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The Economist explica el "éxito silencioso de Uruguay" y sus mayores obstáculos

El medio británico señala que "sindicatos poderosos pueden ser un obstáculo para la reforma" en el país; también afirma que "monopolios estatales ineficientes aumentan los costos para los negocios".El medio británico The Economist publicó un artículo en el que describe el éxito de Uruguay, que atribuye a factores como la negociación política y ser "business friendly" (amigable a los negocios).

A su vez, destaca que "los sindicatos poderosos pueden ser un obstáculo para la reforma" en el país y que los "monopolios estatales ineficientes aumentan costos para los negocios".

“El recuerdo perdurable de un visitante de Montevideo puede ser que no sea muy memorable en absoluto”, comienza el texto. “El aburrimiento de Montevideo, sin embargo, es un síntoma del éxito silencioso de Uruguay”, continúa.

En este sentido, The Economist señala que el país tiene la clase media más grande de América Latina y tiene el ingreso per cápita más alto de la región. “Su capital puede carecer de glamour, pero también carece de corrupción”, expresa el artículo.

Además de un buen manejo de la pandemia, con un “sensato camino medio”, The Economist destaca algunas “ventajas estructurales” del país.

“Los colonialistas españoles lo llamaron la tierra sin ganancias, porque no tenía metales preciosos ni mano de obra indígena barata. Esto, que parecían defectos, en realidad se transformó en fortalezas”, expresa el artículo.

Al respecto, resalta elementos como que “la falta de rentas fáciles ayudó (a Uruguay) a protegerse de oligarcas” y “una población bastante homogénea previno la fuerte inequidad racial de lugares como Brasil”.

El medio también destacó la secularidad de Uruguay, que en parte llevó a que el divorcio fuera legal en 1907 (97 años de que lo fuera en Chile); además, mencionó que "el matrimonio homosexual, el aborto y la venta de cannabis son todos legales".

"Pero la buena fortuna de Uruguay no es simplemente un resultado de circunstancias históricas", dice el artículo. "La Constitución debilita el poder del Ejecutivo y fuerza a quien esté en el poder a negociar con los partidos opositores", manifiesta.

También enfatiza que, después de la crisis del 2002, Uruguay empezó a "desacoplar" su economía de la de Argentina. "La economía sigue dependiendo de exportaciones de agricultura y del turismo, pero gobiernos sucesivos han intentado impulsar la tecnología, también", dice.

Manifiesta que el país es "business friendly" (amigable a los negocios). “Cuenta con 12 zonas de libre comercio, donde varios impuestos están suspendidos”, se lee en el artículo, que agrega que "parcialmente como resultado, el escenario de las startups está en auge".

El presidente Luis "Lacalle Pou está buscando tratados de libre comercio con China y Turquía", agrega como un aspecto positivo.

"Lo que hace que todo este éxito sea posible es una notable política estable", afirma The Economist.

"Mandatos populistas a lo largo de la región a menudo llevan a cambios drásticos en las políticas cuando los gobiernos cambian. En contraste, la coalición de centroderecha de Lacalle Pou no ha retraído políticas que fueron introducidas por el gobierno previo, de centroizquierda, como el aumento del gasto en educación y salud”, prosigue el texto.

También se destaca la confianza de la población uruguaya en el proceso de votación, así como en la creencia de que los ricos no compran influencia política.

Los "obstáculos"
"Pero todo no es color de rosas", define. "Sindicatos poderosos pueden ser una obstáculo para la reforma”, prosigue el artículo.

“Monopolios estatales ineficientes, mientras tanto, aumentan los costos para los negocios. El sindicato de la empresa de telecomunicaciones (Sutel) lucha contra la ley que permite a los clientes mantener su número celular si se cambian de proveedor (portabilidad numérica), porque eso estimularía la competición", afirma. “Tales restricciones obstaculizan la inversión extranjera”, sostiene.

Además, el artículo señala que "la popularidad de Lacalle Pou, aumentada por su respuesta a la pandemia, podría disminuir pronto". En este sentido, el texto menciona el referéndum contra la LUC. "El gobierno, que era nuevo en su momento, estaba dispuesto a seguir adelante con su agenda legislativa lo más rápido posible, incluso con métodos poco ortodoxos", continúa.

"Las encuestas sugieren un electorado estrechamente dividido. Pero la confianza en las instituciones permanece", dice.

"Hay un indicio de populismo en las quejas de la oposición", prosigue y añade que “el alboroto no ha llevado a grandes protestas aún, comunes en el resto de Latinoamérica". Por último, The Economist cita al politólogo Adolfo Garcé: "Sería difícil tener a un Donald Trump acá".

Diario EL PAIS -Montevideo - URUGUAY - 26 Febrero 2022