Acuicultura versus celulosa
Sr. Director:
Alternativa productiva. De enorme potencial en absolutamente toda la cuenca del río Negro, la Acuicultura, cría de esturiones, se antepone al pretendido proyecto de UPM.
Tenemos una oportunidad fenomenal ante los ojos que refiere al desarrollo genuino de proyectos acuícolas en el centro del país y que el ambientalmente peligroso proyecto celulósico que plantea #UPMSuomi nos dejará fuera.
Probados y hoy exitosos proyectos dan prueba de la hasta hace poco excepcional calidad de aguas y con enorme potencial de expansión a toda la cuenca que comprendería siete departamentos.
Imaginemos el impacto socioeconómico en la región centro del país si se promueve la instalación de un centro regional de acuicultura con 15 empresas similares a las existentes...
Excepcionales y prometedores proyectos productivos están en suspenso y son definitivamente incompatibles con la pastera.
Otra arista del daño colosal al que nos estamos exponiendo con la pérdida de una oportunidad única que generaría miles de puestos de trabajo genuinos para el centro del país.
Respecto al río Negro, y el vertiginoso incremento año a año de las floraciones algales (cianobacterias), este ya compromete severamente la calidad de aguas de toda la cuenca y el impacto es una realidad sobre los proyectos acuícolas existentes de crías de esturiones. Hoy son empresas productoras de caviar, proyectos de muchos millones de dólares de inversión, idem cifras de exportaciones y aun exitosos pero que estén seriamente comprometidos.
Capitales americanos de empresa hoy en operaciones evalúan retirarse en caso de que la calidad del agua se deteriore aún más de lo actual.
Según expresión de sus directivos la instalación de la pastera es vista por ellos como un factor de riesgo inminente en ese sentido.
Sin llegar al imponderable catastrófico (pero posible por un error humano o falla técnica) escenario donde un vertido liquide en pocas horas toda la vida animal río abajo con los espantosos daños que supondría también evalúan estos inversores dos tópicos de singular importancia:
la natural disminución del caudal en años de seca, lo que supone que se eleven los porcentajes de químicos disueltos en el agua que emitirá en forma regular indistinta la pastera, lo cual atentaría directamente contra la salud de los peces;
la elevada temperatura a la cual los efluentes serán vertidos al río también generando condiciones propicias ideales para la proliferación de cianobacterias durante todo el año.
En reunión que mantuvo el nuevo ministro Carlos Maria Uriarte el día 18 de marzo con muchos representantes del sector pesquero nacional, el gerente de una empresa de capitales estadounidenses instalada en el río Negro anunció que hace ya años que se incrementan los problemas con las cianobacterias, que obligan a hacerles largas cuarentenas a los animales.
De mantenerse estas condiciones evalúan abandonar Uruguay indefectiblemente.
Sería una verdadera infamia permitirlo puesto que es una zona privilegiada para la actividad y que podría albergar decenas de proyectos acuícolas como el de ellos, transformando la cuenca entera del río Negro en un polo de desarrollo acuícola único en América del Sur.
No solo el esturión como especie ofrece un fenomenal horizonte de desarrollo para toda la cuenca, también está la carpa, cada vez más requerida en mercados como Alemania, y nuestro aún no bien valorado bagre negro, de excepcional pulpa y sencilla crianza, que día a día adquiere mayor reconocimiento en varios países de Latinoamérica.
Región central del Uruguay, potencial real y una errónea visión de desarrollo desde el centralismo montevideano:
Las últimas administraciones aplicaron el centralismo más agresivo que sufrió Uruguay desde 1830 y tramposamente manejaban el concepto del carozo vacío del país refiriéndose a la región noreste como inhabitada e improductiva.
Nada más perezoso y equívoco, propio de una visión ajena al Uruguay rural y sus componentes socioproductivos.
Justificaron macro inversiones que poco le dejarían al Uruguay en términos de retorno sobre la colosal erogación pública proyectada, desestimaron por omisión de asistencia sectores productivos casi hasta su desaparición, generando un ámbito social de extrema incertidumbre.
En momento de extrema sensibilidad social, donde se replantea cada familia, hora a hora, cena a cena, el nuevo escenario laboral tan complejo que enfrentarán y dónde guarecerse, donde en paralelo se pronuncian creativas iniciativas de proyectos locales de desarrollo como esperanzadores faros de esperanza, se hace imperioso ser cautos y escuchar a los empresarios locales en sus planteos.
La real descentralización se impone y nuestros hijos nos reclaman redoblar esfuerzos.
Vemos en este nuevo escenario de la reconstrucción nacional a jóvenes del centro del país transformados en investigadores y productores acuícolas y no en operadores de call centers o empleados de UPM.
La cuenca del río Negro no es el carozo vacío y mudo del Uruguay.
Es la educada y habitada región central del país, donde vive trabajadora y pujante; poderosa semilla ciudadana con deseos de germinar.
Juan Manuel Otero Ferres