REINO UNIDO
“Roñosos irresponsables”: Boris Johnson critica a ambientalistas que protestan contra el cambio climático
El premier británico atacó a manifestantes medioambientales que piden un cambio en la matriz energética del Reino Unido hacia fuentes limpias.El primero ministro británico, Boris Johnson, calificó de “roñosos irresponsables” a manifestantes contra el cambio climático que en días recientes realizaron marchas y protestas en autopistas del sur de Inglaterra pidiendo que el Reino Unido avance más rápido hacia un cambio de la matriz energética en pro de fuentes limpias.
Para Johnson, los manifestantes del movimiento Insulate Britain, que piden mejoras en la eficiencia energética y recortes en las emisiones, “hacen un daño considerable a la economía” al cortar vías de tránsito vehicular, según declaraciones dadas a la emisora de radio británica LBC durante el congreso anual del Partido Conservador en Manchester, en donde pronunciará un discurso el miércoles.
El premier británico, que se autoproclama liberal y acérrimo defensor de las libertades individuales, dijo que los activistas climáticos “no son legítimos manifestantes sino roñosos irresponsables que tratan de impedir que la gente haga su labor cotidiana”.
El jefe de Estado preparó el terreno para que al mediodía de este martes el ministro del Interior, Priti Patel, anuncie en el congreso tory un endurecimiento de las multas por cortar rutas, autopistas o vías de tren.
Pocas expectativas
El Reino Unido alojará entre el 1° y el 12 de noviembre la Conferencia de las Partes COP26 de la ONU contra el Cambio Climático. En este evento, líderes de todo el mundo discutirán cómo alcanzar las metas del Acuerdo de París, que ya de por sí viene rezagadas.
Ambientalistas y organizaciones de todo el mundo tienen pocas expectativas ya que los diferentes países vienen priorizando sus intereses económicos y geopolíticos desde siempre.
El Acuerdo Climático de París de 2015 estableció que los Estados firmantes deberían adoptar medidas en el plazo inmediato para mantener en 1,5°C el límite del aumento de la temperatura del planeta a fin de evitar un futuro apocalíptico. Pocos países han avanzado realmente en sus objetivos y la mayoría no ha dado pasos significativos.