Calificadora japonesa mantiene grado inversor de la economía uruguaya y lo elevó a positivo
La agencia calificadora de riesgo financiero japonesa R&I mantuvo el grado inversor de los bonos soberanos uruguayos en “BBB”, y además incrementó su perspectiva de “estable a positiva”.
Este miércoles 5 de febrero se conoció el informe de la calificadora R&I, la cual decidió mantener el grado inversor de la economía uruguaya e incrementó su perspectiva de estable a positiva. Tal decisión está motivada en el nivel de actividad de la economía de Uruguay, tomando en cuenta, en especial, la próxima instalación de la segunda planta de celulosa de UPM, la infraestructura general y el manejo de la deuda pública.
También se indica como positivo el acceso al mercado financiero con tasas de interés muy bajas y a los recursos contingentes de organismos multilaterales de crédito, “lo cual otorga tranquilidad en cuanto al cumplimiento de todas las obligaciones financieras con el exterior”.
En el informe de la calificadora se resalta que Uruguay es un país socialmente estable con un alto nivel de ingresos.
Se expresa que se encuentra entre los “mejores” de América Latina particularmente por su democracia, la falta de corrupción, el cumplimiento del estado de derecho y las credenciales sólidas de su ambiente social y de gobierno. Ello -asegura la calificadora- le da potencial de convertirse en un centro de negocios para la región.
“La economía probablemente se recuperará en a mediano plazo, con un gran proyecto de inversión programado para comenzar a utilizar capital nacional y extranjero”, se indica.
También se manifiesta en el informe que “el riesgo fiscal se mantiene bajo control, gracias a una política prudente de gestión de la deuda”.
Las expectativas son altas para “reformas del mercado laboral y de pensiones”, que estarán en manos de la nueva administración que se inaugurará en marzo de 2020.
En consideración de estos factores, R&I ha afirmado la calificación del emisor de moneda extranjera en “BBB” y cambió la perspectiva de calificación a “positiva”.
También se destaca que Uruguay recibe la evaluación “más alta en América Latina por su estabilidad política y social”.
Desafíos
De todos modos, R&I expresa que “contener la inflación sigue siendo un desafío clave en el ámbito de la política macroeconómica y requiere esfuerzos sostenidos”.
La calificadora no cree que el déficit se convierta en un factor desestabilizador significativo, y no hay preocupación sobre liquidez en moneda extranjera.
Por otro lado, en el informe también se expresa que mantener una posición fiscal sólida es “esencial para la estabilidad de la economía de Uruguay, que es pequeña y expuesta a cambios en el entorno externo”.
El punto central es si la nueva administración “podrá implementar la reforma de pensiones y otras iniciativas y, por tanto, frenar los gastos estructurales”.
El pasado 31 de enero se conoció, asimismo, que la calificadora de riesgo canadiense DBRS ratificó el grado inversor de la deuda uruguaya, con tendencia estable. Manifestó que se “espera que la actividad se acelere en 2020 y 2021 gracias a una gran inversión en el sector de pulpa de celulosa y papel, así como un mayor gasto en proyectos de infraestructura”.