Alejandro Nario, director nacional de Medio Ambiente, profundizó en la habilitación que se le dio al proyecto del llamado tren de UPM, y aseguró que se estudió el impacto sobre la población afectada y se buscó mitigarlo

La Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) otorgó la semana pasada la Autorización Ambiental Previa del proyecto Ferrocarril Central. 

Luego de ese paso, ya está más cerca la construcción de esta gran obra de infraestructura: 270 km de vías férreas de última generación que conectarán el puerto de Montevideo con la ciudad de Paso de los Toros y que UPM necesita para llevar a cabo la inversión en su segunda planta de celulosa.

 

Según la resolución de la Dinama, “el proyecto en sus distintas etapas, no presentará impactos ambientales negativos residuales que puedan ser considerados inadmisibles”.

 

Añade el texto que “los impactos ambientales identificados cuentan con medidas factibles de ser implementadas para ser prevenidos, mitigados o compensados”.

 

¿Cuáles son esos impactos ambientales y qué mecanismos se prevé utilizar para mitigarlos? ¿Qué se responde ante los cuestionamientos de vecinos? En Perspectiva lo conversó con el director nacional de Medio Ambiente, ingeniero químico Alejandro Nario.