Mientras hay sectores «liquidados» en la construcción se reactivan emprendimientos «dormidos»
Muchos comercios siguen cerrados y otros tratan de incrementar la venta por Internet; las industrias están a media máquina, salvo aquellas que proveen a las farmacias, supermercados y autoservicios, que siguen haciendo abrir y cerrar sus cajas registradoras. Y en general los pequeños emprendimientos —talleres mecánicos, peluquerías, transporte de escolares, restaurantes— también están prácticamente paralizados.
La «luz al final del túnel» a la que aludió días atrás el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, para referirse a la crisis provocada por el coronavirus y a la puesta en marcha de los motores de la economía para salir del pasadizo lo antes posible, todavía no se ve en varios de los rubros de actividad. Los shoppings, por ejemplo, no tienen «idea» cuándo podrán volver a abrir sus puertas y señalan que entonces será con caídas de los niveles de consumo previos al Covid-19; mientras tanto «no cobran alquiler» por los locales.
En cambio, las empresas y trabajadores de la construcción volvieron a la actividad el lunes 13, tras finalizar la licencia especial de la semana anterior a la de Turismo y la reglamentaria durante esos días. El retorno se da, además, con una serie de cambios introducidos al régimen de vivienda promovida, que según la visión del gobierno y de los constructores servirán para reactivar la economía mientras el país procesa la crisis actual.
«Supernoticia». «Volvieron entre 2.500 y 3.000 centros de trabajo, desde el más grande como UPM hasta una reforma pequeña en un barrio. Parte de la reactivación de la economía es que salga la construcción a trabajar. Y se vuelve con una supernoticia y un aliciente enorme», dijo a Búsqueda el presidente de la Asociación de Promotores Privados de la Construcción (Appcu), Ignacio González Vierci. Así se refirió a la próxima derogación de los topes de precio y restricciones en el porcentaje de unidades de uno, dos y tres dormitorios que regían desde 2014 y otros ajustes introducidos en 2017. Además, ahora se permitirá que los edificios construidos bajo este régimen de promoción con exoneraciones impositivas incluyan cierta cantidad de monoambientes. Para el titular de la Appcu, la nueva normativa, que se publicará en estos días, permitirá el «libre albedrío, según cada uno considere cómo le va a ir en el negocio».
Aseguró que debido al impacto del Covid-19 «no saldrán todos» los inversores que pensaban desarrollar proyectos promovidos bajo las nuevas condiciones, pero señaló que «ya se empiezan a reactivar» los planes «dormidos». Como ejemplo, mencionó que entre que se hizo el anuncio y el lunes 13 dos socios de Appcu definieron el lanzamiento de tres edificios (dos en la zona de Tres Cruces y otro en La Blanqueada).
El martes 14, González Vierci asistió junto con la delegación de la Confederación de Cámaras Empresariales —encabezada por su presidente, Gerardo García Pintos— a la reunión con el primer mandatario en la Torre Ejecutiva. Allí, dijo, recibió indicios de que los planteos que la Appcu también realizó sobre las exoneraciones a las «megaobras» —las de gran dimensión económica— «están teniendo evaluación favorable» por parte del gobierno. Sobre eso esperan novedades en pocas semanas.
«Habrá negocios y oportunidades que se abran porque hay sectores que no están siendo tan golpeados, por suerte, y porque la pandemia es pasajera», dijo sobre las expectativas de concretar compraventas de las nuevas unidades que se vuelquen al mercado.
Además de las decisiones que buscan incentivar la construcción, el gobierno también está evaluando una serie de medidas para impulsar la actividad industrial, dijeron a Búsqueda fuentes del ministerio del ramo. Se prevé que próximamente se resuelva la prórroga «por un año» en la vigencia de las admisiones temporarias, un instrumento muy utilizado por las fábricas mediante el cual importan insumos exentos de impuestos para agregarles valor y luego ser exportados. También se evalúa el «corrimiento» de los plazos establecidos en la «ley de inversiones» para el cumplimiento de la matriz de indicadores de los proyectos en general. Las fuentes indicaron que, además, se estudiaron los costos que podría tener aumentar la devolución de impuestos indirectos a las exportaciones en algunos rubros, pero admitieron que esta medida tiene menos probabilidad de prosperar.
