Camelina: una nueva opción en cultivos de invierno
LDC sembró 4.800 hectáreas de forma experimental. El destino es principalmente combustible de aviones.Buscando una nueva alternativa para la zafra de invierno, Louis Dreyfus Company trajo la experiencia de Argentina para sembrar camelina en Uruguay.
La camelina es una oleaginosa de invierno, que a diferencia de la colza o la carinata, tiene un ciclo muy corto: se siembra a partir de junio y se cosecha desde fines de octubre a los primeros días de noviembre.
LDC trajo semilla para sembrar de forma experimental unas 4.800 hectáreas, que se colocaron con productores en distintos puntos del país. A la implantación le resta solo un 30% de la superficie.
“No recomendamos sembrar en mayo porque las heladas tardías pegan en floración, sin embargo en estado vegetativo no tienen mayor afectación”, dijo Luis Morales, integrante de LDC.
El destino de este grano es combustible para avión principalmente. En este sentido, una de las fortalezas de integrar un cultivo como la camelina es que la demanda es casi ilimitada. “Hay aeropuertos como el de Singapur que van a empezar a demandar que cada avión que sale o aterriza tenga una parte de biocombustible”, indicó Morales.
Por un lado, está esta materia prima para el biodiesel. Por otro lado, la generación de un producto para la nutrición animal con alto contenido proteico.
Las ventajas agronómicas de la camelina, permiten diversificar el invierno y sembrar una soja de segunda en fechas de primera.
Los rendimientos esperados van de 1.000 a 1.100 kilos, pero en Argentina se han logrado chacras de 2.500 kilos.
El precio de la camelina se fija con la posición enero de la soja, sumándole una prima de US$ 50. “Es una herramienta transparente, de fácil operación y aceptada por los productores, indicó Mario Sampaolesi, principal de LDC en Uruguay. En este momento, la referencia oscila en US$ 450, pero al ser un cultivo en fase experimental, todavía es un índice en construcción.
“Es un cultivo innovador, que llegó a la región a satisfacer la demanda de combustibles y que no compite directamente con la generación de alimentos”, cerró Sampaolesi.