país -al igual que Uruguay- el virus llegó más tarde que en otros países, con lo cual “es sorpresivo que la caída ya se vea reflejada ahora cuando se esperaba para más adelante”.
Pese a que las ventas uruguayas a China cayeron cerca de 40% en abril, este se mantuvo como el principal destino de exportación, con un total de US$ 111 millones, lo que implicó una participación del 28% en el total.
Estados Unidos fue el segundo destino de exportación aunque también cayó (-15% interanual), en tercer lugar se ubicó la Unión Europea con una retracción del 45% frente a abril del año pasado y en cuarto lugar se posicionó Brasil.
Previsión.
En diálogo con El País, la gerente general de la Unión de Exportadores, Teresa Aishemberg, dijo que los datos de abril “estuvieron en línea” con lo esperado, aunque señaló que “la importancia ahora está en ver cómo se van a reabrir los mercados, si va a haber más proteccionismo y si puede llegar a haber un aumento en las exigencias de certificaciones” de calidad.
En relación a lo que pueda ocurrir con las exportaciones en los próximos meses, Aishemberg manifestó que “todos los sectores van a reaccionar distinto en función de la demanda”.
Por su parte, Soto mencionó que “hay pistas” que pueden indicar que China y Europa se están reactivando lo cual sería algo positivo para las exportaciones del país. No obstante, manifestó que va a ser un “lento reaccionar” por lo que “quizás a partir de julio” se pueda empezar a ver una recuperación en el comercio exterior.
Según el informe de Uruguay XXI, “la capacidad” del país de tener una “reacción temprana, aprovechamiento de oportunidades y la diferenciación pueden ser también factores claves de cara a la recuperación de la economía”.
Aishemberg valoró el traba-jo junto a la Cancillería para “buscar alternativas” en la logística que permitan transportar la mercadería al exterior. Mencionó que “todos los medios de transporte” de carga están en funcionamiento, menos el aéreo.
Soja y celulosa más expuestos
Uruguay XXI incluyó en abril un análisis sobre el efecto del coronavirus en las exportaciones. Evaluó que los bienes más expuestos a un impacto negativo (por alta concentración de ventas a sus tres destinos principales y bajo número de mercados) son “soja (16 mercados y 59% de ventas a los tres principales) y la celulosa (14 y 72% respectivamente), mientras que la carne bovina muestra una situación particular con mayor concentración (81%) y un amplio número de mercados (49)”. Agregó que “en una situación intermedia se encuentran bienes como concentrado de bebidas, arroz y subproductos de la carne” y están menos expuestos “los lácteos, productos plásticos y productos farmacéuticos que tienen baja concentración y un amplio número de mercados”.