Benech consideró que el gobierno destina "limosnas" a la agricultura familiar y que se ve como "una actividad de segunda"
PRIORIDADES. Se llevó a cabo el Foro Mundial Campesino en Montevideo la semana pasada, y ayer la ONU lanzó el Decenio de la Agricultura Familiar
Paradójicamente, quienes producen 80% del alimento en el mundo son los más vulnerables a pasar hambre. La agricultura familiar parece ser "el gran olvidado" por los gobiernos, y las organizaciones internacionales no han podido apoyar debidamente el sistema productivo, al tiempo que la competencia y los avatares del cambio climático han tenido efectos devastadores en la producción.
Con el objetivo de fortalecer alianzas y debatir las principales vías de acción de cara al Decenio de la Agricultura Familiar -conmemorado ayer por la Organización de las Naciones Unidas (ONU)-, del 21 al 23 de mayo tuvo lugar en Montevideo el Foro Mundial Campesino, un espacio de diálogo en el que participaron más de 100 representantes del gobierno y gremiales rurales de 20 países del continente, así como de organismos internacionales. El foro concluyó con el acuerdo de "mejorar la cooperación en el marco de la Agenda 2030 de la ONU", contó Fernando López, integrante de la mesa directiva de la Comisión Nacional de Fomento Rural y del directorio de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores Familiares del Mercosur.
También se pactó "trabajar más cerca de las organizaciones de productores y de los agricultores", se dejó clara la "importancia de los espacios de diálogo político" y que para que estos se concreten y mejoren su funcionamiento debe haber "más información y fortalecimiento de las capacidades de los dirigentes y de las organizaciones". En este sentido, se concluyó que debería haber mayor involucramiento de las organizaciones en el diseño y la ejecución de los programas de financiamiento, así como un control social para su evaluación. Se afirmó que existe la necesidad de mejorar datos estadísticos e indicadores de impacto de las políticas tanto en el ámbito económico como en el social y ambiental, y a su vez desagregarlos para visualizar el impacto en las mujeres y los jóvenes, dos ejes transversales en los que "es necesario profundizar". En tanto, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Enzo Benech, resaltó las "diferencias" entre los campesinos centroamericanos y los del sur, lo que dificulta "hablar en términos genéricos", y consideró que "es fundamental buscar los puntos de encuentro que permitan tener más fuerza que la que se ha tenido hasta ahora". Aseguró que "en Uruguay ningún campesino pasa hambre si trabaja un poquito", ya que como país "producimos mucho más que lo que consumimos" y que "el hecho de que en el mundo se pase hambre no responde a la capacidad productiva, sino de distribución de la riqueza, ya que tiramos 30% de lo producido, algo que impacta en nuestro clima y condiciones". Si bien consideró que los gobiernos dan "limosna" a los agricultores familiares "para que no chillen tanto" y que "hasta ahora no ha sido importante el cambio", el "tema de fondo" es "la visión que tiene la sociedad de la actividad que ustedes realizan".
"Esto no se resuelve con plata, sino con un cambio de actitud y una valoración distinta de lo que es la actividad productiva agropecuaria", afirmó. Benech opinó que la producción agropecuaria no es la responsable del cambio climático: "La culpa es del auto que yo conduzco día a día, uno por persona, y no de los gases metanos que larga la vaca cuando rumia", ejemplificó, y prosiguió: "El mensaje que están dando los productores más chicos a sus hijos es "váyanse del campo, estudien y trabajen en algo mejor", y el mundo tiene que ver que para que la gente coma los productores se tienen que quedar en el campo, y para eso tiene que ser una actividad de primera, no como se ve hoy: de segunda". Decenio de agricultura familiar El decenio entre 2019 y 2028 fue denominado ayer por la ONU "dedicado a la Agricultura Familiar", en particular, como una oportunidad para avanzar hacia la erradicación del hambre y la pobreza. El camino consistirá en avanzar en torno a cinco pilares generales -crear un entorno político propicio para fortalecer la actividad; fortalecer las organizaciones de los agricultores familiares y su capacidad para generar conocimiento; representar a sus miembros y prestar servicios inclusivos en el continuo urbano-rural; mejorar la inclusión socioeconómica, la resiliencia y el bienestar de los agricultores familiares, así como los hogares y comunidades rurales; promover la sostenibilidad de la agricultura familiar para conseguir sistemas alimentarios resilientes al cambio climático, y fortalecer la multidimensionalidad de la agricultura familiar para lograr innovaciones sociales que contribuyan al desarrollo territorial y a sistemas alimentarios que salvaguarden la biodiversidad, el medioambiente y la cultura- y dos transversales -apoyar a los jóvenes y asegurar la sostenibilidad generacional de la agricultura familiar, y promover la equidad de género en la agricultura familiar y el papel de liderazgo de las mujeres rurales-. La agricultura familiar abarca la producción de todos los alimentos, ya sean de origen vegetal, carne -incluido el pescado- y otros productos de origen animal -como los huevos o los productos lácteos- o alimentos producidos en tierras agrícolas, bosques, montañas o en piscifactorías, que son gestionados y explotados por una familia, y dependen básicamente de la mano de obra familiar.
Diario LA DIARIA -Montevideo - URUGUAY -30 mayo 2019