¿Qué pasa y qué podría pasar con los insumos?
“El escenario está dado para que lo más sensato sea ir reservando con tiempo los insumos que vayan a usar en el verano e ir congelando precios y asegurándose contar con los productos”.Dolores, Soriano – TodoElCampo* – ¿Cuánto subieron los insumos? ¿Por qué subieron? ¿Van a seguir subiendo? ¿Es cierto que para la zafra de verano va a haber desabastecimiento de productos?, son preguntas frecuentes que abordaremos y responderemos de a una.
¿CUÁNTO SUBIERON LOS INSUMOS?
Ya es de público conocimiento que los insumos agropecuarios vienen (en mayor o menor medida) en suba sostenida desde finales del año pasado. Y al parecer los cultivos de verano no se van a escapar de esta suba.
Los casos más sonados son los del glifosato y los fertilizantes. Las subas que sufrieron estos productos superan el 100% en los últimos 12 meses.
El glifosato hace un año atrás se comercializaba a poco más de US$ 3 el litro y en la actualidad se está ofreciendo en el entorno de los US$ 7 el litro para los barbechos de verano. Y se espera que siga en aumento.
Por su parte los fertilizantes siguen la misma tendencia del glifosato pero con algunos altibajos. Por ejemplo, la urea azufrada para los cultivos de invierno alcanzó un techo cercano a los US$ 620 por tonelada. Actualmente se puede conseguir entre los US$ 580 a US$ 600 la tonelada, que si bien es una cifra alta, todo lo que pueda bajar va a ser bienvenido más que nada por los productores que en definitiva son los que terminan pagando las subas de precios en última instancia.
En el resto de los insumos ha habido subas pero no tan marcadas. Lo que sí es importante destacar es que la tendencia por el momento es a la suba. Se esperaba que se pudieran estabilizar los precios para el verano o hasta llegar a bajar en algún caso pero todo indica que se va a hacer esperar un poco más la reducción de precios.
¿POR QUÉ SUBIERON LOS PRECIOS?
Los motivos que explican las subas de precios son varios, pero en algún punto de la explicación de cada motivo vamos a terminar hablando de la pandemia. Sin dudas que fue la pieza que desencadenó el efecto dominó que empezó toda la cadena.
Al principio fue que algunas plantas cerraron temporalmente o que la falta de personal (debido a contagios o a la espera de hisopados) impactó en la productividad de las fábricas.
Luego empezaron a darse los problemas en los puertos: barcos retenidos por brotes de Covid, escases de contenedores vacíos que retornaran a Sudamérica, puertos cerrados, demoras imprevistas en la llegada de los barcos y más.
La dificultad para conseguir contenedores vacíos hizo que el costo del flete se fuera por las nubes por simple ley de oferta y demanda. El costo del contenedor pasó de valer aproximadamente US$ 1.500 a valer más de US$ 10.000. Esta suba, en insumos de poco valor como el glifosato líquido, hace mucha presión en el valor del producto.
También se informó de que algunos activos (materia prima para la formulación de los agroquímicos) subieron en origen por lo tanto el producto terminado iba a subir también. Esto ya es más difícil de comprobar, pero fue otro de los motivos que sobrevoló en un momento.
Luego hay un par de motivos que caen más antipáticos pero que están íntimamente relacionados. Ellos son el aumento de los precios de los granos y la especulación. Se dice que desde origen (China en mayor medida) asumen que al valer más los granos, el productor a nivel mundial va a tener más ingresos y por consiguiente va a poder pagar más por los insumos.
Estos últimos motivos difícilmente alguien de la órbita de las industrias químicas los vaya a validar, pero se sabe que en el mundo de los commodities, inmersos en un sistema económico capitalista, la especulación juega un papel muy importante. El problema es que esa especulación en general no juega a favor de los productores.
Si analizamos el ámbito local por momentos hubo faltante de algunos productos y esto, que para algunos fue pérdida de ventas, para otros fue la oportunidad de especular con su stock y bien vender a un precio un poco mayor o no vender, especular y esperar a que el producto suba un poco más y generar una ganancia extra.
¿VA A SEGUIR LA SUBA DE PRECIOS?
Los recientes cierres en algunos puertos importantes han generado demoras en la llegada de productos y se espera que las demoras continúen. Si esto persiste es de esperarse que los precios se mantengan al alza. Pasa a ser una carrera contra el tiempo, dónde la fecha de arribo de los productos va a ser fundamental para determinar posibles subas de insumos por faltante de mercadería.
¿VAN A ESCASEAR O FALTAR INSUMOS EN LA PRÓXIMA ZAFRA DE VERANO?
Desde hace unas semanas se viene corriendo el rumor de un posible desabastecimiento de algunos agroquímicos que van a ser demandados en la zafra de verano que se aproxima.
Acá, como en los puntos anteriores, se conjugan varios factores.
Por un lado hay un motivo real y concreto que es la demora en las entregas de los productos. Estos atrasos en la llegada de los barcos, sumado a la corriente alcista de los precios, hace que los importadores sean muy cautelosos a la hora de realizar sus compras y durante este año ha sido normal enterarse de que determinado insumo estaba agotado o a punto dé, no habiendo finalizado aun su época de aplicación (un caso reciente fue del Curtail y el MCPA).
Luego tenemos un factor ya mencionado que es la especulación por parte de algunos actores que presumen que van a haber demoras excesivas y que la demanda va a ser mayor a la esperada por el aumento que habría del área de soja si loga sostener los valores actuales del grano.
Lo cierto es que a la fecha no es más que un rumor. Un rumor con buenas chances de que se vuelva realidad y con fundamentos, pero nadie sabe a ciencia cierta si se va a materializar.
Este rumor, sea por convicción de que vaya a pasar o por cautela, termina siendo utilizado por algunos proveedores y distribuidores para logar cerrar ventas y asegurarse un volumen de negocio. Esto no quiere decir que lo hagan con mala intención. Pero en ocasiones se suele enfatizar de más y/o se interpreta mal el mensaje y se genera cierto nerviosismo en algunos productores.
REFLEXIÓN FINAL.
En lo personal pienso que habría que tenerle más desconfianza al aumento de precios relacionados a problemas con las fábricas en origen y los problemas en los puertos, que al desabastecimiento. Porque una cosa es que haya poco producto y otra muy distinta es que no lo haya. Lógicamente que si se da el desabastecimiento pasa a ser un círculo vicioso donde un factor va a impulsar el otro.
Si alguien me pidiera consejo le diría que el escenario está dado para que lo más sensato sea ir reservando con tiempo los insumos que vayan a usar en el verano e ir congelando precios y asegurándose contar con los productos. De esta manera se estaría controlando un poco el riesgo que se asume en cada zafra. Hoy no se avizoran bajas en los precios y en el mejor de los casos se podrán estabilizar, por lo que dudo que algún productor que “mal comprado” o “comprado caro” si decidiera definir su estrategia de compras en estas fechas (varios ya lo han hecho).
(*) EL AUTOR – Gabriel Pólvora - Administrativo en Insumos - Dufour Commodities.