UTE compensará a pequeños ahorristas que apostaron a la energía eólica
La empresa planea realizar una reducción del capital integrado por rescate de acciones ordinarias y preferidas de Valentines
A fines de 2016, unos 10 mil inversores se asociaron con UTE y se convirtieron en dueños del parque eólico Valentines que funciona en el departamento de Treinta y Tres. El emprendimiento tiene como socios a cientos de ahorristas minoristas y ya distribuyó utilidades en dos oportunidades.
Ahora la empresa se plantea realizar una reducción del capital integrado por rescate de acciones ordinarias y preferidas, que será tratada en detalle el próximo 30 de setiembre, en una asamblea extraordinaria de accionistas.
¿Qué implica está medida? Se trata de la devolución de parte del capital integrado que los accionistas poseen en la sociedad. En otras palabras, se planea restituir una porción de los aportes realizados por los inversores. El rescate se hará al valor nominal de cada acción, la cual se retirará de circulación.
¿Por qué se entiende conveniente hacerlo? “Porque mejora la tasa de rentabilidad interna de los accionistas en el proyecto, sin comprometer la disponibilidad financiera de la sociedad”, dijo a El Observador el director de Areaflin –la sociedad anónima que gestiona el parque– Gonzalo Pérez.
El parque eólico tiene un capital integrado de US$ 52,3 millones, según el último balance. El monto de la reducción aún no ha sido definido.
Los resultados
La primera distribución de utilidades correspondiente a 2017 fue por US$ 5,4 millones. Así cada accionista obtuvo una ganancia de capital aproximada de 10%. El ejercicio 2018 no fue tan auspicioso y en mayo pasado el parque repartió utilidades por US$ 1,3 millones, con una ganancia de 3,2% sobre el monto invertido.
Factores circunstanciales, como menores ventas de energía y un efecto diferido del impuesto a la renta asociado a la suba del tipo de cambio llevaron a que el flujo a distribuir fuera inferior al proyectado en el modelo financiero original, según había explicado el directorio.
Particularmente sobre la generación de energía, que ha estado por debajo del potencial teórico, un informe de la calificadora Care sostuvo en abril de este año que el desvío se explica porque el viento ha mantenido un comportamiento fluctuante y poco alineado al promedio utilizado para las proyecciones iniciales. De todas formas, se explicó que el parque está en una etapa inicial y con procesos de ajuste, por lo que aún no es posible verificar si los rendimientos serán o no los esperados.
Pérez señaló que la reducción del capital integrado proyectada es para todos los accionistas por igual, por lo que cada uno de ellos mantendrá su actual porcentaje de participación. La sociedad aspira a efectuar el pago efectivo antes de finalizar el 2019.
El capital de Areaflin está representado en acciones preferidas clase B que cotizan en la Bolsa de Valores de Montevideo desde el 22 de diciembre de 2016 (80%) y por acciones ordinarias escriturales clase A que no cotizan en bolsa (20%) y cuyo titular es UTE.
Renta variable
Por tratarse de títulos de renta variable, los dividendos que reciben los accionistas dependen del desempeño que tenga el emprendimiento cada año. No es correcto pensar que todos los años se recibirá la rentabilidad estimada antes de la emisión, ni que se va a distribuir un monto similar de dividendos.
Así la rentabilidad estimada del entorno de 10% anual que se proyectó previo a la emisión de las acciones en 2016 corresponde a una medida de retorno que considera los flujos planificados para los 20 años del proyecto, con montos fluctuantes que se irán compensando con el tiempo.
Inversión de disponibilidades
En el último balance de la empresa figuran disponibilidades por US$ 30,4 millones, que deben permanecer en caja y no pueden ser repartidos entre los socios por restricciones contables. Un motivo son las exigencias que establece la ley de sociedades comerciales y el otro responde a condiciones acordadas con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que es el organismo financiador.
Si esa plata no se invierte supone una pérdida de rentabilidad para los inversores. Por eso ya se decidió invertir parte de ese dinero en instrumentos financieros de bajo riesgo. Así, luego de haber obtenido la aprobación del organismo financiador del BID, la sociedad concretará en estos días la colocación financiera, informó Pérez.
El parque tiene una potencia instalada de 70 MW y demandó una inversión de US$ 171 millones. Fue financiado en un 70% con un crédito de largo plazo (18 años) a través de la Corporación Interamericana de Inversiones (miembro del grupo BID) y en el otro 30% con aportes de capital.
Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 24 setiembre 2019