insecto picaduras dolorosasCIENCIA

Primer registro en el país de un insecto que ocasiona picaduras dolorosas

Entomólogo recolectó ejemplares de una especie de jejenes que es sospechosa para la transmisión de leishmaniasis.Durante una vigilancia de mosquitos en los humedales del río Santa Lucía, el entomólogo Bruno Canneva recolectó unos ejemplares que se llevó con sorpresa a su laboratorio. Eran tres Forcipomyia (Lasiohelea) stylifera (Lutz) y era el primer registro para Uruguay y el registro más austral de la especie.

En palabras comunes, estos insectos son llamados “jejenes” o “polvorines”. Su aspecto es el de una mosquita negra o gris muy pequeña (de dos a cinco milímetros; más chicos que los mosquitos pero de cuerpo más robusto, alas más anchas y patas más cortas y gruesas) y tienen mala fama “debido a la naturaleza hematófaga de alimentación de las hembras adultas”.

Es decir, se alimentan de la sangre de humanos y animales, lo que ocasiona diversos grados de molestia y, por lo tanto, Canneva, en diálogo con El País, recomienda su vigilancia.

En la última década se levantó la sospecha de que Forcipomyia stylifera estaría involucrado en la transmisión de parásitos del género Leishmania, pero aún no hay evidencia concluyente. Y esto preocupa porque se trata de una de las 10 enfermedades con mayor distribución geográfica global.

Información.
“Estamos poniendo un poco en orden lo que se conoce de la familia Ceratopogonidae en el país. Estamos terminando de identificar especies y ya tenemos alrededor de 40”, dijo el especialista a El País.

Esta familia es diversa y complicada. Incluye un montón de especies: desde depredadores a fitófagos (los que atacan a plantas en los cultivos) a hematófagos. Y son un montón de verdad: hay descritos más de 6.200 con hábitos terrestres, acuáticos y semiacuáticos. Hay una famosa por su relación con el Virus Blue Tongue (lengua azul) que afecta a las ovejas.

“Las especies que se alimentan de sangre tienen importancia médica y veterinaria porque su picadura puede ser muy dolorosa, puede generar reacciones cutáneas, mucha picazón, inflamación e hipersensibilidad; un sinnúmero de molestias. Además, hay especies transmisoras de organismos patógenos como virus, bacterias, protozoarios y nematodos (animales invertebrados)”, explicó Canneva a El País.

¿Qué relación tiene con la leishmaniasis? La sospecha de transmisión del parásito por especies de Forcipomyia surgió en reportes de animales enfermos en Australia entre 2005 y 2010. En ese entonces, no se encontraron las especies vectoras típicas (las de la subfamilia Phlebotominae) por lo que pusieron la mira sobre los hematófagos que tenían en abundancia: los Forcipomyia. “Al realizar PCR para detección de secuencias de Leishmania en estos insectos les dio positivo, planteando la sospecha de que en Australia hayan sido estos los posibles vectores transmisores”, apuntó el especialista. Pero otros estudios revelaron que es posible obtener resultados positivos para PCR aun cuando el insecto no tenga parásitos de Leishmania en su interior, por lo que todavía la ciencia no se ha pronunciado ni por sí ni por no. En consecuencia, los flebótomos Phlebotominae siguen siendo los únicos vectores probados de leishmaniasis.

Por su parte, en Uruguay se detectó la presencia del vector por primera vez en 2010 en particular por jejenes infectados. Cinco años después, en la localidad de Arenitas Blancas, Salto, se identificó el primer brote de leishmaniasis visceral canina: 15 perros infectados. En 2018, llegó a humanos.

Lo que por ahora se sabe es que las picaduras de Forcipomyia stylifera son muy dolorosas y pueden causar alergia en humanos. Y como es una especie hematófaga existe la posibilidad de transmisión de enfermedades pero todavía no se le ha atribuido ninguna.

“La importancia de conocer esta especie para Uruguay es ampliar el conocimiento de las especies hematófagas y causantes de molestias y de considerarlas posibles vectores en casos de brotes epizootiológicos confusos. Esta nueva especie registrada en el país está presente en una zona donde hay mucha variedad de animales vertebrados de los que se puede alimentar”, alertó Canneva.

Y añadió: “Es un grupo de insectos que históricamente se ha estudiado muy poco; estamos aún en un estado incipiente de conocimiento”, añadió Canneva.

Detalles.
El hallazgo de Bruno Canneva fue el registro más austral para la especie. Al respecto, dijo: “El río Uruguay actúa como un corredor biológico y siempre que estudiás fenómenos cerca de él, terminás asombrándote de las cosas que encontrás”.

Diario EL PAIS -Montevideo - URUGUAY - 15 Diciembre 2022