El gobierno uruguayo le concedió la zona franca a UPM en Durazno
El Ejecutivo dispuso el beneficio para que la empresa finlandesa termine de concretar el anuncio de su instalación. La habilitación permitirá a la empresa explotar la producción y venta de pulpa de celulosa y papel.
Las autoridades uruguayas le siguen haciendo guiños administrativos a la empresa finlandesa UPM para que definitivamente resuelva la instalación de su segunda planta. Ahora el gobierno dio el aval a una zona franca en la localidad de Pueblo Centenario, a 64 kilómetros de la ciudad de Durazno, cabecera departamental.
De acuerdo a una resolución a la que accedió el diario El País, el Poder Ejecutivo autorizó a la empresa a explotar la zona franca para la producción de pulpa de celulosa, papel y energía.
La autorización también la habilita a almacenar y comercializar materia prima y otros insumos. La zona franca comprenderá un predio de 350 hectáreas, y se ubicará en la zona suburbana de Pueblo Centenario.
El proyecto de la empresa finlandesa es el siguiente: desde la planta instalada en la que ahora es zona franca trasladar la producción de celulosa a la localidad vecina de Paso de los Toros (departamento de Tacuarembó), desde donde la enviará al puerto de Montevideo a través del Ferrocarril Central.
Una zona franca es un territorio delimitado de un país donde se goza de algunos beneficios tributarios, como la exención del pago de derechos de importación de mercancías, así como exoneraciones de algunos impuestos o una diferente regulación de estos.´
“Además de ser algo inconstitucional, regalaron nuestra ciudadanía. UPM no deja nada en el Uruguay. Trabajan y no se les cobra impuestos; es más, el pueblo uruguayo le va a pagar la vía rápida que necesitan y que va directo al puerto de Montevideo. No se habla de ganancias para el Uruguay, sí de pérdidas, razón por la cual además de estar endeudado con el Fondo Monetario Internacional se suma lo de UPM”, señalaron César González y Gustavo Prandi, dos uruguayos que hace pocos días asistieron al curso de Agroecología que se llevó a cabo en Gualeguaychú.
UPM 2: el regreso de la contaminación
La nueva planta que construirán los finlandeses estará ubicada a orillas del Río Negro, que desemboca en el Río Uruguay. El proyecto ya cuenta con la habilitación de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), por lo que en breve comenzará a ejecutarse la fase de expropiación de viviendas en parte del tramo de las vías férreas.
La empresa pretende invertir en el proyecto US$ 62.350.000, que se dividen en las obras de infraestructura básica y la conexión eléctrica e intercambiador vial. Los finlandeses dispondrán de 30 años para la explotación de la zona franca.
Según la resolución del Poder Ejecutivo, el plazo mencionado entrará en vigencia a partir de la finalización de la construcción de la planta de celulosa “constatada por la Asesoría Técnica del Área Zonas Francas”.
Sin embargo, si bien la empresa deberá pagar un canon al Estado, el acuerdo se puede romper, siempre que el Poder Ejecutivo detecte que se incumple alguna de las condiciones ya firmadas.
A partir de ahora y hasta que comiencen efectivamente las operaciones de su eventual segunda planta en territorio uruguayo, UPM deberá pagar un canon anual de US$ 1.050.000; cuando empiece a operar y produzca hasta dos millones de toneladas el pago será de US$ 2,1 millones y a partir de que produzca más de dos millones de toneladas será de US$ 3,5 millones.
La planta tendrá una capacidad de producción de dos millones de toneladas anuales y será más grande que las dos existentes en Uruguay. En caso de construirse, demandará al menos dos años de obras, por lo que es imposible que se inaugure durante el actual período de gobierno.
Diario EL DIA - Gualeguaychu - ARGENTINA -12 abril 2019