La inflación de los fertilizantes
Los precios altos de los fertilizantes llegaron y se quedarán por lo menos por lo que queda del año 2021, y llegarán al punto de que los agricultores estadounidenses deberán frenar sus compras, advirtió Rabobank en un informe a fines de agosto.
Montevideo – TodoElCampo – El fabricante de tractores Deere advirtió la semana pasada que el aumento de los costos y los inconvenientes de la cadena de suministro se pueden seguir intensificando hasta 2022; por otra parte, un informe de Rabobank señala que los altos precios de los fertilizantes llegaron y se quedarán.
“La inflación mundial ha llegado para los fertilizantes, un nutriente para cultivos sin el que la mayoría de los agricultores no pueden vivir”, señala un reciente reporte publicado por Bloomberg, sitio web centrado en información económica y empresarial.
Mientras algunos cereales se mueven al alza, como el maíz y el trigo que “se volvieron más valiosos”, los productores generaron una mayor demanda por los fertilizantes, lo que derivó “en un aumento de las tarifas de flete, mayores costos de energía y limitaciones en la oferta de nitrógeno, potasio y fosfato”.
“El resultado: los precios se han disparado a un máximo de nueve años”, destaca.
Los productores agrícolas de todo el mundo “han disfrutado de precios más altos de cultivos como el maíz y el trigo en el último año”, como también lo han hecho los demás integrantes de la cadena, pero “no son inmunes a inflación, teniendo que lidiar con rentas más altas y una escasez de trabajadores que está presionando los salarios”.
Todos esos factores han generado en Estados Unidos “señales de que su potencial de ganancias, al menos en todo el cinturón de maíz, parece haber alcanzado su punto máximo, y las cosas pueden ponerse más difíciles”.
El fabricante de tractores Deere advirtió la semana pasada que el aumento de los costos y los inconvenientes de la cadena de suministro se pueden seguir intensificando hasta 2022.
Los precios altos de los fertilizantes llegaron y se quedarán por lo menos por lo que queda del año 2021, y llegarán al punto de que los agricultores estadounidenses deberán frenar sus compras, advirtió Rabobank en un informe a fines de agosto.
Por otra parte, se observa la posibilidad de que, a largo plazo, los mayores costos de los fertilizantes también pueden acelerar el despliegue de tecnologías que frenen su uso, lo cual sería beneficioso para el medio ambiente.
Ambientalmente preocupa el mal uso que pueda hacerse de los fertilizantes, que podría llegar a ríos y demás cursos de agua causando problemas; y el nitrógeno no absorbido por los cultivos emite un gas contaminante más potente que el dióxido de carbono, observa Bloomerg.
La buena noticia es que los agricultores de Estados Unidos pueden reducir en un 30% el uso de fertilizantes nitrogenados gracias a tecnologías alternativas y un mejoramiento que acelera el desarrollo de los cultivos.