«Sin perder los principios, vamos a hacer todo para prender la llave del país de vuelta», había dicho Lacalle Pou días atrás. Y coincidiendo con esa actitud, tras reunirse con el mandatario, García Pintos afirmó que dada la «situación crítica y extraordinaria» que atraviesa el país «hay que gastar lo que sea necesario».
Medidas «insuficientes»
En los últimos días, algunas personas que habían comprado un auto fueron al concesionario para devolverlo porque no podían afrontar la deuda; también hay industrias que están teniendo problemas para el cobro de sus ventas y comerciantes solicitando a proveedores que se le depositen los cheques emitidos más tarde para que no reboten por falta de fondos. El panorama es diverso, según las consultas realizadas por Búsqueda entre empresarios y gremiales de distintos rubros. Algunos están acudiendo a las medidas que el gobierno tomó para aliviar a las firmas por la afectación económica del coronavirus, pero otros advierten que algunos de los anuncios no han sido llevados a la práctica, o bien que no los alcanzan a beneficiar y también están los que no acceden porque, dicen, los bancos no atienden el teléfono y si van a la sucursal hay colas de gente afuera.
A su vez, plantean que en general las empresas han enviado mucho personal al «seguro de paro» para reducir los costos pero también toman medidas preventivas respecto a los trabajadores resfriados o con alguna enfermedad, lo que termina desarticulando equipos y sus capacidades de gestión y operación, sumando inconvenientes en el funcionamiento del negocio puertas adentro.
En los primeros 14 días de abril las solicitudes de subsidio por desempleo fueron 50.996; la amplia mayoría (42.058) son por la causal «suspensión» de actividad, según datos del Banco de Previsión Social (BPS).
Desde la Liga de Defensa Comercial (Lideco) indicaron que se preparan para, a la salida del «túnel», ayudar a que los deudores y acreedores encuentren soluciones para los problemas de pago e insolvencia que se potencian en tiempos de crisis. En general, los que tienen problemas financieros postergan los pagos y apuestan a generar ingresos frescos, dijo una fuente. Pero cuando los meses pasen y las cuentas con retraso se acumulen, es posible que más recurran a mecanismos de refinanciación previstos en el régimen concursal.
Para entonces es que, en conversación con legisladores oficialistas, algunos abogados están redactando un proyecto para modificar aspectos de la ley de concursos y reorganización empresarial (Nº 18.387) por la situación de «emergencia económica» ocasionada por la pandemia. La idea principal, dijeron, es alargar los plazos establecidos (de 30 días a 180 días) para que las firmas que conocen su situación de insolvencia se presenten a concurso, suspender por un tiempo la posibilidad de que los acreedores de una firma hagan la presentación a concurso del deudor (concurso necesario) y así «tratar de salvar» la empresa antes. Además, prevén flexibilizar las condiciones para presentar un acuerdo privado de reorganización, una figura que hoy está restringida a hacerse solamente antes de la declaración judicial de concurso y con el acuerdo del 75% de los acreedores comerciales sin garantía. Apuntan a que se pueda celebrar luego de entrar en concurso y con la mitad de la aprobación (50%) de los acreedores.
Pero, mientras tanto, para que el «impacto de la crisis sea el menor posible» el gobierno anunció una «batería de medidas», enfocado especialmente en los emprendimientos de menor porte, como el corrimiento del plazo para las firmas que pagan el IVA mínimo (literal E) para fines de marzo, la exoneración de parte de los aportes patronales a los monotributistas y unipersonales (con hasta 10 empleados) y subsidios por cese de actividad para los emprendedores vinculados al Mides (de unos $ 6.800) y un préstamo blando de $ 12.000 para abril y mayo para monotributistas, literal E y régimen general. Entre el feriado del viernes 10 y la mañana del lunes 13 la Agencia Nacional para el Desarrollo (Ande), que gestionará los dos subsidios mencionados, recibió casi 700 consultas para conocer los beneficios, indicaron desde la institución. Están terminando de implementar un mecanismo de consulta por la página web del BPS, al estilo del que se realiza para ver si corresponde la devolución del Fonasa, de modo que el beneficiario acuda luego a una red de cobranza para hacerse del efectivo. (…)
(Fuente: Semanario Búsqueda)