Uruguay no integra la nómina de países a los cuales Trump postergó aranceles, ¿qué opinan los analistas?
Aunque no esté en la lista de los países a los que sí se aplica esta postergación, a muchos otros que tenían aranceles superiores se les reduce ese total al 10% que también tiene Uruguay.El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió postergar por 90 días las tarifas arancelarias adicionales a la mayoría de los países, pero Cancillería confirmó a El País que Uruguay no está en la nómina de naciones a los que se aplica la medida.
“No se le posterga el 10% a nadie. Se le reduce a 10% a muchos que tenían aranceles superiores. Por 90 días los dejan en ese nivel. Esa es una primera información y podría cambiar”, aseguraron en Cancillería ante una consulta de El País a media tarde de ayer.
Uruguay, entonces, no está en la nómina de los países a los que sí se aplica esta postergación, pero a muchos que tenían aranceles superiores se les redujo al 10%, según anunció la administración Trump
La semana pasada el mandatario estadounidense sacudió al mundo al anunciar la suba de aranceles para las importaciones hacia su país. Como ya se mencionó anteriormente, el arancel que se impuso a Uruguay es de 10% (es decir, no entra en los países postergados en esos 90 días), mientras que el que se le impuso a China, por ejemplo, aumentará a 125%.
Este cambio de dirección ocurrió luego de que los mercados se vieran golpeados ante estas barreras comerciales, sumado a las respuestas de represalia por parte de China y la Unión Europea.
Ahora, ¿cómo afectan estas medidas al mercado internacional en general y a Uruguay específicamente?
Marcel Vaillant, profesor emérito de Comercio Internacional de la Universidad de la República (UdelaR), dijo a El País que “estamos en una situación donde las noticias quedan obsoletas rápido, en un contexto de incertidumbre profunda”, lo que dificulta las decisiones.
A su entender, el tema de la evolución y dinámica de las nuevas reglas del comercio mundial es más importante que si el 10% aplica para Uruguay ahora o después. “Se supone que el comercio se va a reestructurar en términos de dónde se compra qué y qué se podría sustituir, y las sustituciones vendrían desde los lados con los aranceles más bajos. Ahí Uruguay podría tener una oportunidad, pero también hay que pensar que nuestra matriz productiva es la que es y vendemos lo que vendemos, entonces no vamos a reestructurarnos. Nadie va a reestructurarse nada en función de esta información de aranceles que no tienen credibilidad en la medida en que varían de un día para otro”, agregó el especialista.
Insistió así en que este no es un momento para tomar ninguna decisión en plena ruptura en el orden internacional de esta magnitud.
Vaillant considera que, más allá de algunas oportunidades puntuales que puedan surgir, la reversión proteccionista es lo que perjudica en el fondo.
Visualiza que lo que está sucediendo tiene distintos planos: uno de ellos es el comercial en sentido estricto ya mencionado, pero está por detrás el conflicto de seguridad más intenso entre EE.UU. y China. “La intención definitiva de EE.UU. es desacoplar a la mayor cantidad posible de países de la economía de China”, señaló.
En este contexto, Uruguay tiene poco o ningún margen de maniobra. “Algunos países tienen poder de represalia, nosotros no”, observó, desaconsejando medidas recíprocas locales, donde el más lastimado terminaría siendo el más pequeño. Tampoco Vaillant se mostró alentador ante la posibilidad de negociar, porque EE.UU. está actuando totalmente unilateralmente. Además, “quizás en una negociación, las cosas que pida el gobierno estadounidense no tengan que ver mucho con comercio”, advirtió.
“Tenemos que ver si vamos a empeñar nuestras relaciones internacionales y la forma en que nos venimos manejando en el mundo por unos puntos de arancel, la verdad que no lo sé”, cuestionó. “Creo que no sería lo conveniente”, acotó.
Vaillant recordó finalmente que la participación que tiene Estados Unidos en materia de importación de bienes ha venido cayendo y hoy alcanza solo el 13% del total mundial. “El poder de EE.UU. es más que todo político y de seguridad. En este momento, hay 5.000 misiles con cabeza nuclear en Estados Unidos y 5.000 en Rusia”, concluyó.
Por su parte, el director del Instituto de Negocios Internacionales de la Universidad Católica (UCU), Ignacio Bartesaghi, dijo que Uruguay deberá estar expectante por las negociaciones entre los gigantes internacionales durante los próximos 90 días.
Asimismo, hizo énfasis en que Uruguay deberá aprovechar esta ventana de tres meses para “intentar evitar” que se aplique este arancel extra de 10% a las importaciones a EE.UU., en especial a la carne, ya que este producto explica gran parte de los aranceles que Uruguay paga para entrar en el país del norte.
“Se podría hacer excepción a la carne como se hizo con la madera”, resaltó el director del Instituto de Negocios Internacionales de la UCU, refiriéndose a la decisión del gobierno de Trump de dejar de lado a la madera en esta suba generalizada de aranceles.
Para lograrlo, opinó que Uruguay debería negociar con los miembros del Mercosur alguna posibilidad de flexibilizar el arancel externo común, es decir, aumentar la lista de excepciones a dicho arancel y que cada país del bloque “pueda reaccionar libremente en esta emergencia”, en su relación con Estados Unidos.
Haciendo referencia al impacto internacional, ambos analistas coincidieron en que esta postergación de 90 días Trump confirma lo errático de su política.
Esa incertidumbre ha generado cambios en los precios internacionales (bajó el precio de los commodities) e impactó las bolsas internacionales. A esto se le pueden sumar frenos en “algunos proyectos de decisión de inversiones”, sentenció Bartesaghi.
Además, destacó que Trump mantiene su guerra arancelaria con China y “focaliza toda la atención ahí”, “liberando al resto” de los países con un arancel superior al 10% por 90 días.
“En esa medida entran una gran cantidad de países muy importantes, incluyendo algunos aliados de Estados Unidos. Está India, Japón, Corea del Sur, Taiwán y a la propia Unión Europea. Hay varios países que son los que se ven beneficiados de esta postergación”, enfatizó.
El analista agregó que la decisión de Trump también intentaría “bajar la volatilidad” de los mercados, con el fin de “estabilizar un poco la presión progresiva que está teniendo en la interna dentro de su partido, pero especialmente en el entorno empresarial”.
El País consultó a la Unión de Exportadores de Uruguay (UEU), pero en la gremial se prefirió profundizar el estudio de la situación antes de emitir un juicio.