Convulsión política convierte a Uruguay en alternativa de inversión para empresarios chilenos — MercoPress
Agitación política convierte a Uruguay en alternativa de inversión para empresarios chilenos
Las empresas chilenas han invertido mucho en Uruguay, Arauco y su planta de celulosa Montes del Plata, Enjoy (casinos y hotel) y Sodimac (la versión chilena de Home Depot).
Chilenos están preocupados por los resultados del nuevo referéndum constitucional previsto para septiembre Uruguay se está convirtiendo en una opción creciente para los empresarios e inversionistas chilenos dado el clima político y el escenario económico favorable del miembro del Mercosur, mientras que las condiciones en la nación del Pacífico se deterioran rápidamente bajo la tensión política y las condiciones adversas para los negocios, según medios económicos de Santiago.
Si bien las relaciones comerciales entre Chile y Uruguay han sido fluidas, particularmente en los últimos veinte años con la llegada de empresas chilenas como el gigante forestal Arauco y su planta de celulosa Montes del Plata, además de Enjoy, (casinos y hotel), y Sodimac (la versión chilena de Home Depot), por mencionar algunos, la situación en Chile está haciendo que los inversionistas busquen oportunidades alternativas.
En efecto, el actual proceso de reforma constitucional que será sometido a referéndum el próximo mes genera mucha incertidumbre ya que las encuestas de opinión pública chilena indican que podría ser rechazado por más de diez puntos, lo que definitivamente debilitará aún más a una ya frágil coalición gobernante.
“En la nueva constitución se han cuestionado algunas de las reglas pro inversión que fortalecieron institucionalmente a Chile generando una incertidumbre a la que el país no estaba acostumbrado desde hace décadas”, admite Manuel Alcalde, experto en derecho tributario y excoordinador de política fiscal de Hacienda. ministerio.
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Asimismo, un proyecto de ley de reforma fiscal enviado al Congreso a principios de julio, que de ser finalmente aprobado significaría un cambio significativo en las reglas fiscales, «la reforma más grande de las últimas cuatro décadas, es ambiciosa y agresiva ya que apunta a una recaudación de alrededor del 4% de PIB de Chile”, explica Alcalde. El proyecto de ley incluye un impuesto a la riqueza, que ha generado dudas y aprensión, particularmente entre los ricos, así como mayores tasas de impuesto a la renta, que no satisfacen a los contribuyentes de clase media.
Asimismo, si alguien está pensando en evitar el impuesto a la riqueza del 5% sobre todos los activos, saliendo del país o cambiando de domicilio fiscal, tendrá que hacerlo ahora, de lo contrario, esa persona también tendrá que pagar el llamado “impuesto de salida”. Otro capítulo de la reforma, alegando que la seguridad alimentaria chilena le permite al país ignorar la relevancia de los tratados comerciales.
“Es un paquete fiscal demasiado importante, profundo y que tiene a muchos empresarios pensando en quedarse en Chile o buscar alternativas, que habrá que decidir antes de 2024 si se aprueba el proyecto de ley, situación delicada que ha retraído los planes de inversión”, señala. Alcalde.
Y agregó: “En este contexto Uruguay es un buen lugar para llevar ahorros y planes. Tienen buenas comunicaciones, un sistema financiero sólido, oportunidades en bienes raíces, agricultura, silvicultura y tecnología…».
Firmas líderes en Derecho y Tributación en Uruguay admiten que ha habido un aumento considerable de consultas de potenciales inversionistas chilenos, pero la mayoría sigue dando números, “todavía están en etapa de búsqueda y sonido”.
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Sin embargo, el economista Aldo Lema de una consultora uruguaya señala que más allá de las «contingencias económicas, políticas y sociales que enfrenta Chile, durante las últimas décadas las relaciones entre Uruguay y Chile se han intensificado con chilenos interesados en invertir en Uruguay».
“Creo que es parte de un proceso, las empresas chilenas han crecido en el exterior, buscando nuevos mercados y diversificando riesgos, y para muchas de ellas Uruguay ha sido el primer paso, precisamente por su estabilidad política, social y económica, fuerte independencia jurídica sistema, más similitudes institucionales entre los dos países”, destaca Lema.
“Este es un proceso que empezó en los noventa, se ha incrementado en las últimas dos décadas, y ha sido de dos vías, empresas uruguayas también se han instalado en Chile, pero también es cierto que Uruguay ofrece a los inversionistas extranjeros incentivos económicos y fiscales, que lo tiene no solo en el horizonte de los argentinos, como ha sido tradicional, en cierta medida de los brasileños, y ahora de los chilenos”.