CPA Ferrere: se debe despejar el riesgo de un aumento de impuestos
La consultora afirmó que será clave la mejora en la competitividad y reducir la incertidumbre fiscal.
La economía uruguaya crecería 2,3% el próximo año y 1,9% en 2021. A pesar de los efectos que llegan desde Argentina, las obras de infraestructura proyectadas y la construcción de la nueva planta de celulosa de UPM impulsarán la actividad.
Sin embargo, un retraso en el cronograma de ejecución previsto podría alterar la distribución de ese impacto.
Si eso sucede, el crecimiento proyectado sería de 1,8% y 2,7%, respectivamente. Así, asegurar un crecimiento sostenido requiere impulsar la inversión. Y para ello, será clave mejorar la competividad y reducir la incertidumbre fiscal, según indicó este miércoles la consultora CPA Ferrere, luego de su última reunión sobre Coyuntura Económica en este 2019.
En el encuentro, destinado a sus clientes, la empresa habló de los cambios que se esperan para Uruguay el año próximo, tanto a nivel económico como político.
Para la consultora, la reducción de esa incertidumbre fiscal se basa en aspectos concretos: despejar el riesgo de aumento de impuestos, habilitar las reducciones de tarifas y mantener el acceso al financiamiento.
Los indicadores adelantados sugieren así un menor deterioro de la actividad económica en este último trimestre. En cuanto al turismo, el ajuste a la baja en la llegada de argentinos ya se procesó en los dos últimos años, aunque el gasto se contraería en la próxima temporada.
Para CPA Ferrere el escenario internacional se muestra con señales mixtas para los países emergentes. El crecimiento mundial de desacelera, y las proyecciones para el año próximo, tomando como base los indicadores del Fondo Monetario Internacional (FMI), se corrigen a la baja. Sin embargo, la expansión monetaria en las economías avanzadas descomprimirá la tensión financiera.
Los precios de los commodities será presionadas a la baja ante un menor crecimiento global y la desaceleración de China. Así, la proyección del crudo indica una variación interanual a la baja de 9,6% para este año y de 6,2% para el que viene. En Uruguay, apunta el informe, la carne será la excepción.
En Brasil, pese a la mejora en las expectativas, a que el déficit fiscal disminuye y que la agenda de reformas avanzas, los riesgos siguen siendo elevados. La proyección es que ese país crezca 0,9% este año y 2,1% en 2020, lo que es insuficiente para provocar un efecto “derrame”.
En Argentina, en tanto, la corrección de los desequilibrios quedó a mitad de camino. Las reservas internacionales del país son escasas para brindar estabilidad financiera y cambiaria. Es probable, se subraya, que la inestabilidad nominal se intensifique el año próximo.
En rueda de prensa luego del evento, Gabriel Oddone, socio de CPA Ferrere, aseguró que sea quien sea el próximo presidente, los mercados van a reaccionar en forma positiva ya que Uruguay “tiene credibilidad”.
Es que, según explicó, el país mantiene la particularidad de que tanto Daniel Martínez como Luis Lacalle Pou están lejos de haber planteado cuestiones contradictorias en el manejo macroeconómico.
Ambos, dijo, coinciden en el problema que representa el déficit fiscal y en la necesidad de mejorar las cuentas públicas y la gestión en el Estado. Sostuvo que las diferencias están en la forma de encarar esos problemas.
Si el triunfador es el nacionalista, irá por un ajuste fiscal que no implica un incremento tributario. Si gana el frenteamplista, en tanto, la opción será apostar a una mayor disciplina fiscal para mejorar la ecuación.