Ing. Quintans: El avance tecnológico “muchas veces trae confusión”
El avance tecnológico no quiere decir que todos saben de todo, sino que “al contrario, muchas veces trae confusión”, y a pesar de que el productor tiene acceso a mucha información necesita de “una persona al lado que lo acompañe y lo ayude a tomar las decisiones”.
Montevideo – TodoElCampo – Esta semana se llevó a cabo en INIA Las Brujas y con importante marco de público, la jornada Ganadería Familiar, desafíos y propuestas para el sur del país dirigida a técnicos y productores.
La Ing. Agr. Graciela Quintans formó parte del equipo de expositores y se refirió al Manejo reproductivo vacuno. Finalizada su exposición dijo que hay productores que tienen el problema de la soledad y valoró el trabajo en grupo con asesoramiento técnico. El avance tecnológico no quiere decir que todos saben de todo, sino que “al contrario, muchas veces trae confusión”, y a pesar de que el productor tiene acceso a mucha información necesita de “una persona al lado que lo acompañe y lo ayude a tomar las decisiones”.
Para Quintans no es fácil dar una charla de ganadería familiar en Las Brujas donde el área de influencia son pequeños productores con subsistemas hortícolas, frutícolas, con agricultura “Tratamos de hacer un enfoque de la ganadería de cría familiar como hacemos en todo el país pero adaptado a esta zona, manejando los elementos básicos que tienen que tener los predios criadores desde el punto de vista técnico y abordaje a la hora de transferir la tecnología”.
No es “nada diferente a lo que es la cría en general. El 70 % de los productores criadores tiene menos de 200 hectáreas, simplemente nos movimos de zona” y pudimos ver “caras nuevas” lo que significa que “estamos llegando a personas diferentes”, comentó Quintans.
“Aunque algunas líneas de investigación se consolidaron hace relativamente poco, la tecnología está. Hoy nos es muy fácil hablar del primer invierno de la ternera o de la memoria metabólica, pero eso llevó desde 2002 y durante 15 años una investigación analítica que nos permitió salir a la cancha y decir esto es así, y como esa cada una de las líneas de investigación que hemos comprobado y las hemos repetido durante muchos años para que sea contundente y consistente la información” que aportamos, narró la profesional.
VACAS LECHERAS.
En la zona de Las Brujas hay muchas vacas lecheras. Estos animales tienen la característica de ser “más grandes, tiene otros requerimientos y funciones, están genéticamente armados para producir leche por lo tanto lo que come va más a la producción de leche que hacia la preñez y criar un buen ternero”, observó.
“Hay muchas cruzas y hay que tener cuidado con el tamaño” porque “cuanto más grande es nuestro ganado más tenemos que darle de comer. No podemos tener una vaca que pesa 400 kilos pero que está en condición corporal tres, o sea está flaca, eso no nos va a repercutir favorablemente en el sistema”, advirtió.
HAY PRODUCTORES QUE ESTÁN “EN SOLEDAD”.
En otro orden, la Ing. Quintans observó que hay productores que están “en soledad” a pesar de que hay varios sistemas de comunicación.
“Hay que ver que las rutas en campaña no están bien, a la gente le cuesta salir y hacer 50 o 100 Kms. para asistir a una charla. Es uno que tiene que acercarse a ese productor. Creo que la formación de grupo con asesoramiento técnico en los rincones del país puede generar el cambio, o sea ese acompañamiento que necesita el productor”, reflexionó.
El avance tecnológico no quiere decir que todos saben de todo, sino que “al contrario, muchas veces trae confusión”.
“Me pasa que los productores van a una jornada y reciben muchísima información, y llegan al predio y no saben por dónde empezar, y ahí el técnico es importante, que le diga ‘de todo lo que vimos en la jornada necesitamos este poquito para hacer este cambio’. El productor está mucho más informado pero cada vez necesita más esa maduración con una persona al lado que lo acompañe y lo ayude a tomar las decisiones”, apuntó la profesional.
DIAGNÓSTICO DE ACTIVIDAD OVÁRICA.
Quintans también se refirió al diagnóstico de actividad ovárica, que consiste en una forma de evaluación que generalmente se hace a la mitad del entore y a veces al principio.
Requiere un ecógrafo y un técnico especializado.
El procedimiento consiste en clasificar aquellos animales que están preñados, ciclando, en anestro superficial o en anestro profundo.
Los casos extremos son que “si en la mitad del entore tengo muchos animales preñados o ciclando estoy en una muy buena situación”, pero “si tengo muchos animales en anestro profundo estoy en un escenario complicado”.
Lo importante es que ante un escenario complicado es posible revertir esa situación. “Puedo revertir porque estoy en la mitad del entore y puedo aplicar medidas de manejo que me aseguren una buena tasa de preñez. Es una herramienta fantástica”, finalizó.