Las autoridades ven con preocupación la situación financiera de la comuna, ante la pérdida de ingresos y el aumento de gastos no previstos
IM apunta sus planes de ayuda a las micro y pequeñas empresas y premiará a las que no despidan personal durante la crisis
Desde diferir el pago de la contribución inmobiliaria hasta suspender el cobro por el uso comercial de espacios públicos, son varias las medidas de alivio financiero que la Intendencia de Montevideo (IM) ha implementado ante la situación de emergencia sanitaria que vive el país.
Esas decisiones tendrán un fuerte impacto en las finanzas de la comuna, aseguran las autoridades, ya que implicarán un financiamiento adicional de US$ 40 millones. Equilibrar los números ante la caída de ingresos y el aumento de los gastos es por eso una preocupación central de la administración por estas semanas.
Si bien considera que es precipitado calcular una cifra de a cuánto ascenderá la pérdida de ingresos de la IM a raíz de la emergencia sanitaria, el director de Recursos Financieros, Juan Voelker, dijo a Búsqueda que realizan estimaciones de forma permanente a través de un análisis prospectivo, con el objetivo de medir “lo que se viene y el impacto que tendrá”.
A la postergación de la recaudación en diferentes rubros —como el estacionamiento tarifado—, se suman otros efectos derivados de la poca movilidad, como la disminución de las multas de tránsito y una posible mayor morosidad en los pagos de tributos. Por eso se encuentra en un período de “cautela”, ajustando la planificación económica y financiera prevista para el período.
“Sabemos que la IM se va a ver muy afectada, pero las medidas de financiamiento transitorio tomadas fueron posible porque tenemos una liquidez importante que viene de un resultado positivo logrado en otros años. Es un pulmón, pero es transitorio. Hay que ver cómo balancear esa ecuación”, dijo Voelker.
De todas maneras, la IM busca implementar medidas que ayuden a las micro, pequeñas y medianas empresas, que solo en la capital del país dan trabajo a más de 450.000 personas y constituyen el 80% de la actividad privada de la ciudad. De esas, unas 225.000 corresponden a las micro, mientras que las pequeñas dan empleo a un 30% del total, dijo a Búsqueda el director de Promoción Económica de la IM, Ricardo Posada.
Según el director, además de aplicar estas medidas inmediatas, la idea de las autoridades es trabajar en lo que será “el día después”, es decir, cuando pase la crisis causada por el coronavirus y la ciudad comience a retomar su ritmo normal.
“Tenemos dos componentes muy fuertes. Uno es cuáles son las ruedas de auxilio para sobrellevar esta situación de emergencia y otro es cuáles van a ser las políticas, no solo para sostener la situación particular actual de cada uno, sino para reactivar la economía. Y ya estamos trabajando en propuestas y analizando viabilidades, con una mirada global”, afirmó Posada.
En ese sentido, dijo que si bien aún no están completamente definidas las formas y planes de ayuda que se ofrecerán a las micro y pequeñas empresas, sí se decidió priorizar a aquellos emprendimientos que no despidan a sus trabajadores durante la crisis por sobre los que reduzcan su plantilla, con el fin de “premiar” ese esfuerzo.
“Si para salir de la crisis y reactivarse económicamente, la decisión de la empresa es despedir trabajadores, difícilmente nosotros la podamos apoyar. Ahora, si en el esfuerzo por salir adelante, no son los trabajadores quienes sufren la pérdida, cuenten con nosotros. La manera en que se comportan es determinante”, sostuvo el jerarca. El fin es ayudar a los emprendimientos con medidas a largo plazo, luego de colaborar con su supervivencia durante la crisis, agregó.
“Hay que ver cómo transcurren estos dos meses para tomar decisiones más definitivas. Está todo en proceso de elaboración, porque la realidad es muy dinámica”, sostuvo Posada.