Forestales esperan que se reactive el mercado
China comienza a mostrar algunas señales y las empresas uruguayas están listas para responder a la demanda de materia prima de calidad.China comienza a mostrar algunas señales de reactivación de su economía y el mundo fija su mirada en el gigante asiático, no sólo por su demanda de alimentos, también porque junto con Estados Unidos e India, está entre los tres principales demandantes de productos forestales.
“La incertidumbre en este primer semestre es ver cómo reacciona el mundo ante las políticas de corrección de inflación y cómo pega en la demanda. Ver qué tan lenta o rápida sea esa respuesta para poder retomar el ritmo que habían tenido prácticamente la mayoría de los productos hasta septiembre de 2022”, aseguró a El País el presidente de la Sociedad de Productores Forestales, Nelson Ledesma.
“Si analizamos los anuncios del gobierno chino de inyectar dinero en la economía para reactivarla, que teníamos la expectativa que fuera después del Año Nuevo Lunar, hoy empezamos a ver alguna señal de reactivación por el mercado interno y no por responder con productos terminados hacia Europa. Lo que pensamos hoy es que es una reacción al mercado interno chino que comienza a andar”, detalló el empresario.
Optimismo. La Sociedad de Productores Forestales es optimista en que China consolidará estas señales positivas en el corto plazo y las empresas tendrán que esperar para ver cómo reacciona Europa y Estados Unidos a las políticas anti inflacionarias. “En la medida que eso se vaya corrigiendo, automáticamente la demanda comenzará a corregirse y eso impulsará un efecto contrario al que tuvimos en octubre de 2022, cuando comenzó a registrarse una señal compleja del mundo, con todo lo que ha sido la suba de tasas de interés en Europa, Estados Unidos y el mundo en general, para corregir procesos inflacionarios que se dieron y no se veían desde hace muchos años. Eso hizo bajar la demanda de productos y el reflejo en el mercado fue inmediato”, remarcó Ledesma.
En Estados Unidos esas tasas de interés altas encarecieron créditos e hipotecas para la construcción y eso automáticamente bajó la demanda y paró los pedidos. Una medida similar se registró en países de la Unión Europea. “Por eso hoy el desafío está en ver cómo evolucionan esos mercados y sus economías para que empiecen a demandar productos y ahí, otra vez responder”, explicó el presidente de la Sociedad de Productores Forestales.
En lo interno, las empresas forestales que integran un sector netamente exportador, también están preocupadas por el tipo de cambio en Uruguay, porque está generando pérdidas de competitividad. “Estamos con un precio de dólar muy bajo para lo que es la exportación y eso, en un mercado enlentecido se siente, porque para poder acceder a competir en un mercado que está poco demandante, la forma es básicamente con precio y si no somos competitivos se nos hace difícil acceder a un valor de producto que el cliente esté dispuesto a pagar”, detalló Ledesma.
Analizando el 2022 fue un año bueno para los rubros forestales por el ingreso de divisas si se compara con el generado un año antes.
“En todo lo que es celulosa y madera estuvo en US$ 2.378 millones, lo que significó 11% más que en 2021. Cuando se analiza con más detalle y mensualmente, fue un año bueno hasta septiembre, considerando todos los rubros”, explicó Ledesma.
Como se señalaba anteriormente, sobre fines de septiembre y comienzos de octubre de 2022 comenzaron los problemas con la suba de las tasas de interés.
Los países de la Unión Europea y Asia fueron los principales destinos de las exportaciones de productos forestales, lo que está fuertemente incidido por el peso de las exportaciones de pulpa. Si se excluye la celulosa, China (36%) y Estados Unidos (18%) fueron los principales destinatarios de las ventas al exterior de productos forestales en 2021, seguidos por la Unión Europea (12%) e India (11%). En cambio, este orden se modificó en el acumulado de los primeros nueve meses de 2022. El gigante asiático disminuyó su participación relativa (19%), cediendo el primer lugar a la Unión Europea (23%), según datos de Opypa.
