El productor que fertiliza sus campos con estiércol de pollos
La distribución de los residuos de crianza es clave para las pasturas
La fertilización de los campos no es un problema para Los Primos, un establecimiento ganadero ubicado en el departamento de Colón, en Entre Ríos, Argentina. Allí el fertilizante clave para sus pasturas desde hace 40 años es la distribución de estiércol de pollo.
En esa zona, los campos son de baja productividad. Sirven para pasturas, siempre y cuando sean correctamente abonados.
Para este tipo de campo, corresponde de 0,5 a 0,6 unidades ganaderas por hectárea (ha). Sin embargo, las fertilización en base a camas de pollos ha permitido a Los Primos aumentar la carga ganadera de 1,4 a 1,5 cabezas por ha.
“El valor agregado que le damos al campo con la cama de pollo es notable. Vemos que acá en Uruguay no lo pueden hacer, porque no hay granjas, pero si hubiera tendría resultados”, aseguró a El Observador Alcides Bonínn, propietario del establecimiento.
La empresa, de 100 hectáreas, tiene 140 vacas de cría. Los terneros se destetan en marzo con unos 250 kilos y se llevan a campos de recría.
Cada vez que el establecimiento adquiere más tierra coloca un galpón de pollos para la fertilización del predio.
Actualmente cuenta con una producción de 130 mil pollos anual e implementó este sistema de fertilización desde que comenzaron en la avicultura, hace unos 40 años.
“La crianza del pollo dura unos 55 días. Cada dos meses se limpian tres galpones y la cama de los pollos, hechas con aserrín o cáscara de arroz, se pulveriza y se abona el campo”, comentó.
Cada limpieza de galpón cubre, aproximadamente, de 30 a 35 hectáreas. De esta manera, la empresa intercala las áreas abonadas para cubrir el 100% del total. “Cada dos meses se limpia la mitad de la granja y se fertiliza el campo”, agregó.
Su empresa trabaja con el asesoramiento de un ingeniero agrónomo. Se han realizado estudios y análisis de suelos y los resultados arrojaron que el porcentaje de tierra orgánica mejoró y, según lo informado, hasta ahora los resultados han sido más que positivos.
Otro punto a favor de la fertilización en base a camas de pollos, es que el costo en productos es cero. Lógicamente conlleva un costo de mano de obra y herramientas, pero no se gasta en productos fertilizantes. Sí han destinado recursos en la compra de productos para fumigar.
“Tenemos una empresa avícola con planteles de reproductoras. Sin embargo, es notoria la diferencia que hay cuando se fertiliza con una cama de pollo a cuando se lo hace con una cama de gallina”, dijo. Según la experiencia de este productor, la diferencia radica en que cuando se esparce la cama de pollo en el campo los resultados aparecen rápido, pero duran poco. “A los cuatro o cinco meses el campo te está pidiendo de nuevo abono”, indicó.
Por el contrario, Bonínn señaló que la cama de la gallina reproductora “es más débil” en su reacción de entrada, pero es muy buena en el tiempo. “Libera sus nutrientes en forma más lenta. En los pollos al mes se ve el impacto generado, por lo que la carga de nitrógeno es muy alta”, afirmó.
Todo esto es posible, dado que Argentina tiene la comercialización de su pollo asegurado. Entre el 80% y 85% de su producción se destina al mercado interno, aunque en el último tiempo se incrementó la exportación de este producto.
En el primer trimestre de 2019, la producción de carne de ave en Argentina fue de 349 mil toneladas, registrando un crecimiento de 13,3% ante las 308 mil toneladas de 2018. En cuanto a las exportaciones, en el primer bimestre de este año se embarcaron 33 mil toneladas, un incremento de 11,5%.
Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 17 noviembre 2019