ABEJAS CONTENTAS
El récord en la agricultura uruguaya que celebran los apicultores
El crecimiento del área de cultivo de colza genera satisfacción en el sector apícola, porque las abejas disponen de más materia prima de buena calidad.El crecimiento del área de cultivo de colza, que este año marcó otro récord, genera satisfacción en el sector apícola, porque las abejas disponen de más materia prima de buena calidad y a la vez con una relevante distribución en el territorio nacional.
Eso permite, dado el ciclo de cultivo de la oleaginosa de invierno, que las colmenas se desarrollen antes y en muchos casos se obtengan mieles en forma temprana, desde octubre, incluso parte de esa miel de color bien claro (lo cual es atractivo) ya se ha exportado.
Christophe Lhéritier, CEO en la firma exportadora de mieles Urimpex, tras destacar eso informó que prácticamente el 80% de la miel que se produce en Uruguay depende de las plantaciones, por lo cual el avance de la colza es trascendente y también, aunque en menor medida, la reciente recuperación en el área de girasol, que si bien se caracteriza por un período de floración corto (sucede lo contrario con la colza), también suma algo bueno y da lugar a mieles claras, muy requeridas en el mercado.
Que se haga más colza es muy bueno para el agricultor, para la abeja y para el apicultor", señaló.
Con base en datos oficiales, este año el cultivo de colza se extendió sobre 267.253 hectáreas, algo nunca antes logrado y un empuje clave para el área récord de invierno, por encima de las 750 mil hectáreas (junto con trigo y cebada). Hay operadores del sector privado que incluso son más optimistas y señalan que la colza pasó de las 300 mil hectáreas. La cosecha concluyó, recientemente, tras un manejo que comenzó al cierre del otoño, con las siembras iniciales.
Lhéritier informó que 2022 fue un buen año en lo productivo, con el aporte de unas 10 mil toneladas para la exportación (Uruguay exporta el 90% de las mieles que produce), existiendo un remanente de la miel producida en el ejercicio por vender.
El rendimiento, en un escenario de mucha variabilidad, lo estimó en unos 23 kilos por colmena, que es un volumen considerado normal.
Con relación a los mercados, considerando solo los principales, se afirmó Estados Unidos como destino, captando alrededor del 70% de las colocaciones, seguido por España (que descendió un poco) y Alemania.
El precio promedio anduvo en US$ 3.600 por tonelada, incluyendo eso el costo del flete marítimo.
Sobre la calidad, fue un año sin dificultades, observó el empresario.
Con relación al valor que el productor recibe por la miel, estaba en un nivel óptimo al inicio de la cosecha de la zafra, en diciembre pasado, en unos US$ por kilo y ha ido oscilando, situándose últimamente en US$ 2,60, “un precio relativamente bueno”, que cubre los costos productivos.
La situación actual, puntualizó, “es muy distinta”, considerando que hay un parate de las compras desde Estados Unidos y Europa, por lo cual se teme que los valores desciendan.
A nivel productivo, considerando una nueva campaña, además del comienzo de la producción de mieles de colza ya están ingresando mieles de pradera y de monte natural.
En adelante se irán generando mieles a partir de otras grandes fuentes que proveen a las abejas, como la soja, las praderas mejoradas con forrajeras y el eucaliptus, a lo que se añaden en zonas más ganaderas las floraciones más rastreras en campos naturales o de los montes nativos cerca de los cauces de agua, como ríos y arroyos.
Diario EL OBSERVADOR -Montevideo - URUGUAY - 15 Diciembre 2022