UPM 3Pasaron diez años...

Dias atrás UPM reunió a gente que tuvo que ver con la trayectoria de la empresa a diez años de su puesta en marcha en las cercanías de Fray Bentos.
Sería largo de enumerar los sentimientos que se cruzaron entre los presentes.

La construcción de la planta fue en su momento la mayor inversión privada en la historia del Uruguay: 1.200 millones de dólares, equivalente al 5% del PBI de ese entonces.A una década de su puesta en marcha, y ante una nueva inversión de compañía finlandesa en el país,nos preguntamos cuál ha sido el impacto de la planta en la ciudad que la vio crecer a sus orillas, Fray Bentos.

No hace mucho leiamos un resumen en la prensa, que nos impactó:  hay ciudades con destinos de grandeza, hay ciudades condenadas al eterno fracaso, hay mil tonos entre estos dos extremos y luego hay destinos particulares, como el de Fray Bentos. Hija de su posición favorable recostada en el río Uruguay, la ciudad se desarrolló a mediados del siglo XIX bajo el nombre de Villa Independencia.
Hacia la década de 1860 y bajo la influencia de inmigrantes europeos que manejaban la vanguardia tecnológica del momento, comenzó a desarrollarse la industria cárnica. Así surgió el mítico frigorífico Liebig, que décadas después se transformó en el Anglo, que hizo el corned beef que alimentó a las tropas de los aliados durante las dos guerras mundiales y fue puntal del “Uruguay de las vacas gordas”. Un punto en el mapa uruguayo que era vital para sostener a las tropas que luchaban contra el fascismo. Pero luego, como en El astillero de Juan Carlos Onetti, el tiempo, y los hombres y las circunstancias volvieron obsoleto el enorme frigorífico. Para la reapertura democrática en 1985 la gran ballena del desarrollo fraybentino estaba encallada y muerta.UPM 2
Tras cartón, vino la terrible crisis de 2002. Se partió Uruguay, se partió Fray Bentos. Pobreza, deudas y tristeza invadieron esa ribera del río Uruguay. Pero entonces, otro golpe del destino llegó para la ciudad desde muy lejos: una planta de celulosa de capitales finlandeses. Aunque la empresa se llamaba Botnia, para los fraybentinos siempre fue y será “Bosnia”. Años después, se vendió y pasó a llamarse UPM.

Una circuntancia que permitió, por ejemplo, poder cruzar recuerdos con Omar Lafluf.
Omar Lafluf, actual diputado por Alianza Nacional y exintendente de Río Negro durante 10 años, fue un actor clave en el desarrollo del conflicto con Argentina.

Por eso recuerda cada detalle de lo vivido y hasta se anima a criticar a la empresa que antes defendió a capa y espada. Dice que nunca antes recibió tantos pedidos de trabajo como en esos años.

"No hay dudas que el emprendimiento transformó la región y especialmente a Fray Bentos, que hoy es más ciudad. En 2012 contabilizamos en el gobierno municipal más de 80 empresas que no estaban registradas. Es cierto, muchas llegaron por el "boom" de la soja, pero unas cuantas lo hicieron para brindar servicios directos e indirectos a Botnia, hoy UPM".

Recuerda con firmezxa el monitoreo que se instaló en la zona, los laboratorios de LATU y OSE, y la creación de la Universidad Tecnológica (UTEC) como factores generadores de conocimiento y desarrollo. Y el total de 16 medidas que adoptó el gobierno argentino, sin contar el piquete al puente San Martín, que provocaron la pérdida de 150 puestos de trabajo directos y un perjuicio social "enorme" a cientos de familias que se vieron separadas como consecuencia del bloqueo. Esto sin contar el costo económico que implicó al país, entre otros asuntos, el juicio en La Haya.

"Perdimos la inversión de Ence, pero además por 10 años no se dragó el río, complicaron toda la operativa portuaria, impusieron restricciones para frenar el turismo, dificultaron las licencias de importación y en Fray Bentos perdimos algunos proyectos como la planta de tratamiento de efluentes de la ciudad que iban a asumir los finlandeses", destaca.
UPM 1
A su juicio, UPM "tendría que poner en la balanza todos los perjuicios que sufrió el país, que fueron muy grandes y con momentos muy duros". Por eso Lafluf entiende que "en esta negociación (por la segunda planta), UPM no debería pedir más esfuerzos de los que el país le otorga a cualquier empresa que quiera invertir", concluye.
Hay firmeza en sus opiniones. Fue un actor importante que conoce las circunstancias.

La fábrica de UPM inició sus operaciones en Fray Bentos, Uruguay, en noviembre de 2007 y se encuentra en la ribera del Río Uruguay, a 4 kilómetros al este de la ciudad de Fray Bentos.
La celulosa se envía en barcaza desde la fábrica hasta el puerto de aguas profundas de Nueva Palmira para su carga en buques transoceánicos con rumbo a Europa y Asia.
La fábrica utiliza la mejor tecnología disponible y la misma no genera impacto negativo sobre el medio ambiente. Ya sea de forma directa o indirecta, las operaciones de la fábrica dan empleo a varios miles de personas.
En alguna rueda de entendidos y viejos activistas se recordó algo que i mporta. Con la ley de no vender madera a Uruguay para las plantas, Entre Ríos vio caer ante sus ojos un telón de hierro., que le va a resultar difícil de levantar. Porque es la región la que importa. Y justo en estos días se deroga dicha lery.

 El rugido del ratón, se hizo sentir. Los chicos crecen y aprovechan los errores de los considerados grandes.
De nada sirven pantallas perimidas ni referencias a fábricas obsoletas de hace cuarenta años. Es el presente y el futuro el que cuenta; lo otro, ciérrese ya porque es contaminante.

Uruguay ha sido un referente. Los inversores se sienten protegidos y respaldados por la seriedad.
Por algo será, y eso les duele a muchos. Mientras, se marcan rumbos.

ICI URUGUAY - 17 diciembre 2017