Servicios agrícolas cosecharon entre un 30% y un 40% de las chacras de verano
Hay cautela en la demanda de maquinaria por la situación climática existente. Argumentos en el mediano plazo son buenos.La campaña de verano fue complicada en todo sentido, y a la espera de poder empezar a evaluar los indicadores de la zafra de invierno, hay algunas cifras que resaltan el impacto del déficit hídrico en todo el país y los servicios.
Para la Cámara Uruguaya de Servicios Agropecuarios, en palabras de su presidente Edgardo Rostan, el golpe fue fuerte, y se estima que del total del área de verano que se sembró y planificaba cosechar, tan solo se concretó entre un 30% y un 40%. “Las picadoras y enfardadoras sustituyeron a las cosechadoras”, afirmó a Rurales El País, y en muchas chacras donde no se hizo comida para el ganado, de todas formas no se cosechó porque los rindes no ameritaban la trilla.
Como contrapartida, las siembras de cultivos de invierno y verdeos funcionaron de muy buena manera, sobre todo a la luz de que habrá una merma importante de comida para el invierno.
MAQUINARIA. La demanda por equipos nuevos y usados de maquinaria después de los primeros impactos de la pandemia mejoró de forma considerable, e incluso por problemas de frecuencia de buques se atrasaron las entregas a muchos productores que beneficiados por algunas zafras favorables climáticamente y de buen precio, procedieron a renovar el parque de maquinaria que tenían atrasado desde hacía varios años.
La situación en este momento es de cierta cautela, sobre todo fundada en lo acontecido en la campaña de verano. Si bien los argumentos en el mediano y largo plazo son buenos, los productores han preferido esperar al momento de solicitar ciertos proyectos de inversión considerando la falta de liquidez existente, pero sobre todo también, del estado de ánimo.
En forrajeras, el negocio está dinámico y hay buenas perspectivas en las conversaciones, especialmente considerando la zafra de primavera que se viene y que en este momento no se cuenta con reservas ni en cantidad ni en calidad para utilizar.
El pronóstico de año Niño a su vez brinda la esperanza de revertir la pisada con los cultivos de verano de la zafra entrante, los cuales además, se sembrarán con costos sensiblemente inferiores a los de la zafra pasada.
Indudablemente, si se enfrenta este primer semestre con el de 2022, el ánimo de negocios y la demanda es sensiblemente menor, pero los argumentos en el mediano y largo plazo conservan el optimismo en la cadena agrícola.