Rubros. Analizando por rubros, en productos más elaborados que se utilizan para el segmento de la construcción (tableros y madera aserrada), la situación se reflejó rápidamente y hubo una caída abrupta de precios y demanda. “Todo eso generó que algunas industrias de Uruguay tuvieran que repensar sus esquemas de producción desde octubre en adelante, bajar turnos de producción y reprogramar licencias, porque el panorama se complicó bastante”, contó el presidente de la Sociedad de Productores Forestales.
El mercado de rolos de pino fue muy golpeado y tuvo una baja de 60% en los volúmenes y precios. “China no fue demandante de productos forestales y eso se sintió mucho, porque junto con India concentran el mercado”, agregó.
A nivel de Chips el mercado mejoró porque hubo una respuesta al mejor precio de la celulosa. La celulosa venía bastante mal del 2020, recuperó algo en 2021, para mejorar sustancialmente en 2022 (el precio de exportación de celulosa de no coníferas registró un incremento en el promedio enero-setiembre de 22% para Uruguay, 10% para Chile y 1% para Brasil, según datos de Opypa), con lo que en el balance general del año, en el mix de productos (celulosa, tableros, rolos, hubo una mejora del 11%, pero con señales complejas del mercado en algunos productos.
A su vez, la industria del papel y cartón que son los dos principales destinos de la celulosa, mostró algunas características particulares a lo largo del 2022. En China, la producción presentó variaciones interanuales positivas en la primera mitad del año para, para posteriormente pasar a tasas mayoritariamente negativas. Mientras tanto, la industria europea registró movimientos negativos a lo largo de los primeros nueve meses del año en curso, que contrastan con el proceso de recuperación visualizado el año anterior, luego del epicentro de la crisis del Covid-19, según muestran los datos de Opypa.
Desafíos. Otro de los principales desafíos se centra en seguir incorporando proyectos de transformación mecánica de la madera.
“Hay anunciados dos proyectos y uno de ellos está en ejecución. Otro seguramente podrá comenzar a ejecutarse sobre mediados de año. Ese es un poco el desafío para darle mayor madurez a lo que es la otra área del sector forestal que no es la celulosa. En todo lo que es producción de fibra para celulosa está muy maduro, tenemos tres proyectos”, consideró Ledesma.
Uruguay y sus empresas forestales tienen tecnología de punta, las fábricas funcionando y el sector está maduro para responder rápido a la demanda y exportar más.
“El desafío para el sector está en consolidar la construcción de plantas de transformación mecánica de la madera (aserraderos, paneles, etc.), para que de alguna forma podamos aprovechar y madurar en esa otra área que es el aprovechamiento de la madera a través de los bosques manejados, podados y raleados, que de alguna manera le podemos generar un valor agregado”, consideró el entrevistado.
Hay un área que se desarrolló, que está en maduración forestal y que está pronta para que la industria la reciba y genere productos de alta calidad como se generan en otros continentes con la materia prima de Uruguay.
“Lo que Uruguay exporta está muy valorado desde el punto de vista industrial por la calidad de la madera, producto de la silvicultura intensiva que el sector forestal le da”, remarcó Ledesma.
El desafío hoy es poderle agregar valor a esa materia prima dentro del Uruguay y ahí es donde juega fuerte la competitividad país, “poder ser competitivos para que, de alguna forma, el valor que le agregamos al transformar una materia prima en un producto final, sea mucho más que el valor que recibimos de pago, que el costo que nos significa transformar esa materia prima en ese producto”, explicó el presidente de la Sociedad de Productores Foretales.
Uruguay cuenta con 1.243 mil hectáreas de plantaciones efectivas, Según la Dirección General de Desarrollo Forestal (MGAP). El sector aporta el 3,8% del Producto Interno Bruto (PIB) y genera 18.000 puestos de trabajo directos. La mitad de los empleos directos están vinculados a la fase primaria (viveros, silvicultura y operativa forestal). El 35% corresponden a industria.