DIÁLOGO
Táctica del nuevo gobierno: buen vínculo con el Pit-Cnt
El presidente electo y su futuro ministro de Trabajo, Pablo Mieres, se reunieron el martes con la central. Los sindicalistas salieron conformes de la entrevista y lo hicieron saber de inmediato.
El murguista Raúl Castro hizo campaña por el Frente Amplio y el Pit-Cnt. En un spot aparecía pidiendo el voto para su partido y en el otro advertía que se podía venir un país sin carnavales.
Ganó Luis Lacalle Pou las elecciones y en febrero habrá carnaval como siempre y seguirán los Consejos de Salarios sin mayores cambios como desde hace 15 años. En tanto, Raúl Castro se prepara para sacar su murga por fuera del concurso oficial del Carnaval.
Como si fuera poco, y para sorpresa de muchos, los dirigentes del Pit-Cnt y las principales figuras del nuevo gobierno desarrollaron un buen vínculo a gran velocidad.
Meses antes de ser electo presidente, Lacalle Pou visitó la sede de la central sindical. A su vez, durante varios años consecutivos Álvaro Delgado, uno de sus colaboradores más cercanos, participó de los actos del 1° de Mayo y otros eventos de organizaciones sindicales.
El presidente electo y su futuro ministro de Trabajo, Pablo Mieres, se reunieron el pasado martes con la central sindical. Los sindicalistas salieron conformes de la entrevista y lo hicieron saber de inmediato. Anunciaron que hasta crearon un “canal de comunicación”, una especie de “teléfono rojo”, entre la cúpula del sindicalismo y el Poder Ejecutivo.
El presidente del Pit-Cnt, Fernando Pereira, habló bien de Lacalle Pou en una entrevista con el semanario Crónicas. “Creo que ha sido subestimado por una parte de la izquierda uruguaya. Estamos ante un presidente inteligente y con capacidad de escucha”. dijo.
Con relación a la reunión del martes, Pereira dijo que “en algunos temas que eran preocupación del movimiento sindical hubo respuestas contundentes”. “Sobre la negociación tripartita y que en la misma se negocie la totalidad de los salarios como hasta ahora, fue muy afirmativa su propuesta”, mencionó el dirigente.
Marcelo Abdala, secretario general de la central única, también se mostró satisfecho por la reunión mantenida con el futuro primer mandatario.
Ambos dirigentes integraron listas del Frente Amplio. Pereira fue candidato en la hoja de votación al Senado de la Vertiente Artiguista y Abdala hizo lo propio en la de Democracia Avanzada, Partido Comunista.
La buena sintonía llevó a que la derogación del decreto que prohibía a la Policía desalojar a trabajadores durante las ocupaciones de los lugares de trabajo dejara de ser una preocupación central del Pit-Cnt.
El propio Pereira reconoció que en el año 2018 se produjeron 12 ocupaciones en un marco de 100.000 empresas que podrían haber recibido la misma medida. Por tanto, se puede esperar que el nuevo gobierno derogue, como prometió en campaña, el decreto y la central no haga mucho escándalo.
Contacto con las empresas.
Para desarrollar el diálogo tripartito es necesario entablar contactos formales con las cámaras empresariales. Hasta el momento, Lacalle Pou y Mieres no han recibido a los delegados del sector empleador. No obstante, está previsto que se reúnan a la brevedad aunque no se conoce la fecha.
Los grandes reclamos de las cámaras están contenidos en su queja ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT). A pesar de los denodados esfuerzos del gobierno, la OIT reconoció como válidos los reclamos de los empleadores uruguayos y el Poder Ejecutivo no tuvo más remedio que enviar un proyecto de ley al Parlamento con los cambios exigidos.
La principal recomendación de la OIT era que se privilegiara la negociación entre empresa y empleados, por encima de la negociación tripartita con el gobierno en los consejos de salarios. En tanto, los cambios también implican la derogación de la llamada “ultractividad de los convenios”.
En su relación con el gobierno electo los empresarios apuntarán a otros aspectos de la agenda política. Pretenden poner la mirada en las “reformas estructurales”. Van por cambios en la seguridad social, la reforma del Estado y las empresas públicas, según confirmaron a El País fuentes de las cámaras. En esa línea mantienen la “confianza” en que el presidente electo pueda desarrollar estos puntos durante su período de gobierno.
Caída del salario real.
El único dirigente sindical que ha sostenido que el gobierno bajará el salario real es Richard Read. El histórico dirigente de la bebida sostiene que los cambios en la negociación colectiva que propone la futura ministra de Economía, Azucena Arbeleche van a provocar una caída en el poder de compra de los trabajadores.
“Está diciendo que habrá salario diferencial de acuerdo al tamaño de la empresa o que va a regionalizar los salarios. ¿Que es eso? Son indicios de que van a bajar los salarios. Vamos a tener un laudo nacional, pero en tal región se va a pagar esto otro. ¿Van a poner un salario de frontera de acuerdo al valor real? Es impracticable. La señal que dieron es que, si se puede pagar el salario, se paga y si no, no. ¿Cómo se demuestra que no pueden pagar?”, dijo Read la semana pasada a El País.
Los salarios, el tema central de la negociación colectiva, vienen perdiendo pie ante el incremento del desempleo. De hecho, en la última negociación colectiva el gobierno fijo tres rangos de inflación para fijar los aumentos.
“Una máxima dinámica de 8,5%, después venía 7,5% y 6,5%; el 95% de los consejos laudó por debajo de la inflación. Por tanto, laudó con pérdida del salario real”, dijo Read.
Academia prevé que el 2020 será de gran conflictividad
Un informe realizado por el Departamento de Psicología Social y Trabajo de la Universidad Católica del Uruguay anticipa que aumentará la conflictividad laboral durante el primer año de gobierno de Luis Lacalle Pou.
El documento recuerda que la administración que asume el 1° de marzo deberá tratar un tema que queda pendiente: el proyecto de ley que modifica la ley de negociación colectiva del sector privado. Y advierte que las opiniones encontradas de los actores en relación con esta iniciativa “probablemente generarán nuevas tensiones en los involucrados”.
El presidente electo aseguró en campaña que mantendrá los Consejos de Salarios, aunque anticipó que deberán flexibilizarse y que derogará el decreto de 2006 que estableció mecanismos de prevención de conflictos y reguló las ocupaciones. “Si bien los empresarios apoyan estas medidas, los trabajadores las rechazan, ya que no quieren modificaciones a la ley de negociación y defienden que la ocupación es la extensión del derecho de huelga”, subraya el informe.
“Aún se desconocen los contenidos de la ley de urgente consideración que el gobierno de coalición está elaborando para presentar al Parlamento no bien asuma. Si sumamos los anuncios recién mencionados a la coyuntura de un conjunto de convenios del sector privado que deberán negociarse y a la discusión del presupuesto quinquenal unos meses después -con anuncios de austeridad en los gastos durante toda la campaña electoral-, se prevé un aumento en la conflictividad laboral para el año entrante”, destaca el documento.
El futuro ministro de Trabajo, Pablo Mieres, anunció, en declaraciones a El País, que su intención es que en las relaciones laborales “el péndulo esté realmente en el medio”. Algunos empresarios, que actuaron en la negociación colectiva, han entendido que hasta ahora entre el gobierno y los sindicatos había más acuerdos que con los empleadores.