Menor inversión, consumo y aumento del dólar frenan las importaciones
Las compras en el exterior cayeron en los primeros seis meses del año y no se espera un cambio de escenario para los próximos meses
Las compras en el exterior tuvieron un desempeño negativo en el primer semestre del año. Hubo menores compras en los principales rubros de importación en la comparación con un año atrás. Caídas importantes se registraron en rubros vinculados al consumo y también en bienes de capital.
Entre enero y junio de este año se realizaron importaciones por US$ 3.406 millones con un descenso interanual de 9%, según información del Instituto Uruguay XXI. A su vez, la retracción alcanzó a 10 de los 16 principales segmentos de compras externas.
El ranking de productos más importados estuvo encabezado en el semestre por los teléfonos. Se adquirieron aparatos por US$ 146 millones con una baja interanual de 10,3%.
Otra disminución significativa se registró en los automóviles. En el período se importaron unidades por US$ 139 millones y un saldo negativo de 17,5%. Los demás vehículos cayeron 3,1%. Un rubro relacionado que también tuvo una baja fue el de los autopartes. En este caso se compraron artículos por US$ 67 millones con un descenso de 15,5%.
El mal desempeño también se observó en las compras por origen. El principal proveedor continuó siendo China. Pero las operaciones cayeron 3,4%. En el primer semestre de este año fueron por US$ 777 millones contra US$ 804 de igual período de 2018.
El segundo origen fue Brasil con una caída de 6,1%. Después Argentina con 15%, Estados Unidos con 8,5% México con 5,4% y Alemania con 15,2%. De los 16 principales proveedores en el exterior se verificaron descensos en 14.
Un aspecto que pesa en las importaciones es el tipo de cambio. El comportamiento de la moneda estadounidense siempre tiene efectos en el comercio exterior. Cuando se fortalece favorece al sector exportador que coloca sus productos en el exterior con un tipo de cambio favorable. En ese mismo escenario, los importadores deben pagar más caro lo que adquieren fuera de frontera.
En los primeros seis meses del año el dólar tuvo una apreciación de 8,6%. El año pasado cerró con una suba de 12,6%. En mayo, cuando la divisa superó los $ 35 el Banco Central (BCU) decidió intervenir en el mercado de cambios. Allí, vendió dólares para evitar un mayor fortalecimiento de la moneda.
Consumo e inversión
El menor volumen de importaciones también se refleja en el ánimo de los consumidores. El último informe elaborado por la Cátedra Sura de la Universidad Católica y Equipos Consultores correspondiente a mayo señaló que el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se mantuvo en una zona de moderado pesimismo.
El ICC cayó 1,7 puntos respecto al mes anterior y la contracción fue impulsada por un descenso de 5,1 puntos en la predisposición a la compra de bienes durables.
El documento previó que el consumidor continuaría cauto en materia de gasto en los próximos meses.
Esa menor predisposición se observó claramente en el mercado automotor. Según información de la Asociación del Comercio Automotor (ACAU) entre enero y mayo de este año (último dato disponible) se comercializaron 11.384 automóviles nuevos. En el mismo período del año anterior habían sido 15.055. Es decir un 24% de caída y 3.671 unidades menos vendidas.
Dejando de lado rubros vinculados al consumo también se verificó un freno importante en bienes de capital. Las compras en el segmento de máquinas tuvieron una disminución interanual de 23%.
El economista de Oikos Pablo Moya señaló a El Observador que la suba del dólar y el ingreso de los hogares explican la caída de las importaciones de bienes de consumo.
”El desempleo se mantiene en niveles de 8% y hay una masa salarial que se ha perdido y eso impacta en la compra de bienes de consumo no necesarios”, expuso.
Pero el menor flujo comercial de bienes de capital no está relacionado al tipo de cambio.
“Eso se da por la percepción de los agentes a futuro sobre la economía”, señaló. “Si la perspectiva no es favorable no se van a adquirir bienes o invertir para estar con más incertidumbre a futuro; las compras se plantean en función de la percepción de poder cumplir con el pago de las operaciones”, explicó.
Moya sostuvo que no se prevén cambios en esas perspectivas en el corto plazo. “Habrá que ver cómo si se modifica el clima económico de la mano de los anuncios que haga el próximo gobierno; si generan expectativas positivas, motivarán gradualmente el incremento de las inversiones y las importaciones”, finalizó.