CÓNCLAVE
Lo que pasó en una reunión clave entre autoridades del gobierno y empresarios de la construcción
“Vemos con cierta preocupación el enlentecimiento en la concreción de algunos proyectos o la politización de algunos proyectos y le manifestamos eso” al gobierno, dijo Alejandro Ruibal.Que el sector de la construcción es uno de los principales dinamizadores de empleo, no hay dudas.
Que fue de los principales motores de la economía uruguaya -sobre todo durante la irrupción de la pandemia del covid-19-, tampoco. Sin embargo, en el Poder Ejecutivo y en el sector privado de la construcción comparten la misma preocupación: la falta de ritmo y concreción de proyectos de inversión, algunos de ellos ya anunciados
Para analizar esa inquietud, las autoridades de la Cámara de la Construcción (CCU), se reunieron ayer con diferentes autoridades del Poder Ejecutivo y coincidieron en que se debe acelerar el ritmo de los proyectos de inversión planificados para este año y el próximo.
“Vemos con cierta preocupación el enlentecimiento en la concreción de algunos proyectos o la politización de algunos proyectos y le manifestamos eso” al gobierno, afirmó el presidente de la CCU, Alejandro Ruibal, en línea con lo que había señalado ayer en El País.
Por su parte, el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, sostuvo que el gobierno “coincide” en esa “preocupación por apretar el acelerador para seguir generando empleo” y dijo que el gobierno busca “agilizar” proyectos de infraestructura, mediante el régimen de incentivos de la Comisión de Aplicación de la ley de Inversiones (Comap).
Algunos de las principales iniciativas que se buscan concretar son el Proyecto Arazatí, de potabilización de agua; el plan de viviendas Avanzar; el plan de saneamiento para 61 localidades del interior del país; así como otras inversiones en el sector energético.
Sobre el Proyecto Arazatí, Delgado informó que “en es- tos días” se abrirán los pliegos de licitación y que ese plan, junto con el de saneamiento, implicarán inversiones por US$ 1.000 millones.
“La discusión política (de esos proyectos) no nos corresponde a nosotros para nada y entendemos que tiene que haber garantías para todo el mundo, pero los proyectos también tienen un timing, un momento de ejecutarse y hoy tenemos temor de que se genere un bache en la actividad”, tras la concreción de la segunda planta de celulosa de UPM, manifestó Ruibal.
En la reunión, en la que también participó el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini; el presidente del Banco Central, Diego Labat; el ministro de Transporte y Obras Públicas, José Luis Falero; y el subsecretario de Trabajo y Seguridad Social, Mario Arizti; se habló también sobre la propuesta de la CCU de crear una Agencia de Infraestructura, que analice la viabilidad de proyectos de construcción de grandes escalas y con mirada de largo plazo.
“Entendemos que es un aporte que hace la cámara y el Centro de Estudios Económicos de la Industria de la Construcción, para tener una herramienta que posibilite ver los proyectos más allá de los períodos de gobierno, trabajar en determinados proyectos no necesariamente vinculantes con el próximo gobierno, pero que los próximos gobiernos podrán elegir de un banco de iniciativas”, detalló el presidente de la CCU.
Sobre esta propuesta, Delgado afirmó que es “muy interesante” porque permite “pensar las obras con luces largas, más allá de los períodos de gobierno”. Sin embargo, dijo que aunque “es un lindo instrumento, hay que pulirlo”, analizar cómo podría ser implementado y ensamblado dentro del Estado.
“Estuvimos hablando de que la Corporación (Nacional) para el Desarrollo (CND) puede ser un organismo facilitador o un gran paraguas de gestión para que esta agencia pueda trabajar en colaborar, sobre todo, en el diseño y en el pienso de ese banco de proyectos de aquí para adelante”, agregó Delgado.
Al ser consultado por El País respecto a la viabilidad de implementar esta agencia de infraestructura durante este período de gobierno, Delgado respondió que aunque le parece “una buena idea”, hay todavía “muchas cosas para ajustar”.
Sobre la importancia de implementar la Agencia de Infraestructura -uno de los principales objetivos de la actual directiva de la CCU-, Ruibal señaló que “es mejor” que el país empiece “cuanto antes” a prepararse para proyectar cosas de largo plazo.
Si bien admitió que “hay que dar la discusión política” con todos los actores del sistema y “diseñar bien el instrumento”, manifestó que “hay que elegir el punto de partida”.
Con esto estuvo de acuerdo el secretario de la Presidencia, quien afirmó que “en definitiva, la decisión siempre termina siendo una elección de prioridades políticas”.
Además de los proyectos de inversión que están previstos para este período de gobierno, en la reunión se trataron temas vinculados a la seguridad laboral, negociación salarial, así como también los referidos a los incentivos económicos disponibles para este sector.
En relación a la negociación salarial, Ruibal manifestó que la CCU buscará un acuerdo “que sea bueno para todas las partes”, a través del cual se asegure el cuidado de la actividad y de las inversiones.
Sobre la posibilidad de que haya un crecimiento real, como plantea el sindicato de la construcción (Sunca), Ruibal dijo que habrá que “discutirlo con el Ministerio de Economía y el Sunca”.
Preocupación por el dólar
En la reunión también se discutió acerca de la preocupación por la baja del dólar. Sobre este punto, Ruibal dijo que a la gremial le preocupa el “debilitamiento muy grande” de la divisa estadounidense, dado que es un factor clave en la ecuación de la industria de la construcción.
“Hay sectores que tienen contratos en dólares pero gastan en pesos, por lo que ajustan su paramétrica en pesos y se descalzan con los dólares”, detalló. Si bien le plantearon el tema al presidente del Banco Central, Diego Labat, desde la CCU saben que no le pueden pedir al gobierno “que por arte de magia lleve el dólar a $ 45”. Por eso, Ruibal afirmó que “hay que tener el arte de buscar la mejor solución” y descartó que se analice la posibilidad de realizar coberturas cambiarias.