mdeo puertoSegún la Administración Nacional de Puertos pueden ser afectados edificios del patrimonio histórico nacional, restos de navios y otros objetos culturales, la calidad del agua y el hábitat
Terminal de UPM en el puerto tiene potencial impacto negativo

Para UPM, Pueblo Centenario no es la única localidad fundamental en su intención de construir una segunda fábrica en Uruguay. A 248 kilómetros de allí, se ubica un lugar igual de relevante: el puerto de Montevideo, al que la empresa finlandesa ve como la única alter-
nativa viable como punto de embarque internacional para la producción de celulosa que llegue en tren desde su eventual nueva planta. En el puerto pretende construir una terminal especializada en celulosa, en la dársena formada por el muelle C y ampliación del muelle
C, el muelle Mántaras y la Terminal de Graneles de Montevideo.

 

En función de ello, como establece el segundo anexo del contrato que firmó el año pasado con el Poder Ejecutivo, UPM elaboró la comunicación del proyecto y su Viabilidad Ambiental de Localización, documento que está ahora en manos de la Dirección Nacional de Medio Ambiente, que debe clasificarlo y expedirse acerca de la localización. Presentado en abril junto con la Administración Nacional de Puertos (ANP), el documento refiere entre otros elementos al “detalle de los posibles impactos ambientales que pudieran producirse” en las actividades previstas para la construcción y el funcionamiento de la terminal, como batimetría, perforaciones, limpieza, dragado, relleno, muelle, obrador y la propia operación.

Allí advierte que la obra puede ocasionar un perjuicio “potencialmente significativo” al patrimonio histórico nacional, a la calidad de agua de la dársena, al hábitat y a pecios u otros restos con valor histórico hundidos en la bahía. “Para cada actividad se consideran los posibles aspectos ambientales derivados de estas. Son aspectos ambientales clásicos: las emisiones atmosféricas y sonoras, la generación de efluentes y residuos sólidos y la presencia física”, indica.

La causa para que el patrimonio histórico pueda ser afectado son las vibraciones generadas por la utilización de maquinaria en tierra. “Se identificaron edificios declarados monumento histórico nacional dentro del recinto portuario. En particular, el tramo final de las vías de tren se localizará cercana al Rowing Club”, señala el informe. “La ejecución de la obra cercana ai edificio, así como el tránsito de trenes que circulen en esta zona durante la operación del proyecto, podría afectar el edificio, principalmente la torre mirador”, agrega.

Por otro lado, para generar las profundidades requeridas en el muelle de embarque de celulosa y preparar el terreno para una explanada, UPM necesitará dragar el área operativa de buques y el área a ser ganada al agua. La presencia física para esa labor puede dañar restos de pecios u otros elementos con valor histórico o patrimonial. “La probabilidad de hallazgo de pecios en el área del proyecto es muy baja. Sin embargo, los estudios realizados durante las operaciones de dragado en la zona de construcción del muelle C permitieron la recuperación de elementos culturales desplazados de su posición primaria. En consecuencia, existe la probabilidad de hallazgo de objetos de este tipo, si bien no se puede determinar la magnitud dej impacto”.

La presencia física requerida para el dragado también puede originar cambios en la calidad de agua de la dársena, lo que “podría derivar en la afectación de usos de la bahía de Montevideo y Río de la Plata" y tener consecuencias para la biota acuática.

“La pluma de turbidez generada como consecuencia de la actividad de dragado podrá ocasionar una alteración local del hábitat con la consecuente afectación de los organismos productores primarios y su repercusión sobre la cadena trófica. La biota acuática podría verse afectada como consecuencia de la generación de toxicidad por biodisponibilización de sustancias peligrosas”, describe el informe.

La pretendida terminal portuaria en la capital es, según la ANP, “un proyecto fundamental para la posible nueva planta de celulosa”. Se prevé que esté formada por un muelle de 8.100 m2, un almacén de 56.000 m2, un área cubierta de descarga del tren de 13.000 m2, un área de tanques de 6.400 m2 y áreas de servicio, para maniobras, oficinas, taller de mantenimiento y salas eléctricas. Para ello, la empresa propone ganar superficie a la bahía de Montevideo detrás del muelle C y la ampliación del muelle C, generando un área de ocho hectáreas; también ocupar un espacio contiguo a la Terminal de Graneles de Montevideo, donde hoy se emplaza el obrador de la construcción de la ampliación de muelle C y algunos servicios portuarios.

La terminal estará dedicada específicamente a recibir, manejar y almacenar celulosa y otras sustancias químicas requeridas en el proceso industrial, incluyendo ácido sulfúrico, soda cáustica, fuel oil, piedra caliza y sal. Aproximadamente serán en total recibidas 350.000 toneladas anuales de estas sustancias.

Sermanario BUSQUEDA - Montevideo - URUGUAY - 24 junio 2018